Esta adquisición, cuyo precio de compra incluye 256 millones de euros para asumir la deuda neta, permite a Eon ampliar considerablemente su negocio de energía eólica, especialmente como complemento para las actividades futuras del grupo en España, cuando se concrete su adquisición de Viesgo y activos de Endesa, en el marco del acuerdo con Enel y Acciona.
E2-I genera electricidad a partir de renovables en España y Portugal con una capacidad neta en funcionamiento de unos 260 MW. La mayor parte de dicha capacidad está representada por modernos parques eólicos, y algunas centrales hidroeléctricas y de biomasa componen el resto.
Eon pujaba por estos activos de la danesa Dong junto al consorcio integrado por Eufer (Enel y Unión Fenosa) y EDP, la también alemana RWE, General Electric y el fondo australiano Babcock Brown.