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Recursos humanos

La figura del tutor se impone en las empresas

Las compañías deben velar y cuidar el desarrollo profesional de sus plantillas

El cuidado de los empleados y la continua formación y desarrollo para ellos, además de la atención por la evolución de sus carreras profesionales son aspectos que las empresas tienen cada vez más en cuenta ya que se empieza a considerar a los equipos como uno de los principales activos de las organizaciones. Los cursos de formación o la realización actividades de ocio para fomentar el contacto entre la plantilla en un ambiente distendido son importantes, no obstante se intenta llegar aún más allá; atender a las necesidades y a las demandas de los trabajadores, lo que ya se empieza a ver de manera organizada en algunas compañías y que constituye uno de los principales retos.

El Grupo Delaware, consultora de negocio, servicios tecnológicos y soluciones I+D+i, ha puesto en marcha un organismo que forma parte de la empresa y cuya función es velar por el desarrollo profesional de todos los empleados, invirtiendo tiempo, energía y conocimientos, según afirma la consultora.

El Comité de Tutores, así se denomina este departamento, surge debido al crecimiento de la empresa, que ya cuenta con más de 200 empleados, y está formado por más de 40 profesionales de la compañía quienes, divididos en distintos niveles -un primer nivel de gerentes y consultores senior y un segundo nivel con perfiles más variados-, procuran que la información llegue a todos y que cada uno de los trabajadores se sienta atendido en sus demandas y en el desarrollo de su carrera profesional.

'Es necesario que las empresas tengan una buena política del personal, basada en la carrera de los trabajadores y también que permita una conciliación entre la vida privada y profesional. Hay que cuidar muchos aspectos', asegura Dolores Fernández, directora de medios del Grupo Delaware.

Por una parte, esta empresa realiza desde que se formó, una convención anual de carácter lúdico que consiste en un fin de semana en la playa o en la montaña, en la que se aprovecha para reunir a las plantillas de Madrid y Barcelona. Por otra parte, El grupo asegura que se incentiva mucho la formación interna, que en numerosas ocasiones es impartida por los propios empleados (como trabajo remunerado) que dan cursos a sus compañeros en un ambiente relajado.

En relación con las demandas de los empleados, Dolores Fernández afirma que las principales solicitudes se sitúan en torno al plan de carrera. 'No son críticos con el trabajo en equipo, tienen valores humanos y el clima laboral es bueno, pero los trabajadores insisten en la definición clara del plan de carrera, quieren que si se pide rotar en un proyecto exista la posibilidad de hacerlo'. La compañía asegura que ya se está trabajando en ello y que se avanza positivamente. El objetivo final es que los empleados puedan variar en las tres áreas de trabajo en las que se dividen: técnica, negocio y gestión.

Para que esto sea posible, es necesario que la plantilla tenga conocimiento en numerosas actividades, según la directora de medios de Delaware, 'preferimos gente de 8 en diversas áreas que alguien de 10 en una actividad muy específica, se potencia la polivalencia, que la gente no se haga especialista en un entorno concreto y aunque la demanda que hay siempre es de personas especializadas, promovemos mucho el que la gente no se estanque'.

La voluntad de los trabajadores resulta fundamental para que este tipo de iniciativas salgan adelante, y sobre todo, para que los resultados sean positivos y útiles. El Grupo Delaware establece que 'para que el Comité de Tutores pueda desarrollarse con éxito, el profesional debe constatar una clara voluntad para acometer los cambios personales y profesionales que le van a afectar, así como un interés por aprender y por enfrentarse a nuevos retos; mostrando sinceridad respecto a sus necesidades y deficiencias, capacidad de autocrítica, disposición de aprender de errores pasados y una nítida asunción de la responsabilidad de la gestión de su propio aprendizaje'. En este sentido, aseguran que la respuesta que están encontrado es muy buena.

La importancia de los líderes y la alta dirección

Es algo cada vez más extendido el conocimiento de que el líder se ha constituido como una parte fundamental del bienestar de los empleados de una organización. Las empresas empiezan a trabajar por una nueva orientación del liderazgo para consolidar el talento individual y el organizativo. En este sentido, y según declara Dolores Fernández, 'el nuevo líder es una persona comunicativa que intenta fomentar la motivación y mantener la ilusión de los grupos a los que lidera'.En cuanto a las principales funciones que desempeña destacan la capacidad de delegar y la acción de estimular el que su equipo de tutelados crezca a su lado.El Comité de Tutores de Delaware actúa como una figura colateral, no como intermediario entre los líderes y sus subordinados, no obstante también serían los responsables de detectar un problema y de provocar reuniones de acercamiento.Contar con el beneplácito de la alta dirección es una cuestión clave para llevar a cabo acciones en torno a los recursos humanos, sin embargo, no siempre resulta sencillo. Es importante que los directivos vean que es algo importante para la empresa y que traerá consigo unos resultados que a medio plazo beneficiarán a la compañía, asegura la directora de medios. 'Siempre hay que luchar un poco, pero la buena comunicación y el buen entendimiento nunca han faltado', declara Fernández.La intención del grupo con estas nuevas operaciones, es la de mantener un equilibrio entre los intereses de los trabajadores y los de las organizaciones para que las empresas puedan crecer de forma adecuada.

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