Bruselas defiende a Shell en la suspensión de un proyecto por el Gobierno de Putin
El comisario europeo de Energía, Andris Piebalgs, salió ayer en defensa de Shell tras la decisión del gobierno de Vladimir Putin de revocar el permiso ambiental de la petrolera holandesa para explotar en Rusia una de las mayores reservas de petróleo y gas natural del mundo, un proyecto conocido como Sakhalin II.
Bruselas sospecha que la decisión puede ser una mera excusa de Moscú para forzar a Shell a ceder a Gazprom el control de una planta que puede llegar a producir al año casi 10 millones de toneladas de gas natural licuado.
Japón, que junto a China, Corea del Sur y Taiwán, se perfilan como los principales clientes de la futura planta, también advirtió ayer que la suspensión del proyecto puede dañar las relaciones bilaterales entre Tokio y Moscú.
Piebalgs exige al Gobierno de Putin que conceda a Shell 'el tiempo necesario para resolver, con arreglo a criterios claros y previamente definidos' los problemas medioambientales que pueda plantear el multimillonario proyecto en la isla de Sakhalin. El comisario recuerda a Moscú que las compañías petrolíferas necesitan 'un clima de inversión seguro y predecible para comprometerse en proyectos multimillonarios del sector energético en Rusia'. Sin esas garantías, advierte Piebalgs, 'la inversión será altamente problemática, lo cual generará incertidumbres para el futuro suministro energético del planeta'.
La adjudicación del proyecto, en el que junto a Shell (55%) participan las compañías japonesas Mitsui (25%) y Mitsubishi (20%), data de los años 90. Pero Moscú impulsa ahora una recuperación del control nacional sobre sus vastas reservas de gas y petróleo. La presión, de hecho, también ha aumentado sobre los proyectos en el país de la petrolera estadounidense Exxon Mobil y la francesa Total.
El ministerio ruso de Recursos Naturales, sin embargo, asegura que la suspensión se ha debido 'a las múltiples violaciones de la legislación medioambiental por parte de los adjudicatarios'. Las autoridades moscovitas incluso han indicado que trasladarán el expediente al Fiscal general para que inicie diligencias penales por la tala ilegal de árboles llevada a cabo por las empresas. Las organizaciones medioambientales que se oponen al proyecto, entre ellas Amigos de la Tierra, comparten ese diagnóstico y ayer insistieron en la paralización del proyecto Sakhalin II.