'La rotación ha caído y hemos obtenido una facturación récord'

Elena Dinesen se incorporó al departamento de Recursos Humanos de Microsoft Ibérica cuando la empresa movió su sede al parque empresarial de Pozuelo de Alarcón, Madrid. Aprovechando el cambio, la compañía decidió repasar su estrategia en materia de recursos humanos.

¿Cómo se encontró la empresa cuando llegó?

Nos encontramos con una compañía que era la número uno en temas tecnológicos a nivel mundial, pero con una ambiente de trabajo un poco antiguo y una cultura muy presencial.

¿Algún problema concreto?

Detectamos una serie de alarmas. Empezábamos a tener una rotación relativamente elevada. Teníamos un colectivo de mujeres que estaba planteándose crear familias y pensando en buscar empleo en otras compañías donde el ritmo no fuera tan acelerado. Con lo cual teníamos ahí un colectivo de mucho talento en situación de posible riesgo.

¿Por dónde se empieza?

Dedicamos una parte del presupuesto a invertir en tecnología para los empleados. Dotamos al cien por cien de la plantilla de líneas ADSL, de teléfonos con tecnología Windows con el que pueden acceder a internet y de portátiles.

¿Fue difícil convencer a la dirección?

Había una mitad que sí lo veía como muy alineado con la estrategia de la compañía y otra que miraba mucho a los negocios, temía la reacción de los clientes. De ahí decidimos hacerlo de forma piloto durante tres meses.

¿No hay abusos?

Cuando delegas y das confianza, lo que haces es generar un compromiso enorme. Puede que entre 600 empleados, alguno se pase. Pero cuando alguien se escaquea, como hay unos objetivos de grupos, el propio equipo lo arrincona. Nadie quiere volver al formato anterior.

Tres años después, ¿cuáles son los resultados más llamativos?

Hemos bajado en rotación muchísimo, del 8% al 3%. Los cuadros médicos de estrés, de ansiedad, las bajas médicas han caído de forma estrepitosa. A la hora de captar a personas del mercado laboral, nos llueven candidaturas. Se ha corrido la voz por el ambiente de trabajo que hay. Al final, los empleados somos los mejores altavoces en el mercado.

¿Y el coste?

Estas medidas tienen un coste muy pequeño y sin embargo, tienen un beneficio emocional enorme. El coste fue la inversión en dotación de tecnología y en más plazas de garaje para aumentar la flexibilidad en el horario de entrada.

¿El beneficio también será económico?

A nivel de productividad, este tercer año de vida del proyecto es el año en que Microsoft más ha facturado de su historia en España. Cuando tienes una persona comprometida con la empresa, la productividad se dispara. También hacemos encuestas trimestrales a nuestros clientes y hemos tenido la satisfacción más alta.

¿Y a nivel de retención de talento?

Ese colectivo de mujeres, ahora mismo no se plantea ninguna marcharse porque más medidas de flexibilidad que tenemos aquí en pocas empresas las van a encontrar. Además, hace tras años había un 22% de mujeres y pasamos a un 30%.