Empresas que cuidan el factor humano
Es el reto de las empresas: crear entornos amables para sus profesionales. Su éxito está en juego. Roche, Lilly y Avon narran cómo han logrado buen ambiente laboral
El pasado miércoles el presidente de Avon en España, sin la habitual corbata de los ejecutivos, lideró dentro de la organización una apuesta sobre el resultado del partido de fútbol entre España y Ucrania. También compartió la goleada española con sus empleados. Todo estas anécdotas las contó la directora de recursos humanos de la compañía cosmética, Susana Gómez, durante su intervención en una jornada sobre las mejores prácticas de liderazgo, organizada por las asociaciones de recursos humanos y de formación Aedipe y Epise, y el Instituto de Liderazgo.
En opinión de la portavoz de Avon, todos estos gestos de un primer ejecutivo sirven, entre otras cosas, como elemento de cohesión. 'Esto sirve sobre todo para los recién incorporados a la empresa. Tenemos un joven de 22 años que vio todo esto y cuando pasen unos años lo verá como algo normal y él actuará en el futuro de la misma manera', explicó Gómez, quien señaló que lo que debe perseguir toda organización hoy día es crear un entorno amable para todos sus empleados. Si es así, después llegarán los resultados y el éxito de la empresa.
Lo primero son las personas. Y a ello se refirió el responsable de recursos humanos de la farmacéutica Lilly, Juan Pedro Herrera, quien aseguró que el entorno ha cambiado y que la demanda de las personas con talento en estos momentos es altísima. Por ejemplo, la flexibilidad horaria es un elemento a tener en cuenta porque uno de las exigencias es poder conciliar la vida personal y laboral. Es por ello que Lilly no pone reuniones a ninguno de sus 42.000 empleados (1.200 en España) a las nueve de la mañana en un país que no es el suyo. 'De esa manera no tiene que ausentarse de su casa la noche anterior'. Es por ello que estas dos empresas citadas, además de Roche, han sido elegidas entre los mejores lugares para trabajar.
'Nuestros hijos ya nos dicen que no quieren ser como nosotros. Quieren ser felices y tener equilibrio laboral', afirma el director de personal de Lilly
Un profesional ya no busca una empresa por el éxito y el brillo que ésta tenga, si no que prefiere trabajar en organizaciones que le cuiden y le respeten. Así de sencillo. Según explicó esta semana el director de recursos humanos de Lilly, Juan Pedro Herrera, y tomando el dato de una encuesta realizada entre los alumnos que han realizado un Máster en Dirección de Empresas (MBA), el 15% asegura que elige a esta compañía farmacéutica por sus planes de conciliación laboral. ¢Eso es lo que opinan los jóvenes que serán nuestros futuros directivos. Hay que tener conciencia de que esto existe y hay que saber gestionarlo¢.
Y añadió que en un sector tan competitivo como el dedicado a la investigación, el papel y las exigencias de los profesionales juegan un papel importantísimo. 'Por ejemplo, nuestros hijos ya nos dicen que no quieren ser como nosotros. Ellos tienen otra escala de valores y lo que quieren es ser felices y tener un buen equilibrio entre su trabajo y su vida personal. Son sus prioridades', afirmó Herrera, que aconsejó a las empresas realizar un esfuerzo en comunicación para saber cuáles son las demandas de sus empleados. 'Es importante ver si los intereses de los empleados coinciden con los de la empresa'. Y ya que las nuevas generaciones de profesionales no están dispuestas a renunciar a aspectos personales en favor de su carrera profesional, 'no podemos seguir trabajando con los modelos existentes porque el mundo ha cambiado y las empresas deben tener en cuenta las motivaciones de sus empleados y tomar medidas para satisfacerlas'. De esta manera no se resentirá el liderazgo de la compañía.
El ascenso, más temprano
Otro de los factores que no debe caer en saco roto dentro de una organización es la identificación del potencial de los empleados. 'Hay que tener un buen plan de sucesiones, acompañado de un modelo de retribución competitivo', matizó Herrera, que recomendó identificar al posible talento a una edad temprana para reducir el tiempo de espera entre las distintas promociones.
'Muchas veces, si seguimos los patrones que están establecidos, se suele ascender a alguien cuando tiene 30 años, y poco a poco va ascendiendo puestos, en los que va adquiriendo experiencia a lo largo de los años, de manera que cuando llega a vicepresidente han pasado 30 años y la persona tiene ya 60 años', detalló el director de recursos humanos de Lilly, que aseguró que lo correcto sería descubrir a los mejores candidatos a promocionar y ahorrarse años de espera, con el fin de que a los 45 años puedan ocupar un puesto de alta dirección.
La experiencia de Roche, según aseguró su director de recursos humanos, Luis Manuel González, no ha podido ser más satisfactoria. Según los datos que manejó, y después de haber implantado un programa de liderazgo que les ha hecho pasar de ser un viejo y pesado elefante a un ágil guepardo. Tras el cambio cultural experimentado en la empresa, en el que se han tenido en cuenta elementos como la flexibilidad laboral, la actitud emprendedora y el trabajo en equipo, el nivel de satisfacción de los empleados se incrementó, y por el contrario, el nivel de rotación espontánea disminuyó del 3,3% del año 2001 al 0,7% de 2004. Y señaló que el liderazgo es una actitud, 'un proceso que no es patrimonio de unos pocos líderes, sino que lo pueden ejercer todos los miembros de la organización'. Partiendo de esa premisa, según González, el liderazgo se puede aprender y desarrollar.
Lo cierto es que las empresas están preocupadas por tener y retener a los mejores. En Avon, así lo aseguró el responsable de recursos humanos, Susana Gómez, 'lo que hacen es nutrir de talento a la compañía, y eso significa ayudar a la gente a saber sacar lo mejor de sí misma'. Y explicó que cuando realizan un proceso de selección del talento sólo incorporan a gente que pueda tener o desarrollar las competencias y los valores que rigen la compañía. æpermil;stos son: inteligencia emocional, pasión y un pensamiento global.