Adif obtiene una sobredemanda récord de 6,3 veces en una colocación de bonos por 1.500 millones
La remesa de 650 millones a cinco años paga un cupón del 3,125%, mientras que los títulos a diez años, por 850 millones, tienen un cupón del 3,625%
Nuevo test de mercado aprobado por la economía española, en este caso en forma de emisión de bonos por parte de una empresa estatal. La que es considerada como el gran motor de la inversión pública, Adif Alta Velocidad, ha realizado una colocación simultánea, con dos plazos diferentes, por un total de 1.500 millones de euros. El objetivo es atender vencimientos de deuda, al tiempo que se amplía la base inversora y se diversifica el perfil de los tenedores de su deuda.
El primer tramo, de 650 millones, tiene un plazo de cinco años años y soporta el pago de un cupón anual del 3,125%, 45 puntos básicos sobre el Tesoro. La segunda remesa, por 850 millones de euros y a diez años, tiene un interés del 3,625%, con un diferencial de 43 puntos básicos sobre el Tesoro.
La emisión se ha cerrado con un éxito notable: ha quedado sobresuscrita 6,3 veces, con peticiones por 9.300 millones de euros repartidos en 277 órdenes. Este nivel histórico de demanda supera en un 130% el de la última emisión de Adif, en abril de 2024. Y los cupones anuales están por debajo, en ambos casos, de los obtenidos hace un año, cuando Adif Alta Velocidad también emitió deuda por 1.500 millones. Una de las novedades es que la Comisión Europea ha participado como demandante de estos bonos.
La de este jueves ha sido la emisión con mayor número de órdenes recibidas desde la puesta en marcha de Adif Alta Velocidad, lo que habla del apetito por el sector público español y la confianza en el proyecto del administrador de la infraestructura ferroviaria, inmerso ahora en una segunda oleada de liberalización del tráfico de viajeros o en la construcción de los corredores Atlántico y Mediterráneo.
Un 71% de los inversores que se han decantado por el bono a cinco años son internacionales: un 20% de Reino Unido, otro 20% de países como Alemania, Suiza o Países Nórdicos, el 10% provienen del Benelux, y el resto de Francia o Portugal. Por su parte, en el bono a diez años los inversores internacionales han representado el 75% del total, siendo mayoría el 24% de Francia, 23% de Alemania, Suiza o Países Nórdicos, el 9% de Reino Unido, un 8% de Portugal y el resto de Italia o Benelux.
Adif Alta Velocidad ha vuelto a emitir deuda solo una semana después de firmar un crédito de 350 millones con el Banco Europeo de Inversiones (BEI) para cubrir actuaciones sobre los trazados convencional y de alta velocidad. La compañía que preside Pedro Marco de la Peña suele ser actor recurrente en el mercado de deuda corporativa, al que acude con una nota de grado de inversión (Baa2 de Moody’s y A- de Fitch).
En enero del año pasado emitió los citados 1.500 millones en dos remesas de bonos: 700 millones a un interés del 3,25%, y 800 millones al 3,65%, con vencimientos a cinco y diez años, respectivamente. Posteriormente, en abril, distribuyó 600 millones en bonos verdes a ocho años y con un cupón anual del 3,5%.
La deuda de Adif Alta Velocidad a 30 de septiembre de 2024 alcanza los 18.380 millones, de los que 7.100 millones están colocados en emisiones de obligaciones, con 1.000 millones a corto plazo. Los otros 11.280 millones del armazón financiero de Adif Alta Velocidad responden a préstamos a largo plazo, prácticamente en su mayoría con el Banco Europeo de Inversiones (BEI). La vida media de la deuda de esta entidad pública es de nueve años y el tipo de interés medio apenas es del 2,2%.
Adif figura como primera empresa pública estatal en emitir bonos verdes, con su estreno en 2017 y un total de 4.000 millones en circulación. Además, acaba de incorporar una nueva modalidad de financiación: los préstamos vinculados a indicadores de sostenibilidad. En este terreno ha firmado préstamos sostenibles por un importe total de 500 millones de euros con tres entidades financieras: BBVA (250 millones de euros), Banco Sabadell (150 millones de euros) y Cajamar (100 millones de euros). Todos ellos están vinculados al ahorro de emisiones, en toneladas de CO2, de las líneas de alta velocidad y convencionales.
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