Urgen profesionales en Europa
El envejecimiento de la población reduce la proporción de la población activa. La inmigración es una solución para paliar el déficit de profesionales, pero no la única, según un informe de Randstad
Una cifra redonda. Europa necesitará 50 millones más de trabajadores en el año 2050 para mantener su población activa como hasta ahora, debido al envejecimiento de la población y al descenso en el crecimiento de la misma. Este es el principal mensaje que se puede extraer del estudio Mind the Gap, realizado por Randstad Holding y SEO Economic Research. Según este estudio, las tasas de actividad deben aumentar para compensar el incremento de financiación de la salud pública y las pensiones que deberá soportar la sociedad, y asegurar así el Estado de bienestar. Para lograrlo será necesario contar con la inmigración, ya que es una de las principales soluciones que se proponen.
El objetivo de esta investigación es presentar una visión general de la situación del mercado laboral europeo, haciendo hincapié en los objetivos de Lisboa en cuanto a desempleo, relaciones con el trabajo parcial y agencias de empleo. Porque uno de los objetivos principales de la Agenda de Lisboa, y uno de los que tienen más posibilidades de cumplirse, según Randstad, es elevar la participación en el mercado laboral hasta el 70%.
El otro gran objetivo, y menos probable, dice el citado estudio, es reducir el desempleo hasta el 4%. Teniendo en cuenta que en 2006 la tasa de desempleo era del 8,4%, y que era la más baja en dos décadas, parece difícil que la UE pueda cumplir con su meta. Para paliar esta situación y buscar distintas vías para frenar ese 'vacío laboral', la investigación apuesta por distintas alternativas.
Por un lado, incrementar el número de población activa. Esto sólo funcionará para países con un fondo de personas inactivas, como pueden ser las mujeres o los ancianos. Por otro lado, aumentar la edad de jubilación, aunque esto sólo mejoraría parcialmente el problema. También se pretende incrementar la productividad. Por ejemplo, aumentando el número de horas trabajadas a la semana. Es una opción realista especialmente para los trabajos de manufactura y para el sector de la agricultura. Sin embargo, es más difícil de conseguir este objetivo en el área de servicios.
La inmigración tendrá un fuerte efecto en los ratios de participación. Puede ser beneficioso tanto para el país invitado como el receptor. Sin embargo, sólo es útil si los inmigrantes ocupan las demandas insatisfechas del mercado. La inmigración temporal también ha de ser considerada.
El trabajo a tiempo parcial es cada vez más popular, especialmente entre los más jóvenes, incluidos los estudiantes. Un claro ejemplo es Holanda, donde casi la mitad de los empleados trabaja menos de 35 horas a la semana. Esta cifra alcanza entre un 30% y un 40% en el resto de Europa, excepto en los países del Sur y del Este. De hecho, la mayoría de las mujeres europeas trabaja menos de 30 horas a la semana.
El informe muestra además que los trabajadores a tiempo parcial son mayoritariamente mujeres (excepto en Dinamarca y en los Países Bajos) y que este tipo de empleo tiene mayor inserción entre los trabajadores menos cualificados. Sin embargo, lejos de la creencia general, la mayor parte de los trabajadores a tiempo parcial no desean un empleo a tiempo completo. El trabajo temporal es más habitual entre los jóvenes (de 15 a 24 años) y las mujeres. También es utilizado por aquellos perfiles cualificados más bajos, bien porque todavía están estudiando o porque les sirve como puerta de acceso al mercado laboral en el caso de que hayan abandonado sus estudios. Entre los inmigrantes, la temporalidad también es muy corriente ya que les permite el acceso al mercado laboral (especialmente en España, donde un 50% de los inmigrantes tienen un contrato temporal frente a un 24% de españoles).
Vacío laboral y financiación de pensiones
El envejecimiento de la población disminuirá el acceso de nuevos trabajadores al mercado laboral: si el ratio de empleo continúa en el 63,3%, el nivel de empleo en la UE disminuirá en 31 millones de personas. Para mantener el nivel de empleo constante, en estos momentos más de 195 millones de personas, la tasa deberá crecer por encima del objetivo de Lisboa del 75,5%. O lo que es lo mismo, el mismo número de personas en activo tendrán que financiar un mayor número de pensionistas. Además, el vacío laboral será mayor debido al escaso crecimiento de la población.El informe muestra unas previsiones preocupantes, ya que en caso de que no se permita la inmigración, la fuerza laboral de Europa tendrá una carencia de 55 millones de personas. Si se mantienen las fronteras como hasta ahora, la UE tendrá una carencia de 30 millones de personas en el 2050. Los inmigrantes están representados tanto en puestos de alta como de baja cualificación. En Austria, Italia, Irlanda y España la inmigración se ha doblado recientemente, mientras que en los Países Bajos la inmigración ha descendido desde 2004.