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Lunes de los fondos

La hora de los 'cazagangas'

Existen oportunidades en el mercado si la crisis se queda en una mera corrección

La otra cara de la reciente crisis de las hipotecas de alto riesgo, y su repercusión en las valoraciones de los mercados de renta fija y renta variable, es la de aquellos inversores que apuestan por que todos estos acontecimientos no son más que una necesaria corrección y que los mercados se recuperarán de forma destacada en el futuro próximo. Desde esta perspectiva se habría abierto la caza de gangas en pleno mes de agosto.

Según conocíamos recientemente, algunos de estos inversores no son precisamente inversores menores, ya que entre ellos estaría nada menos que uno de los hombres más ricos del planeta, el mítico financiero estadounidense Warren Buffett. Su supuesto interés por una compañía que se dedica fundamentalmente al negocio de las hipotecas, Countrywide Financial, y otra energética como TXU Energy, que también ha sufrido en los últimos tiempos ante el temor de que la crisis del crédito se extendiera a la economía en general y por tanto al consumo de energía, dejaría claro que es precisamente en compañías de algunos de los sectores más castigados donde el Oráculo de Omaha ve actualmente mayor valor.

Estos movimientos de compra podrían asociarse también a esa corriente de inversión que se ha dado en llamar contraria y que no es otra cosa que básicamente hacer lo contrario de lo que la masa de inversores hace en cada momento. Podría asimilarse asimismo a esa teoría que dice que los mercados siempre sobre reaccionan a los acontecimientos y que por tanto es posible aprovecharse de esos movimientos excesivos.

No obstante, todo esto no son más que generalidades, ya que cada situación es diferente y en estos momentos nadie sabe si estamos ante una crisis de grandes dimensiones o ante esa supuesta pequeña y saludable corrección. Incluso en cualquiera de estos dos posibles escenarios siempre habrá oportunidades concretas de inversión en el mercado.

Lo que es seguro es que para el inversor más arriesgado se han abierto interesantes posibilidades de inversión que podrían proporcionar pingües beneficios en el supuesto de que estemos ante el escenario de saludable y contenida corrección.

Si bien la caza de oportunidades se puede materializar mediante la compra de concretos tipos de activo o valores bursátiles, también es posible realizarlos a través de carteras de fondos de inversión.

Las dos propuestas, sólo aptas para los inversores más atrevidos, son la de los fondos de Bolsa que invierten en compañías del sector inmobiliario y/o constructoras y la de los fondos que invierten en bonos high yield o bonos basura, como se les conoce en el argot financiero. Son dos de los activos que más han sufrido en las últimas semanas pero también de las que pueden disfrutar de un rebote más pronunciado si las turbulencias actuales terminan por diluirse sin mayores consecuencias.

La oferta no es precisamente escasa, sino todo lo contrario ya que Lipper tiene registrados 20 fondos principales que invierten en compañías del sector inmobiliario europeo, otros tantos con un ámbito de inversión geográfico global y cuatro que lo hacen en el delicado mercado estadounidense. Claramente el grado de riesgo mayor esta en este último, ya que en realidad todavía estar por ver cuál es el efecto real de las hipotecas de alto riesgo estadounidenses sobre el mercado europeo.

Respecto a los fondos de renta fija de alto rendimiento hay que señalar que el movimiento ha sido brutal, ya que el diferencial de rendimiento con la deuda pública de calidad se han incrementado en cerca de 200 puntos básicos (o lo que el lo mismo, un 2%) en poco más de un mes y medio. Esto ha tenido un efecto negativo muy fuerte en los precios de este tipo de activo y, en consecuencia, en los valores liquidativos de estos fondos.

Por ello, el potencial de rebote es también considerable si la situación mejora, aunque hay que puntualizar que desde un punto de vista histórico, este tipo de deuda de alto riesgo había alcanzado valoraciones récord y que los diferenciales actuales están en línea con niveles medios de más largo plazo. Quizás en este caso concreto es posible que la situación anterior, por la que este riesgo de crédito se había llegado a valorar de manera tan favorable, era poco realista.

Las dos opciones señaladas no son ni mucho menos las únicas. Apuntamos, por ejemplo, los fondos de renta variable que invierten en el sector bancario y financiero. El sector financiero en general ha sufrido un severo castigo en Bolsa por su alta exposición al negocio de crédito, pero si la actividad económica global finalmente no se resiente, los resultados empresariales de los próximos trimestres pueden ser un revulsivo para la subida de sus precios bursátiles.

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