Funcas estima que el avance de convergencia real de España con la UE se paralizó en 2006
España alcanzó en 2006 el 98% de la renta media de la UE-25, la misma tasa que un año antes, lo que confirma la "paralización" del proceso de convergencia real de la economía española con las principales economías de la UE, según indica la Fundación de las Cajas de Ahorros en su último número de Papeles de Información Económica.
En el estudio se indica que, a pesar de que España ha crecido de forma notable y sostenida en los últimos años y por encima de los países comunitarios de mayor nivel de renta, no se ha modificado la posición de España en el ranking de países de la UE y ocupa desde el año 1993, la posición decimotercera, un puesto por detrás de Irlanda.
En cualquier caso, apuntan que en los últimos diez años, el PIB real español ha crecido a un ritmo del 3,6%, por encima de la UE-15 (2,2%) y de Estados Unidos (3,3%). Sin embargo, los autores precisan que, en términos de renta per cápita, el incremento medio ha sido del 2,6%, como consecuencia del aumento relativo de la población española por los intensos flujos migratorios registrados en España.
Con todo, si la renta per cápita en paridad de poder de compra alcanzaba en 1995 en España el 79,1% de la renta media de la UE-15 y el 58% de la de Estados Unidos, diez años después, en 2005, suponía el 90,9% y el 64,4%, respectivamente.
El 36% del empleo
En otro de los estudios de la publicación de Funcas, el director general del Banco de España, José Luis Malo de Molina, destaca que la integración de la economía española en la zona euro en 1998 ha sido un ¢éxito¢, como prueba el hecho de que España haya alcanzado el 98% de la renta media comunitaria en 2006.
Además, resalta que desde el inicio de la Unión Monetaria, se crearon 13,2 millones de empleos, de los que 4,7 millones correspondieron a la economía española, lo que supone el 35,8% del total y más de tres veces su peso en el área del euro. Esta creación de empleo se ha concentrado, principalmente, en la construcción (6,9%) y en los servicios de mercado (4,3%).
En cambio, Malo de Molina advierte de que el persistente diferencial de inflación de España con la zona euro en este periodo permite concluir que ¢existen indicios suficientemente sólidos sobre la incubación de pérdida de competitividad, que han absorbido el margen favorable con el que contaba España cuando entró en la Unión Monetaria, y que pueden llegar a representar un riesgo para la sostenibilidad del crecimiento¢. Por ello, recomienda que la política económica mantenga una actitud ¢muy cautelosa¢, con el fin de moderar las presiones excesivas de gasto, contribuir a la conjunción del endeudamiento y preservar la competitividad.
Los precios, un 10% más caros
Muy ligado a este análisis, el director del Gabinete de Coyuntura de Funcas, Angel Laborda, indica que, a pesar de que el diferencial de inflación de España con la zona euro se ha reducido ¢considerablemente¢, no ha desaparecido del todo y, más bien, parece ampliarse en los últimos años. En este sentido, señala que desde mediados de los años 90, sólo en dos ejercicios (los dos anteriores a la integración de España en la UEM), la economía española cumplió con los criterios de Maastricht en materia de inflación.
Por grupos de productos, Laborda apunta que se observa que en todos ellos, salvo en la energía (su diferencial medio en el periodo es el único negativo), se producen elevados diferenciales con la UEM. Concretamente, el mayor corresponde a los alimentos sin elaboración, por delante de los servicios. De hecho, los precios de consumo crecieron en España, entre 1998 y 2006, un 10% más que en la zona euro.
Ante este diferencial de precios, el director general de Funcas, Victorio Valle, destaca la necesidad de mantener la estabilidad presupuestaria, pero indica es preciso acometer un ¢criterio más exigente que la pura neutralidad presupuestaria¢, como medio para contribuir a la estabilidad y a la competitividad, en tanto se producen mejoras de la productividad.