La conspiración de los bancos centrales
Los bancos centrales parecen haberse puesto de acuerdo al poner en marcha un cambio en sus políticas monetarias. Una coincidencia que, en opinión del autor, responde a una misma causa: no son necesarias políticas tan expansivas como las actuales, debido al fuerte crecimiento económico y la elevada liquidez
Reconozco que es demasiado novelesco. Pero con esta expresión me interpeló recientemente un compañero al aludir a la coincidencia de que muchos bancos centrales hayan anunciado de forma casi simultánea un giro en sus políticas monetarias. Cierto que se trata de una política muy laxa a otra menos expansiva. 'Parecen haberse puesto de acuerdo'. Bueno, con dos matizaciones. La primera, que en muchos casos este giro ya comenzó hace muchos meses. Es el caso de la Reserva Federal de EE UU (Fed), que con las subidas mesuradas, casi automáticas, de 0,25 puntos, tiene tipos de interés del 4,5%. O es el caso del Banco de Inglaterra, también en el 4,5%, aunque aquí la pregunta ya es pública sobre cuándo comenzará a recortar sus tipos. En el resto de los países las subidas de tipos han sido mucho más recientes. Y más comedidas, a su vez partiendo de niveles de tipos muy bajos. Es el caso del BCE.
En Europa tenemos tipos oficiales del 2,5%, cuando el mercado descuenta que puedan subir hasta el 3,25% a final de año. Demasiada subida en mi opinión. O el Banco de Japón, cuando la autoridad monetaria de este país ha adelantado que el cambio de política monetaria será compatible con tipos de interés nulos durante bastantes meses aún. Sí, no habrá cambios drásticos en la política monetaria. Tampoco es previsible que esto ocurra en el caso del BCE. No lo necesitan. Pero creo que tampoco lo pueden hacer.
Mi compañero, entre irónico y con un marcado sentido común, hablaba de un potencial acuerdo implícito entre las autoridades para detener la subida de las Bolsas. No pude darle la razón. Y reconozco que soy muy prudente a la hora de opinar sobre cosas que desconozco. Pero parece evidente que no es cierto. La coincidencia del giro de las políticas monetarias a nivel mundial se debe a que responden a la misma causa: no son necesarias políticas monetarias tan expansivas como las actuales. 'El mundo nada en liquidez'; con una expresión de este tipo iniciaba una presentación hace unas semanas el presidente del Bundesbank. Una afirmación que coincide en el tiempo con otra, en este caso del presidente del BCE, que actúa como portavoz del G-10, sobre la solidez que presenta el crecimiento mundial. Fuerte crecimiento y elevada liquidez, luego elevada confianza de los agentes económicos.
O también exceso de confianza, de la que nos advertía Greenspan hace un año: subida de los precios de los activos, tanto financieros como los precios de la vivienda. Con la inflación real, la de bienes y servicios, controlada. Entonces, ¿por qué suben los tipos de interés? Pues porque no es necesario tenerlos tan bajos. También porque el hecho de que la inflación esté ahora controlada no garantiza que lo siga estando en el futuro si los riesgos sobre la inflación aumentan. Ciclo económico, precios del crudo, impuestos y precios administrativos: éstas son las principales amenazas sobre la inflación en estos momentos.
Pero, ¿también suben los tipos de interés para combatir la inflación de activos? Hacia este punto se dirigía mi compañero. Reconozco que en los últimos meses han proliferado los estudios oficiales sobre los riesgos de la sobrevaloración de activos, muy centrados especialmente en el caso de la vivienda. También se advierte sobre el impacto de la inversión financiera en algunos mercados, como es precisamente el del crudo. Y todos nos acordamos de la consideración como un enigma de los bajos tipos de interés de la deuda, especialmente desde la Fed. Sí, tanta coincidencia de advertencias resulta sospechosa. Pero, como decía recientemente un miembro de la Fed, 'la política monetaria no es la mejor herramienta para detectar las burbujas de precios y mucho menos para combatirlas'. Ya, pero ¿y para moderar su formación?
Es evidente que el exceso de liquidez mundial puede llegar a suponer un fuerte desajuste de las carteras de activos. También hemos escuchado advertencias sobre los riesgos que para el crecimiento mundial puede tener el continuo crecimiento del déficit por cuenta corriente norteamericano. Desde la Fed se ha restado importancia a este riesgo a corto plazo debido a la mayor profundidad de los mercados financieros mundiales. Y el secretario del Tesoro de EE UU directamente lo ha achacado al elevado ahorro mundial. De nuevo el exceso de liquidez. No hay una conspiración: simplemente es un esfuerzo conjunto, pero no coordinado, para resolver un potencial problema global. No será fácil. Y mucho menos rápido.