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Juan Dalmau

"Los bancos deben demostrar que dan mejor servicio que las remesadoras"

Las agresivas campañas de la banca, los cambios normativos y las iniciativas del Gobierno en política exterior han sacudido recientemente el sector de las remesas. Las agencias de envío de dinero dan su opinión sobre estas novedades.

Juan Dalmau preside la patronal de las agencias de envío de dinero desde 2005. La asociación comenzó a operar hace una década y agrupa a 23 de las 46 empresas con licencia del Banco de España. Sus miembros representan más del 60% del sector por volumen de operaciones.

El Ministerio de Asuntos Exteriores ha firmado recientemente un acuerdo con bancos y cajas para facilitar el envío de remesas. ¿Qué le parece esta iniciativa?

El documento suscrito por la Confederación Española de Cajas de Ahorro (CECA) y la Asociación Española de Banca (AEB) insta a garantizar los envíos en condiciones de agilidad, eficiencia y costes. También busca fomentar la transparencia en remesas y propone firmar acuerdos con entidades locales para que los envíos pasen por canales formales. Estas son cosas que hacemos desde siempre y que fija la ley. En este sentido, es un documento que llena mucho la boca de palabras pero no contempla medidas concretas.

Entonces, ¿resultará útil para disminuir el coste de los giros?

Para abaratar el coste de las remesas hay que actuar sobre tres puntos. El primero es canalizar todos los envíos informales a través del canal oficial. Esta medida puede suponer duplicar la cuantía del dinero remitido y, sólo por las economías de escala, generaría un gran alivio en las comisiones.

Otro tema importante son los gastos bancarios que afrontan las remesadoras. Las entidades de crédito nos consideran enemigos de su negocio y toman dos opciones: o no nos dan servicio o nos cargan unas comisiones muy altas.

El tercer punto es que la Administración nos ayude a la hora de exigirnos inversiones humanas y materiales para el control de nuestra actividad.

¿Contribuyen al desarrollo de los países emisores de emigrantes?

Nosotros mandamos el dinero a un costo muy reducido. Aunque juntas las remesas han alcanzado los 6.250 millones de euros en 2006, es dinero que se destina al consumo imprescindible. No a actividades productivas.

El Santander ha anunciado comisiones cero en los envíos de dinero. ¿Están preocupados?

Hay que ver la letra pequeña, los requisitos que impone. Lo que no cobre por un lado, lo cargará por otro. Hoy las remesadoras acaparamos un 80% del mercado frente al 20% de bancos y cajas. Si a largo plazo demuestran que pueden ofrecer un mejor servicio, los inmigrantes se irán con ellos, pero hasta la fecha no han sido capaces.

Afirma usted que la banca les impone comisiones muy altas. ¿Se han planteado los miembros de Anaed crear su propio banco?

El beneficio consolidado de las 46 agencias de envíos de dinero es de 10 millones de euros. Es complicado crear un banco común con un margen del 0,16% del volumen enviado. Además, está el problema del movimiento del efectivo. Los locutorios necesitan tener cerca sucursales para depositar el dinero que envían al exterior. Un banco común debería tener, por tanto, miles de oficinas por todo el país y eso es muy caro.

A menudo se vincula a las remesadoras con el blanqueo de capitales. ¿Son justas estas críticas?

Con una orden media de 300 euros es bastante difícil blanquear dinero. Siempre que un mismo ordenante manda más de 3.000 euros en un trimestre hay que comunicarlo al Banco de España y recabar datos sobre la procedencia del dinero. Las remesadoras estamos enormemente supervisadas y hemos adoptado muchas medidas. El informe sobre España del Grupo de Acción Financiera (GAFI) realizado en 2005 apuntaba como sectores de riesgo a inmobiliarias, casinos, joyeros, profesiones liberales y anticuarios, pero no a las remesadoras. Además, de todos los sujetos obligados, bancos, cajas y remesadoras somos los que estamos a la cabeza de las comunicaciones a la Comisión de Prevención del Blanqueo de Capitales (Sepblac).

Tres estrategias y un solo objetivo

Muchas entidades de crédito han dado ya sus primeros pasos en el negocio de los giros. Sin embargo, no todas han seguido el mismo camino. Algunos bancos, como el BBVA o el Popular, han optado por crear filiales especializadas en inmigrantes, como Dinero Express y Mundocredit. Caja Madrid y La Caixa prefieren no hacer distinciones y han decidido desarrollar su relación con los trabajadores foráneos en sus oficinas tradicionales. Por último, Santander y Banesto han adquirido sus propias agencias de envíos de dinero -Latinoenvíos y Cambios Sol- para aproximarse a los clientes extranjeros.En opinión de Juan Dalmau esta última opción puede ser la vía con más posibilidades de éxito. 'Comprar una remesadora y presentarse ante el cliente como tal, actuando el banco como mero agente, parece ser la estrategia más adecuada'.Según el presidente de Anaed, 'bancos y cajas utilizan las remesas como un reclamo publicitario ante el inmigrante'. Y prosigue, 'la idea final de todas las entidades de crédito es bancarizar al trabajador extranjero porque, conforme se integra más, adquiere las costumbres financieras del país de acogida'.El diagnóstico final de Juan Dalmau es claro: 'Tanto los bancos como las cajas de ahorros desean acelerar ese proceso'.

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