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Internacional

Zoellick aboga por la conciliación tras ser nominado para presidir el Banco Mundial

Robert Zoellick tiene ante si la inmediata labor de curar las heridas abiertas en el Banco Mundial con la contenciosa presidencia y escandalosa dimisión de Paul Wolfowitz, y así lo admitió ayer cuando fue oficialmente nominado por George Bush para liderar esta institución. Zoellick, ex representante de comercio de EE UU, aceptó ayer que ha habido 'dificultades', 'frustraciones ansiedades y tensiones del pasado que pueden afectar al futuro', pero en un tono conciliatorio dijo que había 'remedio'.

Quien presidirá desde el 1 de julio el banco para el desarrollo dijo que los mejores días de la institución 'están por llegar' y expresó su deseo de hablar con los expertos y donantes del banco.

El presidente de EE UU reconoció en Zoellick su compromiso internacional y alabó su carrera diplomática y económica 'que le ha preparado bien para el puesto'. Según Bush, el nominado tiene la 'confianza y el apoyo de los líderes de todas las regiones'. Alemania y Francia fueron los primeros países en celebrar la elección, consensuada internacionalmente por el secretario del Tesoro.

Aunque Zoellick ha sido una figura relevante en tres administraciones republicanas, y más en la de George W. Bush, la percepción que se tiene de él es radicalmente distinta a la que se tiene de Wolfowitz. A diferencia de su predecesor, íntimamente relacionado con la puesta en marcha y ejecución de la impopular guerra de Irak, Zoellick no es un ideólogo por más que esté muy cercano a la familia Bush.

Al repasar su currículum durante su nombramiento, el presidente mencionó su papel en la reunificación alemana desde el departamento de Estado, su puesto como segundo del jefe de gabinete de su padre, George H. W. Bush, sus negociaciones para la revisión de la deuda latinoamericana, el lanzamiento de la ronda de Doha tras el 11S y las negociaciones de entrada de China en la OMC.

Antes de desembarcar en la vicepresidencia de Goldman Sachs, Zoellick había sido el segundo de la diplomacia de EE UU por debajo de Condoleezza Rice, gabinete desde donde estuvo negociando la paz en Darfur. Zoellick dejó el Gobierno porque quería un puesto de más responsabilidad y su nombre sonó antes que el de Wolfowitz para el puesto que ocupará ahora.

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