Los efectos de la liberalización comercial
Los expertos creen que la nueva directiva de servicios permitirá que el pequeño comercio siga creciendo al margen de las grandes superficies.
El 28 de diciembre de 2009 tendrá que estar transpuesta en los 27 países miembros de la Unión Europea la directiva de liberalización de servicios, de la que quedarán excluidos los relacionados con el transporte y la sanidad. Esta norma trata de garantizar la libre circulación de empresas entre países miembros y eliminar algunos de los instrumentos que tenían las comunidades autónomas, como el establecimiento de moratorias, con el objetivo de regular el crecimiento del sector.
Cuatro representantes autonómicos y el director general de la patronal de medianas superficies comerciales debaten en un desayuno de trabajo organizado por Cinco Días sobre este asunto y la repercusión que la nueva ley va a tener sobre el comercio.
Ignacio García, director general de la Asociación Española de Distribuidores, Autoservicios y Supermercados (Asedas), hace una breve introducción sobre la actual legislación y cómo habrá que modificarla hasta el año 2009. 'La regulación de la distribución comercial en España es muy similar a la de otros países europeos, ya que fundamentalmente regula las licencias de apertura, los horarios o las ventas a pérdida. La normativa vigente ha permitido un crecimiento muy importante de todo el sector. Todos los formatos, sin excepción, han crecido más que la media europea. Un buen ejemplo es que las aperturas de formato grande en España en 2006 supusieron la misma cantidad que todas las que se hicieron en Francia, Italia y Alemania en el mismo periodo de tiempo'.
En su opinión, el sector ha crecido mucho durante la última década, pero todavía tiene margen para crecer, incluso con la nueva directiva. 'La superficie instalada en metros cuadrados ha crecido un 27% entre 2000 y 2007. Esto ha permitido que el sector de la distribución haya crecido con fuerza y sea competitivo', apunta.
Para reforzar esta idea, García apunta que existe una gran oferta comercial en España, 'lo que ha permitido que dispongamos de los precios más bajos de la UE-15 en bebidas y alimentación'. Incluso dos países de la ampliación a 27 tienen los precios más altos, subraya. Además matiza que el sector ya ha hecho una gran parte de los deberes en cuanto a la eliminación de barreras para la libre instalación de empresas procedentes de otros países. 'De las diez empresas más grandes que operan en España, cuatro vienen de otros países miembros y tienen una cuota de mercado muy importante. Si el objetivo primordial de la directiva de servicios es ese, el sector en general no tendrá que hacer un esfuerzo muy grande para aplicarla'.
Precisamente, ese trabajo le va a corresponder a las comunidades autónomas, que serán las que tendrán que transponer a sus ordenamientos todos los mandatos incluidos en la nueva directiva. Entre ellos destaca el hecho de que para la concesión de licencias, el Gobierno pide que los proyectos se adecuen a un ordenamiento urbanístico que respete el medio ambiente y la protección de los consumidores.
Sin embargo, la aplicación de estos criterios estará sujeta a las especificidades propias de cada región. La densidad de población, la orografía del territorio, la dispersión geográfica o la población rural pueden ser factores que sirvan para establecer excepciones en cuanto cómo se ordena la distribución entre el pequeño comercio, los medianos y los grandes.
Antes de desglosar las medidas que han puesto en marcha para ir poniéndose al día con la directiva, los cuatro responsables autonómicos coinciden en dos ideas. La actividad comercial derivada de la distribución es básica para la economía de las comunidades autónomas, ya que, en líneas generales, representa un 10% del PIB regional y un 10% del empleo. 'No es solo una actividad económica, es una actividad estructurante de la vida urbana y rural', apunta Rodrigo García, viceconsejero de Comercio del País Vasco.
El segundo punto de coincidencia se refiere al hecho de que la aplicación de la directiva no va a mermar la capacidad regulatoria de las autonomías sobre el sector. 'La puesta en marcha de la directiva de servicios no va a suponer que las comunidades autónomas no podamos regular cómo se establecen los distintos formatos del sector comercial. No es cierto, hay que acabar con esa leyenda', señala García.
El urbanismo comercial va a ser el eje sobre el que va a configurarse el sector en los próximos años. Es decir, cómo conciliar la supervivencia del pequeño comercio y la instalación de grandes superficies comerciales. Córdula García, directora general de Comercio de Castilla y León, asegura que la ordenación urbanística es y será vital en un comunidad como la suya, 'la más amplia de la Unión Europea, con poca población y mucha dispersión geográfica'.
Por este motivo, el objetivo del Departamento que dirige pasa por mantener el equilibrio entre pequeñas y grandes superficies. 'Además tenemos muchos pueblos con poca población donde el comercio tiene un fin social y tampoco queremos que se pierda ese concepto de comercio de proximidad', apunta.
Interés general
Desde el País Vasco se comparte esa visión, aunque con ciertos matices. El viceconsejero de Comercio señala que se va a seguir apostando por un sistema dual de comercio, pero siempre defendiendo un interés general. 'El comercio es un sector económico a proteger, especialmente en el sector urbano. Los grandes almacenes y los centros comerciales dan vida a las áreas residenciales y a las zonas de periferia y son perfectamente complementarios con el pequeño comercio en los centros urbanos'. Rodrigo García apunta que han delimitado dos ámbitos de actuación. La ordenación territorial y la limitación de la expansión urbana.
'Queremos limitar el tamaño de los grandes contenedores comerciales periféricos para que no puedan sobrepasar los 25.000 metros cuadrados bajo techo'. En su opinión, éste es un modelo muy saturado y el suelo es un bien a defender es nuestra comunidad.
En el caso de aquellas superficies que tengan más de 700 metros y pertenezcan a grandes empresas, los ayuntamientos podrán determinar que se ubiquen en las zonas donde abunden pisos, en nuevas áreas residenciales o en las nuevas zonas de desarrollo urbanístico'. El objetivo de todas estas políticas, dice García, es hacer un modelo de ciudad respetuosa con el entorno y con el medio ambiente. 'Queremos dirigir los proyectos al entorno urbano y le vamos a pedir a los promotores que los proyectos no tengan impacto sobre la red viaria y el transporte de personas'.
La necesidad de ordenación urbanística es especialmente sensible en aquellas comunidades con escasez de suelo. Un buen ejemplo es el de Canarias, tal y como recuerda Arturo Cabrera, director general de Comercio del Gobierno de Canarias, 'donde el 40% de nuestro territorio está protegido y en algunas de nuestras islas ese porcentaje llega al 50%. Si a esto se le suma que el comercio minorista representa el 57% del total del comercio, es una muestra de que hemos ido un poco a contracorriente'.
Ante estas especificidades y la nueva regulación comunitaria, el Gobierno de Canarias aprobó un decreto en 2005. 'En el decreto establecíamos la obligación de que las superficies comerciales que se ubicarán en las afueras de las ciudades debían contar con informes preceptivos de los Cabildos que garantizasen las comunicaciones'. Cabrera recuerda también la importancia de crear un modelo comercial urbano, que dé vida a las ciudades y evite el proceso de desertización urbana que se produjo hace 15 años. 'Queremos crear un modelo en el que cuando se termine la actividad comercial, haya una oferta complementaria de ocio y restauración'.
El consejero de Economía de Cantabria, Ángel Agudo, pone el acento en el pequeño comercio. 'En una de mis primeras intervenciones como consejero, les dije a los pequeños comerciantes que nuestra política comercial no iba a proteger al pequeño a comercio, sino que le iba a ayudar a crecer. Ahora ya hay más de 1.200 establecimientos que utilizan el correo electrónico'.
Sin embargo considera necesario el equilibrio en la distribución comercial para que sirva de motor económico de la región. Así recuerda como el gobierno regional perdió la oportunidad de que Ikea instalará su centro del norte en Santander. 'Ahora hay uno en Oviedo y otro en Baracaldo. Para nosotros habría sido una oportunidad, porque habría desarrollado una trama comercial y habría servido para subir el impacto comercial y habría atraído otras inversiones'.
Horarios comerciales
Aunque no está incluido en la directiva, el asunto de los horarios comerciales, surge en el debate. Agudo se muestra, al igual que los demás expertos, contrario a la total liberalización de horarios comerciales (en la actualidad, pueden abrir un mínimo de doce festivo y las comunidades pueden bajarlo hasta ocho). El viceconsejero del País Vasco señala que han fijado el mínimo de 8 festivos y que en su región no abre ninguno. 'Abrir los domingos conlleva unos costes muy fuertes para los establecimientos y además no se vende más por abrir un día más', señala.
No obstante, hay algunas comunidades que abogan justamente por lo contrario, a pesar de que ya abren 20 festivos al año, la cota más alta de todas las regiones. Es el caso de Madrid. En su discurso de investidura, la presidenta regional, Esperanza Aguirre, abogó por seguir profundizando en la liberalización de los horarios comerciales 'para que la distribución se adapte a la nueva realidad social'.
Cambios en el modelo de consumo
El modelo de expansión de los formatos comerciales va a cambiar a corto plazo. La construcción de grandes superficies comerciales en las afueras de las ciudades empieza a estar en declive, según apuntan los expertos, y empieza a tomar cuerpo la apertura de tiendas especializadas y mercados que revitalicen los cascos históricos.'La apertura de tiendas que aportan un valor añadido, a través del estilo o la calidad está revitalizando el comercio en el centro de las ciudades', asegura Córdula García, directora general de Comercio de Castilla y León. No obstante, el viceconsejero de Comercio del País Vasco, Rodrigo García, recuerda la importancia de las grandes superficies para dinamizar las compras en las pequeñas. Así recuerda el cierre de una gran superficie en el País Vasco, tras el que transcurrieron seis meses hasta que otra ocupó su sitio. 'En ese tiempo, el pequeño comercio languideció y cuando volvió a abrir la gran superficie, el pequeño comercio floreció'.El consejero delegado de Asedas, Ignacio García, confirma que se está resurgiendo la construcción de mercados tradicionales, que van ligados a la apertura de supermercados en su interior. 'Es un ejemplo de una oferta complementaria, en el que los productos frescos se compran en el mercado y los productos elaborados en el supermercado', señala.García también apunta al fuerte crecimiento de la compra de proximidad ante el descenso en el número de hijos, el envejecimiento de la población y los cambios en la manera de comparar. 'Los supermercados han hecho valer la proximidad cuando han alcanzado suficiente volumen para competir en precios'.