La Bolsa castiga a Nokia por su éxito en países emergentes
Cara y cruz en el sector de fabricantes de equipos o terminales de telecomunicaciones. Nokia fue ayer duramente castigada en Bolsa porque sus márgenes y beneficios se han resentido por el éxito en los mercados emergentes. Ericsson, por el contrario, se ha beneficiado del tirón de su filial de móviles.
La estrategia de Nokia de ganar cuota de mercado y elevar sus ingresos con la entrada en los mercados emergentes ha demostrado en el tercer trimestre que tiene resultados positivos, pero también negativos. La compañía finlandesa, líder mundial en fabricación de teléfonos móviles, ha disparado sus ventas en este periodo, un 20%, y también ha elevado su cuota desde el 34% en el segundo trimestre al 36% actual.
Pero la parte negativa es que ha erosionado sus márgenes de rentabilidad, ha rebajado sustancialmente el precio medio al que vende sus móviles y ha provocado una caída del beneficio del 4%. La Bolsa ha decidido quedarse con el mensaje negativo, sobre todo porque los resultados han quedado por debajo de las expectativas, y ayer castigó a Nokia con una caída del 3,64%, la mayor en cuatro meses.
Nokia es una compañía especialmente sensible, en sentido bursátil, a la publicación de resultados, para bien y para mal. Ayer fue lo segundo y, por ejemplo, pasó desapercibido que la compañía ha vendido 88,5 millones de terminales en tres meses, un 33% más que hace un año. El problema para el mercado es dónde ha vendido esos teléfonos. En Estados Unidos su nivel de ventas no ha cambiado, en Europa ha subido a buen ritmo y en China y Asia Pacífico se ha disparado. En estas zonas es donde Nokia está introduciendo los teléfonos más baratos. La consecuencia es que el precio medio por terminal ha caído un 9%, justo cuando los nuevos modelos multimedia -mucho más caros- deberían haber empezado a compensar este efecto.
Por debajo de lo previsto
La otra cara de la moneda en el sector fue Ericsson, primer fabricante mundial de redes para telefonía móvil. Es verdad que sus resultados quedaron algo por debajo de lo que se esperaba, pero también que el aumento de los beneficios fue del 17% -la primera subida en el año- y el de las ventas, del 12%.
La clave estuvo en la buena evolución de la joint venture de teléfonos móviles con Sony y también en la venta del negocio de defensa. La plusvalía ha compensado los costes en Marconi.
Buenas perspectivas para el futuro
Tanto Nokia como Ericsson han coincidido en vaticinar un buen trimestre final del año. La primera prevé que el volumen en la industria de terminales celulares crezca un 15% o más en el cuarto trimestre, hasta el punto de que las unidades vendidas en todo el mundo asciendan a 970 millones, frente a la estimación de 795 millones que dieron para 2005. Ericsson, por su parte, espera un 'sólido' cuarto trimestre.