Algo más que un vídeo
El simple grabador DVD no es suficiente. Está claro que las cintas de vídeo han pasado a la historia y que el DVD ha superado a la clásica videocasete en todo. De entrada, los discos ofrecen más calidad de imagen y sonido, la información está guardada en digital, el soporte es más duradero, etcétera. Sin embargo, el grabador DVD de salón sin más no termina de convencer.
Con la entrada del vídeo doméstico en el mundo digital, los fabricantes han empezado a incluir en el interior de estos equipos un dispositivo muy práctico que simplifica el uso del aparato y ofrece nuevas posibilidades a los aficionados. Se trata del disco duro. Una unidad de almacenamiento similar al que se incluye en los ordenadores personales.
Esta tecnología se integra en el interior del DVD de salón ofreciendo al aficionado la posibilidad de operar más fácilmente, grabar de la tele durante muchas horas seguidas y sin tener que buscar un disco virgen.
El hecho es que, en estos equipos se graba simplemente pulsando una tecla del mando a distancia y caben muchos programas de TV. En las grabadoras DVD con disco duro más capaces se puede almacenar más de 170 horas de televisión con buena calidad. Pero estas máquinas ofrecen muchas más ventajas. Por ejemplo, es posible reproducir, hacer pausa, avanzar o retroceder mientras está activado el botón 'REC'. También es muy fácil dejar programada una grabación.
Los discos duros empiezan a convertirse en un elemento imprescindible dentro del equipo de vídeo para el hogar. En 2005 el 97% de los japoneses que compraron un grabador DVD, optaron por uno con disco duro interno. En Europa se detecta la misma tendencia. Por ejemplo, en Holanda el 65% de las grabadoras DVD que se vendieron el año pasado llevaban disco duro y el porcentaje sigue creciendo. En España vamos más retrasados, pero confirmamos la tendencia.
Es verdad que en 2005 sólo el 33% de los compradores españoles de un DVD grabador para el televisor eligieron un modelo con memoria de almacenamiento, pero el porcentaje en las pasadas Navidades subió hasta el 40% y, según Carlos Pérez, responsable de audio y vídeo de Philips, en 2006, se alcanzará el 50%.
Parece que, en el 2006, las grabadoras DVD para el televisor van a alcanzar su punto de madurez. Hace tres años, los españoles apenas compraron 34.000 unidades. En 2004, las ventas subieron a 175.000. El año pasado se alcanzó la cifra de 427.000 y algunas estimaciones para este año apuntan hacia un alza del 30% (unas 550.000 grabadoras).
Detrás de este creciente interés del aficionado, como es lógico, se esconden las ventajas prácticas y la calidad que ofrecen estos equipos frente al vídeo VHS. Pero el mercado se anima especialmente por la bajada de precios que se está produciendo.
Este año una de estas grabadoras cuestan alrededor de un 30% menos que el año pasado. Hoy podemos encontrar equipos básicos de este tipo en la horquilla de los 250 a los 300 euros. Eso, sí, grabadoras sencillas con capacidad para llevar en su interior alrededor de 33 horas de vídeo en buena calidad. Los que buscan un modelo con más capacidad tienen que gastar algo más de 400 euros. Esto, a cambio de, literalmente, duplicar el número de horas del almacén digital.