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Una inversión de 30 millones para la versión madrileña de Rock in Río

Movistar y El Corte Inglés, entre los patrocinadores del festival en 2008 sobre el cambio climático

Una inversión de 30 millones para la versión madrileña de Rock in Río
Una inversión de 30 millones para la versión madrileña de Rock in RíoCinco Días

Llega la marca Rock in Río a Madrid. Los días 27 y 28 de junio y 4, 5 y 6 de julio de 2008 se celebra en Arganda del Rey (ubicación aconsejada por la Comunidad de Madrid) el festival musical importado de Brasil. Y lo hace con poderío económico. Un presupuesto de 30 millones de euros, cubierto al 50% por cinco grandes patrocinadores. Movistar será el espónsor principal. El pasado viernes se supo que El Corte Inglés se unía al encuentro, retransmitido a 60 países.

'Esto es un evento comercial', asegura categóricamente Roberta Medina, carioca de 29 años. Ella es vicepresidenta ejecutiva de la marca Rock in Río e hija de Roberto Medina, promotor y fundador del primer festival de Río de Janeiro en 1985. Una fiesta 'mainstreaming' (que sigue la corriente dominante) y 'familiar', según Roberta, alejada de los encuentros más alternativos como el Festival de Benicàssim, ViñaRock o el Sonar, enfocado a los más modernos.

De hecho, el origen del festival se remonta a una estrategia comercial de la cerveza brasilera Brahma para rejuvenecer su marca. Roberto Medina, dueño de una agencia de comunicación, vio la oportunidad de transformar su sueño de incluir a Río dentro del circuito mundial de la música e imitar a los recitales de Woodstock. El resultado fue un éxito. 1.380.000 personas vivieron en directo la música de Queen, Ozzy Osborne, Rod Stewart, AC/DC o Iron Maiden. En 1991 Coca-Cola quiso hacer frente a la poderosa estrategia comercial de Pepsi en Brasil y apoyó el Rock in Río II. El macroevento no volvió hasta 2001. Esta vez con una idea social como excusa: 'Rock in Río por un mundo mejor'. 'Vimos que los proyectos sociales podrían mejorar la marca para las empresas que participen en el festival', asegura la joven vicepresidenta.

El gran salto fue llevar el evento 'Por un mundo mejor' a Lisboa en 2004. Entonces en Brasil les llamaron traidores. Pero ellos sabían lo que hacían. Era la puerta de Europa. El siguiente paso, llegar a Madrid, 'la puerta del mercado internacional', según Medina, de forma simultánea a la capital portuguesa. Se acercan así al objetivo de convertir el festival en un evento global en 2014. En Madrid el leitmotive del encuentro -como el Live Earth promovido por Al Gore, ex vicepresidente de EE UU- será la lucha contra el cambio climático. Entre un 2% y un 5% de las ventas de entradas se donarán a un proyecto ambiental, en asesoramiento con la Fundación Natura. Un buen pellizco si se tiene en cuenta que se espera alrededor de 500.000 espectadores que pagarán 60 euros por tique.

En Rock in Río Madrid trabajan 20 personas actualmente, que se convertirán en 300 a dos semanas de celebrarse y en 10.000 empleos en los días de conciertos. Lo más espectacular que dejará en Madrid la inversión de este festival será la Ciudad del Rock, diseñada por el arquitecto João Uchôa. 200.000 metros cuadrados con tres escenarios donde actuarán 20 grupos internacionales, 20 de España y 25 DJ (el cartel no se conocerá hasta marzo de 2008), además de una carpa de moda, 30 tiendas, un espacio para niños y una zona radical con una pista de nieve. ¿Nieve en Madrid y en julio? La idea ha provocado una 'discusión interna', porque a pesar de que no consume 'mucha energía', según Medina, la imagen puede que no sea la más ecológica en un evento contra el cambio climático.

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