Los españoles tienen ya más dinero en los mercados que en depósitos
La recuperación que ha registrado la Bolsa en los tres últimos años ha cambiado la disposición de los activos financieros de las familias. Por vez primera desde el año 2000, los hogares disponen de más dinero en activos financieros en los mercados (acciones y fondos) que en depósitos bancarios tradicionales.
Los últimos datos publicados por el Banco de España cifran en 1,48 billones de euros los activos financieros de los hogares españoles a 30 de septiembre de 2005, lo que representa un incremento del 13% sobre los recursos a la misma fecha del año anterior.
De esa cantidad, 582.081 millones corresponden a los recursos invertidos por las familias en acciones y otras participaciones, como son las emitidas por fondos o sociedades de inversión.
Sólo desde el tercer trimestre de 2004 hasta el mismo periodo del año pasado esa cantidad registró un incremento del 16,7% fruto sobre todo de la revalorización que ha experimentado la Bolsa, que cerró 2005 con ganancias del 18,2%.
La segunda partida en importancia por volumen de recursos la constituyen el efectivo y los depósitos que tienen las familias en las entidades financieras, un total de 578.483 millones. Supone el 9,5% más que en las mismas fechas de 2004. Así, esta cantidad es ligeramente inferior a la que destinan las familias a acciones y participaciones en fondos, algo que no sucede desde 2000, año en el que se cerró el ciclo de la burbuja tecnológica y en el que la Bolsa alcanzó su máximo histórico en el mes de marzo.
Entonces la inversión que las familias destinaban a los mercados financieros ascendía a 420.611 millones de euros, frente a los 416.829 millones que mantenían en efectivo y depósitos. Esta mayor presencia de las acciones y participaciones se había iniciado ya en 1997 y se mantuvo hasta 2000.
A raíz del estallido de la burbuja tecnológica ese año, la renta variable entró en crisis y el índice Ibex 35 encadenó tres años consecutivos con revalorizaciones anuales negativas, algo que no se había producido nunca en la historia de este indicador (que data de 1988).
En contraste con esa situación, en 2000 se encontraba ya en plena efervescencia el boom inmobiliario. De hecho, los analistas vieron en la pérdida de atractivo de la renta variable una de las claves que explicaba la fuerte demanda de vivienda, tanto para utilizar como residencia, como para convertirse en producto de inversión alternativo.
Ahora, que todo apunta a que este ejercicio podría ser el cuarto consecutivo de fuertes revalorizaciones bursátiles, aunque todavía no se haya alcanzado el récord histórico de marzo de 2000, la tendencia parece estar invirtiéndose. La predilección de los hogares por invertir sus recursos en los mercados financieros frente a los depósitos tradicionales coincide con la desaceleración que comienza a constatarse en el mercado inmobiliario.
Los precios de las casas quizás sean los primeros indicadores que dan muestras de cierto agotamiento en un mercado que lleva desde 1998 batiendo todos los récords de producción (en 2005 se iniciaron más de 800.000 viviendas) y ventas.
Sin embargo, la suscripción de hipotecas todavía parece ajena a ese más que probable enfriamiento del mercado. Y es que la firma del crédito se realiza sólo después de que ha sido formalizada la venta del inmueble, por lo que este indicador recoge en gran medida la fuerte actividad del pasado reciente, ya que entre ambos acontecimientos suelen transcurrir meses e incluso años (en vivienda nueva).
Dentro del capítulo de las acciones y participaciones financieras en fondos de inversión, el mayor volumen de inversión lo absorben los títulos de empresas no cotizadas, con 206.468 millones de euros, seguidos de las participaciones emitidas por fondos de inversión, con 193.212 millones. En tercer lugar se sitúan las acciones de empresas cotizadas, que suman 126.294 millones de euros.
También son destacables los recursos que cada vez más familias destinan a seguros de vida, que acumulan una inversión de 106.010 millones de euros, a fondos de pensiones, con 93.779 millones; y a otras pólizas, que suman 20.958 millones.
Estadounidenses y británicos prefieren los fondos de pensiones y de inversión
El componente financiero del patrimonio de las familias es diferente según los países que se analicen. Así, por ejemplo, según un estudio elaborado por el Banco Central Europeo (BCE), las cuentas bancarias y los depósitos son uno de los componentes fundamentales en el caso de las familias españolas e italianas (en el entorno del 40% de los activos financieros), con una contribución que casi triplica a la que se observa en el mundo anglosajón, ya que en EE UU los planes de pensiones, los fondos de inversión y las acciones y participaciones tienen pesos superiores, con el 33,5%, 23,1% y 21,5%, respectivamente. Lo que sí es cierto es que las cuentas y depósitos son los activos financieros más populares, en especial entre las familias con menores recursos. Así, un 95,5% de los hogares españoles con menores ingresos tiene algún activo de este tipo, por encima del 70% observado en EE UU, el 57% de Italia o el 65% de Reino Unido.Este informe pone de manifiesto cómo esa composición de la cartera de inversiones varía en función de la renta del hogar. En los niveles superiores, tanto en Italia como en España cobran mucha más importancia las acciones, mientras que en EE UU esas diferencias apenas son perceptibles.Dejando aparte los depósitos y las acciones y participaciones, los fondos de pensiones son otros de los activos con mayor grado de penetración. En España, el 24% de los hogares posee uno y su tenencia se incrementa a medida que se asciende en la escala de renta.En EE UU también son de los productos con mayor aceptación para cualquier nivel de ingresos, pero su grado de penetración es mucho mayor que el que se observa en España, con el 61% de las familias.El BCE destaca, asimismo, la escasa tenencia directa de valores de renta fija por parte de los españoles, lo que le convierte en el activo menos extendido, algo que se observa para todos los grupos de renta y edad. Por el contrario, éste es uno de los productos más extendidos entre las familias del Reino Unido e Italia, donde la proporción de hogares con inversiones en renta fija alcanza el 29,5% y 14%, respectivamente. En EE UU se sitúa en el 19%.Las deudas contraídas por los hogares españoles representan un porcentaje moderado de sus activos, con el 8,7%, menor del observado en EE UU, donde alcanza el 12,6%, pero sensiblemente superior al registrado en Italia, donde apenas representa el 3,5%.Y por finalidades, los pasivos contraídos para financiar la inversión en activos inmobiliarios o financieros suponen el 88% del valor total de las deudas de los españoles, el 82% en EE UU y el 65% en Italia.