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Mercados

Claves del efecto dominó crediticio

¿Por qué caen tanto las Bolsas internacionales?

Por miedo a una crisis crediticia. El temor es que las entidades financieras dejen de prestar dinero al ritmo al que lo han hecho últimamente, o lo hagan a tipos de interés muy altos. El efecto de una crisis crediticia sobre la economía es muy duro y actúa directamente sobre el consumo y la inversión de empresas y particulares.

Si el panorama es tan complicado, ¿por qué la Bolsa subió tanto el martes y el miércoles?

La situación es de una gran incertidumbre. No se puede conocer el impacto de la crisis hipotecaria, pues este impacto es en gran medida psicológico. Además, si se obvia este problema, el contexto para los mercados es positivo. De ahí que la percepción de los inversores cambie tan violentamente.

¿Cómo empezaron estos problemas?

En el mercado hipotecario estadounidense. La caída del precio de la vivienda y la subida de tipos de interés provocaron un aumento de los impagos en las hipotecas de mayor riesgo, concedidas a personas con peor historial bancario y llamadas subprime. Esto provocó, a finales de junio, la quiebra de dos fondos de Bear Sterns que, de forma muy agresiva, invertían en deuda vinculada a este tipo de hipotecas.

¿Qué pasó después para que se extendiesen los problemas?

A continuación todo el mercado de deuda se vio afectado en el típico efecto bola de nieve de los mercados. De repente, los inversores dejaron de querer este tipo de activos, lo que provocó el desplome de los precios. El efecto se extendió a otras clases de deuda empresarial; el tipo de interés adicional -sobre el de los bonos del Tesoro- que se exige en emisiones de deuda de empresa empezó a subir, lo que puso en peligro operaciones empresariales y aumentó aún más la aversión al riesgo del inversor.

¿De qué tenía tanto miedo el mercado?

Hay dos efectos multiplicadores. En primer lugar, la sofisticación de la industria financiera hace que el riesgo de estas hipotecas subprime se trasladase a activos titulizados que se compran y venden en el mercado y que es donde invertían los fondos de Bear Sterns. En estos activos se mezclan hipotecas de más riesgo con hipotecas más seguras para facilitar su colocación. De este modo, un tramo pequeño de hipoteca subprime contagia a una emisión de mucho más tamaño. En segundo lugar, fondos como los de Bear Stearns pedían dinero prestado para comprar estos activos, luego las pérdidas de valor se multiplicaban por ese efecto.

¿Por qué ha tardado tanto en estallar?

En realidad, ha sido un contagio por fases. Primero se secó el mercado de titulización y después el de deuda empresarial, por la aversión al riesgo de los inversores. Cada vez han dado la espalda a más categorías de inversión, que se han quedado, literalmente, sin dinero.

¿Por qué y cómo ha intervenido el BCE?

En realidad, el BCE ha prestado dinero al mercado para ajustar los tipos de interés interbancarios a su objetivo, el 4%. La crisis había provocado que los bancos dejasen de prestarse el dinero entre ellos y eso tiró al alza de los tipos básicos. El interbancario es la base de todo el sistema crediticio, y aunque las autoridades monetarias han señalado que la aversión al riesgo no es mala, sí es preocupante que se seque también un mercado que se considera libre de riesgo.

¿Qué perspectivas hay a partir de ahora?

La situación es impredecible. La inyección de liquidez puede mitigar los miedos del sector financiero y, como en 1998 tras la crisis del fondo LTCM, apagar el incendio. Pero también es posible que el mercado ahonde en su espiral bajista, de forma que el miedo a la crisis crediticia termine por generar esta crisis y los efectos se trasladen a la economía real en forma de menos créditos al consumo, a la empresa y menos hipotecas. O puede darse un término medio.

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