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Columna
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A la espera de que la Fed recorte tipos

La Reserva Federal bajará probablemente de nuevo hoy los tipos, hasta el 4,5%, un recorte de un cuarto de punto, según el autor. En su opinión, el objetivo inmediato es facilitar la recuperación de la economía de EE UU, aunque a medio plazo se comience a barajar una nueva subida del precio del dinero

La Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos decidió en septiembre recortar sus tipos de interés en 0,5 puntos, hasta el 4,75%, acompañando la publicación de la decisión con un comunicado que dejaba la puerta abierta a más descensos de tipos si fuera necesario. Seguía un recorte de emergencia de 50 puntos básicos en el tipo de descuento en agosto. La argumentación en la decisión de septiembre se centraba en la necesidad de aislar a la economía norteamericana de la incertidumbre por la crisis en los mercados de dinero y crédito.

En definitiva, una decisión preventiva de gestión de riesgos. Y el mayor riesgo ahora se centraba en la economía norteamericana, atenazada por el ajuste en la vivienda. Según Ben Bernanke, un lastre 'significativo' para el crecimiento para los próximos meses. No sólo 2007. Es cierto que la autoridad monetaria norteamericana aludía también en el comunicado al riesgo de inflación, pero la moderación observada en las expectativas de inflación y las presiones competitivas lo siguen limitando. La balanza se inclinaba pues hacia los riesgos para el crecimiento frente a los riesgos para la inflación. Y este desequilibrio se mantiene en estos momentos.

Nosotros esperamos que la Fed vuelva a recortar sus tipos de interés en su reunión de hoy. Cierto que tampoco nos extrañaría que se decidiera por aplazar la decisión, aunque manteniendo un discurso bajista para el futuro inmediato. De cualquier forma, nos inclinamos por que delimite el potencial recorte de tipos hasta 0,25 puntos, incluyendo también al tipo de descuento.

En momentos de incertidumbre lo fundamental es ser transparente y previsible. Sí, es una buena regla que todos los bancos centrales intentan cumplir. Pero lo cierto es que la Fed sorprendió a buena parte del mercado en septiembre al recortar los tipos más de lo esperado. Probablemente, la situación lo requería. La sorpresa pudo ser en este caso premeditada, potenciando así su efecto. Es más, es seguro que el coste de haber titubeado habría sido elevado en términos de prolongar las tensiones en los mercados de crédito y favorecer más caídas de las Bolsas. Aunque no tengo claro que entre los objetivos de la decisión estuviera la fuerte subida registrada de las Bolsas, lo cierto es que es bienvenida.

También la caída del dólar y la moderación de los tipos de interés de la deuda. Más la continua inyección de fondos al interbancario a tipos de mercado, todo en conjunto ha supuesto un importante balón de oxígeno para los agentes económicos. Norteamericanos e internacionales. Todo ha tenido su importancia para que ahora podamos afirmar que lo peor ya ha pasado. También para que no haya fuertes discrepancias sobre el escenario futuro al que nos enfrentamos (por cierto, reconozco que la coincidencia sobre el tema no me tranquiliza mucho).

Sí, la reacción de los mercados a la decisión de la Fed fue muy positiva. ¿Volverá a ocurrir con el nuevo recorte de tipos? De hecho, ¿hace falta un nuevo recorte de tipos ahora? No es una pregunta gratuita. Hace dos semanas el mercado otorgaba una probabilidad inferior al 30% a un descenso de tipos en esta reunión. Pero había casi unanimidad en que volverían a bajar antes de final de año. Sólo un comportamiento reciente más ambiguo de la Bolsa, casi pánico a finales de la semana pasada, para que las apuestas vuelvan a inclinarse por un recorte de tipos inmediato.

Lo peor ha pasado, probablemente, en la crisis de crédito. Los tipos de interés en el interbancario se relajan. Pero me temo que aún no hemos visto el suelo en los datos económicos en Estados Unidos. La economía norteamericana podría moderar su crecimiento hasta niveles del 1,5% en el último trimestre, casi dos puntos por debajo del crecimiento estimado en el tercer trimestre. Sí, mejor volver a actuar de forma preventiva ahora. Claro que algunos miembros de la Fed admiten que, con los precios del crudo, materias primas y el dólar en los niveles actuales, el coste de equivocarse al bajar los tipos demasiado rápido y/o de forma intensa es mayor.

No es extraño que algunos comiencen a barajar que la Fed suba de nuevo los tipos de interés en unos meses. El mayor riesgo que barajan a futuro es la inflación, por cierto no del todo ilógico cuando pensamos en los próximos años. Y no es algo que la Fed descarte de plano: ¿cuántas veces han repetido en las últimas semanas que estarán atentos en el futuro ante los riesgos para la inflación? El propio Alan Greenspan lo ha considerado como una amenaza cierta a medio plazo, también para el BCE. A medio plazo. A corto, por el contrario, el objetivo es facilitar la recuperación de la economía. Para ello es preciso aplicar una política monetaria más expansiva que la actual.

José Luis Martínez Campuzano. Estratega de Citi en España

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