Laura Esquivel revisa el personaje de Malinche
Dos culturas, un encuentro, un choque. La escritora mexicana Laura Esquivel, autora de Como agua para chocolate, novela la aventura vital de Malinalli, la Malinche, amante de Hernán Cortés que en su papel de intérprete tuvo un protagonismo clave en la conquista de México.
Malinche, editada por Suma, no pretende glorificar ni satanizar al personaje, tan sólo 'ver a la mujer en su momento histórico', explica la autora. De la Malinche se sabe poco. Los datos esenciales que aparecen en los libros de historia están basados en lo que escribieron los cronistas; referencias a su belleza ('bella como una diosa') e inteligencia. Laura Esquivel ha seguido su rastro en códices, libros de historia, la tradición oral y su propio pasado cultural.
Los datos históricos se cruzan con la narración poética. El universo mítico de los pueblos precolombinos, ligado a las fuerzas de la tierra y del cosmos, aparece junto a la violencia y el horror de las batallas, las argucias de Cortés y las enemistades entre los pueblos indígenas que apoyaron al español.
La Malinche era hija de un tlatoani (señor), vendida como esclava a Cortés, al que sirvió como traductora. Una mujer durante siglos acusada de traidora, de haber vendido a su pueblo al invasor. 'Antes de juzgar hay que entender'. Laura Esquivel ha imaginado como vio el mundo la Malinche. 'Te das cuenta de que era una mujer objeto, puedes entender que deseara un cambio del sistema opresor'. La escritora también se aproxima al conquistador para conocer cuáles eran sus deseos, a qué se correspondía su ambición desmedida. 'Fue el encuentro de dos visiones opuestas: la del mundo indígena, una tradición de profunda espiritualidad en la que cada acto repercute en el todo, frente a una visión temporal, en la que no se pretende ser parte de, sino ser dueño de', relata la autora.
Del choque de opuestos surgió algo nuevo, mestizo. Laura Esquivel lo reserva para el final de la novela, con el personaje de Jaramillo, que llegaría a ser esposo de la Malinche, representante del mestizaje cultural español que llegó al Nuevo Mundo. La novela es un canto a la palabra. 'La mejor de las armas', escribe Laura Esquivel. La palabra fue esencial en la conquista de México. Cortés, que tenía una formación jurídica, se apoyaba mucho en su elocuencia y capacidad de persuasión, pero las cualidades no le servían de nada fuera de su idioma. Por eso Malinalli fue tan importante. 'Gracias a su intermediación, fue un proceso menos doloroso'.