Santander y sus socios se hacen con el 90% del capital de ABN
La oferta de Santander, Royal Bank of Scotland y Fortis de 72.000 millones de euros por ABN Amro ha logrado un respaldo mayoritario entre los accionistas de la entidad holandesa. Más del 90% del capital del banco ha acudido a la oferta del consorcio, frente al exiguo 0,2% que logró su rival británico Barclays Bank.
El pasado 21 de febrero las acciones de ABN Amro se disparaban en Bolsa un 6%, después de que el hedge fund TCI criticara duramente la magra evolución bursátil de los títulos del banco holandés, y pidiera a sus directivos que buscaran su fusión con otro gran banco, o vendieran algunas filiales, o trocearan la entidad.
Doscientos días después de las agoreras reclamaciones de este accionista díscolo, la cúpula directiva de ABN Amro puede respirar tranquila. Según fuentes cercanas a la operación, más del 90% del capital del banco ha aceptado la oferta de compra por parte de Santander, Royal Bank of Scotland (británico) y Fortis (belga-holandés), por algo más de 72.000 millones de euros, fundamentalmente en efectivo.
Los responsables de ABN, con el consejero delegado -Rijkman Groenink- a la cabeza, han seguido punto por punto las recomendaciones del fondo TCI. Primero anunciaron la fusión del banco con el británico Barclays, en una operación que valoraba la entidad entre 60.000 y 65.000 millones de euros. Después facilitaron la venta de Lasalle, la filial en EE UU, a Bank of America, para así aligerar la factura de Barclays.
Por último, y viendo que la oferta de Santander y sus socios superaba con creces a la del banco inglés, se declararon neutrales en esta venta pública de ABN Amro y aceptaron sin más la opción de trocear la entidad.
El consorcio de Santander informará hoy mismo, de manera oficial, sobre el apoyo recibido a su oferta pero, en cualquier caso, el grado de respaldo ha sido masivo. Los responsables del trío bancario esperan superar el 95% de aceptación. Si alcanzan este procentaje los accionistas minoritarios tendrían que vender forzosamente sus títulos al consorcio al precio que estableciera el Tribunal Supremo holandés.
Si los plazos se cumplen escrupulosamente, Santander y sus socios serán dueños de ABN -el banco más grande Holanda con 4.500 sucursales y presencia en 53 países- el próximo 17 de octubre. A partir de entonces, el consorcio tendrá 45 días para presentar a los reguladores holandeses un plan de transición que podría durar tres años por la complejidad del reparto de activos que llevarán a cabo los tres bancos.
Santander invertirá 19.900 millones para quedarse con el negocio en Latinoamérica, en especial Banco Real de Brasil, y con el italiano Antonveneta.
¿Podría convertirse HSBC en el siguiente banco troceado?
La compra de ABN Amro por Santander, RBS y Fortis, además de convertirse en la mayor operación de la historia bancaria, ha abierto la puerta de las grandes transacciones sindicadas. Hasta ahora, el riesgo en las operaciones corporativas era asumido por una sola entidad, aunque la financiación corriera a cargo de varios bancos. Pero la batalla por ABN ha sentado un importante precedente: ninguna presa es lo suficientemente grande para resistirse al ataque de un grupo bien organizado. El último en sufrir críticas amenzantes ha sido HSBC, el mayor banco de Europa con una capitalización de 163.000 millones de euros. La entidad, con 10.000 oficinas en más de 80 países, está siendo objeto de duros reproches por su visión estratégica. Dos importantes accionistas, el fondo de pensiones de los profesores jubilados de California (Calstrs) y los gestores de Knight Vinke, han enviado cartas a la cúpula directiva pidiendo que se focalicen en inversiones en Asia y vendan parte del negocio en Europa y América del Norte. HSBC ya ha rechazado estas críticas.