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Mercados

Hora H para Bernanke

Los inversores esperan con ansiedad que la Reserva Federal apruebe el próximo martes la primera bajada de los tipos de interés en más de cuatro años.

Los contratos sobre futuros de fed funds dan una elevada probabilidad a que la Reserva Federal de Estados Unidos apruebe un recorte de tipos de hasta 50 puntos básicos en la reunión del próximo martes 18. Una decisión de este tipo alteraría la esencia predominante de la política de la Fed durante el último lustro: que los movimientos en el precio del dinero, ya sean al alza o a la baja, se limitaran a un cambio de 25 puntos básicos. Los tipos están actualmente al 5,25%, cota que alcanzaron en junio del año pasado y de la que la Fed no ha querido moverse hasta la fecha. Con la crisis de crédito y confianza, el presidente la autoridad monetaria estadounidense, Benjamin Bernanke, afronta su primer gran desafío desde que juró el cargo, en enero de 2006. El hecho de que el mercado esté apostando por un descenso tan elevado indica la gravedad de la situación en la economía de EE UU. Llega la hora H para Bernanke.

'Si la Fed opta por rebajar los tipos por 50 puntos básicos hasta el 4,75%, esto indicaría que el problema en la economía es serio', confirma Peter Hensman, estratega de Newton, gestora de Mellon Global Investments. 'Pero, dado que la decisión está largamente descontada, es improbable que provoque una sensación entre los inversores, al estilo de que 'la Fed sabe algo que nosotros desconocemos', completa Hensman.

Los contratos de futuros descuentan recortes de entre 75 y 100 puntos básicos para finales de año para llegar a mediados de 2008 con una reducción de 125 puntos básicos, dejando el precio del dinero en el 4%, lo que devolvería los tipos a los niveles de finales de 2005. '¿Ha ido el mercado demasiado lejos?', se pregunta ABN Amro. La entidad reconoce que la actual crisis crediticia 'no tiene ningún paralelismo obvio en la historia monetaria reciente', pero, a modo de guía, recuerda lo que hizo la autoridad monetaria en las dos anteriores crisis de suspensión de pagos en el sector inmobilario (a comienzos de 1990 y del año 2000): 'En términos deflactados por la inflación subyacente la que descuenta elementos volátiles como el petróleo y los alimentos, la Fed llevó los tipos al área de 50 a 100 puntos básicos y los mantuvo allí durante tres años'.

Los futuros sobre 'fed funds' descuentan niveles del 4% para 2008

El estallido de la crisis de las hipotecas subprime, caracterizadas por el pobre historial crediticio del suscriptor del préstamo, es una manifestación de los excesos de apalancamiento cometidos a lo largo de los últimos años.

El verdadero alcance final de la crisis es toda una incógnita. De momento, ya se ha llevado varios miles de empleos en EE UU en el negocio de financiación hipotecaria. Las principales agencias de calificación (S&P, Moody's y Fitch) han sido puestas en el alero, acusadas de actuar tarde y en connivencia con los emisores de deuda. Las principales autoridades financieras han recordado a la comunidad inversora que no deben tomar los ratings como un sustituto de su propio criterio a la hora de acudir a la renta variable o a los bonos.

La situación es, en cierta medida, parte del legado del antecesor de Bernanke, Alan Greenspan. A raíz de los atentados del 11-S de 2001, la Fed llevó el precio a niveles de emergencia del 1%, donde permanecieron aproximadamente un año. La política acomodaticia de Greenspan mantuvo los tipos de interés reales negativos (por debajo de la inflación) durante prácticamente tres años y medio, desde mediados de 2002 hasta finales de 2005. El propio ex presidente ha reconocido ahora que desoyó los avisos de asesores sobre la burbuja que estaba emergiendo en el sector hipotecario y que no supo ver la crisis a tiempo. Ahora le toca a su sucesor lidiar con el problema.

La Fed ya actuó el pasado 17 de agosto al recortar el tipo de interés de descuento del 6,25% al 5,75%. La efectividad de esta medida es, sin embargo, cuestionable. Es el tipo de interés al que la Reserva presta el dinero a entidades con problemas. Las compañías solventes no necesitan, pues, acudir a la ventanilla de la tasa de descuento y los bancos con problemas tratan de evitar quedar marcados. El banco central avisó en un comunicado que está 'preparado para actuar cuando sea necesario, con el fin de mitigar los efectos adversos ocasionados en los economía por las turbulencias del mercado financiero'. Y Wall Street reclama medidas de mayor calado.

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