'Hay más demanda de seguros de protección de pagos '
Además de las coberturas contra el alza de tipos de interés, existen otras fórmulas con las que proteger a la hipoteca de la amenaza más temida: el desempleo o, en el caso de los autónomos, una incapacidad temporal que impida hacer frente al pago mensual de las cuotas. La multinacional Genworth Financial lleva más de diez años en España diseñando los seguros de protección de pagos que luego las entidades ofrecen a sus clientes. Trabajan con 77 entidades y cuentan con 1,3 millones de asegurados en el mercado español.
¿Cuál es ahora el principal temor a futuro que tienen los clientes al suscribir una hipoteca? ¿Hay más inquietud por quedarse en el paro o por el alza de tipos?
Opinamos lo que hace unos meses. El alza de tipos afecta de forma colateral al pago de la hipoteca pero no tendrá en un futuro próximo una incidencia directa en un repunte de la morosidad. La morosidad a día de hoy no nos preocupa. Sí ha habido un repunte, es evidente, a finales de 2006, en particular en hipotecas, que ha repuntado suavemente hasta el 0,41%. En las cajas es un poquito superior pero es un proceso lógico, derivado del incremento de los tipos. En cualquier caso, entendemos que las entidades tienen un grado de cobertura suficiente para soportar ratios de morosidad muy superiores.
Después de nuestros análisis de elasticidad de la mora con respecto a distintas variables macroeconómicas, entendemos que la que más afecta en la morosidad es sin duda una falta de generación de ingresos, ya sea el desempleo o un accidente o una enfermedad en el caso de un autónomo que le impida desarrollar su actividad.
¿Notáis una mayor demanda, propiciada por las ofertas de las entidades financieras, aunque no observéis por ahora un riesgo sobre la morosidad?
A día de hoy no hay un peligro real pero la vida de la hipoteca es larga. Es verdad que las entidades financieras buscan mecanismos de protección que les permitan hacer una gestión de riesgos más eficaz. Sí vemos que ha habido, sobre todo en los últimos tres años, un interés muy importante alrededor de este seguro como mecanismo de protección contra la morosidad. A su vez también hay una percepción mayor por parte del asegurado del valor social que tiene este seguro. Es una garantía de que podrán hacer frente a sus principales gastos en caso de desempleo o de incapacidad temporal. Es un producto que se está conociendo mucho más entre el consumidor final y está generando mucho interés. La relación de valor añadido del producto respecto al precio es muy interesante para el asegurado y como a su vez protege a la entidad financiera, pues estamos viendo un notable incremento en nuestras ventas.
Pese a que el repunte de la morosidad es escaso, ¿se está activando la protección de los seguros por impago? ¿Cómo está evolucionando su siniestralidad?
Estamos teniendo la siniestralidad esperada, que se deriva de la madurez del producto, no hemos visto repunte. Vemos más siniestros en el segundo y tercer año de vida de la hipoteca, pero es lo normal. No nos ha llamado la atención por su frecuencia. Vemos que los casos de desempleo o invalidez duran entre 7 y 8 meses, que es la media de nuestra cartera. Y sí vemos que las entidades están imponiendo criterios más exigentes en la concesión de hipotecas.
¿Qué porcentaje de clientes solicita este seguro de protección de pagos?
Estamos viendo de media alrededor de un 20 ó 25% en hipotecas y del 35% en préstamos al consumo. Es un proceso lógico de convergencia con otros países europeos, como Gran Bretaña o Italia, donde el índice de aseguramiento es superior al 50%. En España, hacemos mucho hincapié en que se le explique al cliente las bondades del producto. El seguro hipotecario y el de consumo están creciendo proporcionalmente igual, pero el grado de aseguramiento, su penetración, es mayor en consumo. También está creciendo mucho la protección del crédito revolving de tarjetas.
¿Qué coste tiene para el cliente la contratación de un seguro de protección de pagos?
Depende de las entidades, sobre todo del volumen de créditos que realizan y del tipo de perfil del cliente. Y depende también de la duración del préstamo, si es de consumo. Es una tasa única independiente de la edad y del sexo. Lo importante es que sea simple en su venta. El coste viene a ser entre 6 y 8 euros mensuales en crédito al consumo y superior en el hipotecario. Para una hipoteca media de 130.000 euros, el precio del seguro puede ser de 7 a 10 euros al mes. Este coste se financia a lo largo de la vida del préstamo, con lo cual el impacto mensual se minimiza, queda incluido en las cuotas que se pagan. Cuando se hace necesario activar el seguro, el asegurado recibe una prestación equivalente a su cuota hipotecaria o del préstamo al consumo. Según el producto, lo estándar son 12 mensualidades consecutivas, o también 24 meses ó 36.
¿Qué valoración hace de la cartera crediticia de las entidades financieras españolas y sus niveles de riesgos?
Llevan políticas muy rigurosas, tanto cajas como bancos, En eso no hemos visto diferencias entre un tipo de entidades y otras. Incluso en los últimos meses se han hecho más exigentes en la concesión de créditos, pero también en la gestión los mismos. Y vemos que la solvencia de las entidades, tanto bancos como cajas, es más que suficiente para los actuales ratios de morosidad.
¿Por qué le interesa a una compañía internacional como Genworth un mercado como el español, con baja morosidad y elevadas tasas de cobertura?
Creemos mucho en el potencial de crecimiento del producto de protección de pagos en España. Sigue una progresión lógica y paralela a otros países, y de hecho lo estamos constatando. Y los asegurados y las entidades quieren protegerse de las eventualidades que generan mayor preocupación en los españoles, como el desempleo y la incapacidad temporal en los autónomos.