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Tribuna
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¿Sólo un 10% en renta variable?

El Gobierno ha previsto invertir un 10% del Fondo de Reserva de la Seguridad Social en renta variable. La noticia ha creado estupor entre el personal. ¿Pero no nos habían dicho que la Seguridad Social quebraría un día de éstos?, ¿no nos bombardean constantemente para que hagamos nuestro plan de pensiones, al menos los que no pagan hipoteca? Y ahora resulta que hemos ahorrado 43.000 millones de euros. Qué misterios tiene la economía. Bueno, no se pongan nerviosos, que lo explicamos rápidamente. Los ingresos de la Seguridad Social son las cotizaciones y los pagos las prestaciones a que tienen derecho los ciudadanos. Se pueden hacer proyecciones año a año de los ingresos futuros según las previsiones de empleo y de cotización y de los pagos según la pirámide de edad, la esperanza de vida y el cálculo de las prestaciones devengadas por la población. Como pueden imaginarse, estos cálculos -los llaman actuariales- tienen su miga y cada estudio pone una fecha distinta al momento en que los pagos superarán a los ingresos, pero que parece estar como mínimo dentro de 15 o 20 años. Esto relajará a los lectores mayores de 90 años y preocuparía a los menores de 20 que no creo se aburran leyendo este artículo. Por lo tanto, de momento, vamos acumulando los excedentes obtenidos hasta hoy que no se necesitarán, como mínimo, hasta dentro de 15 o 20 años.

Entonces, si no necesitamos este dinero, ¿dónde lo invertimos? Mire, haga una prueba si no la ha hecho ya. Vaya a una entidad financiera diciendo que tiene 45 años (si es muy evidente que no es cierto busque un amigo que los tenga) , y diga que quiere invertir para su jubilación dentro de 20. Le aseguro que la respuesta será que la cartera que a usted le interesa, como mínimo, debería tener un 50% de renta variable, bien diversificada claro. Pues bien, el Fondo hasta hoy ha estado invirtiendo en deuda del Estado. Invertir en deuda del Estado español es muy simple. Basta con comprar al Tesoro las emisiones deseadas y esperar pacientemente al vencimiento. Ningún riesgo. El gestor del fondo, dada la calma, puede dormir 11 horas seguidas sin despertarse. El único problema es que la rentabilidad que puede obtener el que quiere dormir 11 horas sin sobresaltos no puede entrar en los récords Guinness, excepto que quiera hacerlo como el fondo menos rentable del mundo. En efecto, parece que la rentabilidad ha sido de un 4% anual acumulativo. Y a estas alturas, si ha llegado a esta línea sin pasarse al sudoku, puede preguntarse ¿y a mi qué me importa todo esto? Pues mucho amigo, porque si usted invierte hoy 100 euros al 4% anual acumulativo obtiene 219 dentro de 20 años, pero si lo hace al 6% tendrá 321 , es decir casi un 50% más. Y no olvide que el Fondo de Reserva puede necesitarse para periodos futuros de dificultad, con lo que no será lo mismo tener 219 euros que 321. Entonces, ¿qué hacer?

De entrada mirar lo que hacen los otros, no vayamos a inventar la rueda. Sorpresa, sorpresa. Tanto los fondos de pensiones de los países más avanzados como los grandes fondos de pensiones de empresas públicas o de instituciones invierten una cantidad notable de su patrimonio en renta variable. Así Irlanda un 70%, Suecia un 60%, Finlandia un 40%, Francia otro 60%. Los grandes fondos estadounidenses o canadienses (Calpers, etcétera) también llegan al 60%. Y no sólo esto, sino que la mayoría diversifican todavía más en deuda emitida por empresas, que tienen más riesgo que la emitida por los Estados pero es más rentable, y en inversión alternativa, que permite disminuir el riesgo de una cartera incrementando la rentabilidad en 200 o 300 puntos básicos respecto a la rentabilidad libre de riesgo.

Debemos exigir a los gestores de nuestro dinero que inviertan el fondo de la Seguridad Social de la forma más eficiente posible

Otros llevan más lejos la diversificación y añaden a sus carteras acciones de empresas no cotizadas e incluso inversiones inmobiliarias. Y claro, obtienen rentabilidades del 8% al 10% anual.

Por lo tanto, desde aquí pido al Gobierno que sea un poco más audaz y no se limite al 10% de renta variable. Algunas observaciones de la oposición, en el sentido de poner el miedo en el cuerpo de los sufridos electores anunciando que esta medida supone jugar con nuestras pensiones, serían un buen chiste si no fuera por la sensación de hartazgo que tenemos de las manifestaciones de demasiados políticos. Sean un poco serios y dejen los intereses partidistas de lado, aunque sólo sea un ratito (como les pedimos a veces a los niños que se estén quietecitos). Como futuros pensionistas debemos exigir a los gestores de nuestro dinero que lo inviertan de la forma más eficiente posible, aprovechando los instrumentos financieros a su disposición y maximicen la rentabilidad de los fondos, obviamente con un riesgo definido y que debe ser moderado.

Otra cosa es cómo debe instrumentarse esta inversión, cómo se reparte, cómo se elige a un gestor de fondos, cómo se prescinde de él si no lo hace bien, cómo nos aseguramos que no se hacen inversiones políticas ni en empresas no respetuosas con el medio ambiente o sin códigos de responsabilidad corporativa. Afortunadamente ya no me queda espacio en este artículo porque, les confieso, aún no tengo las respuestas.

Jordi Fabregat. Profesor de Finanzas de Esade

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