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Benoît Carpentier

'La compra de BPB nos hará triplicar el crecimiento'

Lleva menos de dos años en el cargo, que compatibiliza con otro en la división europea. Le preocupa que la empresa crezca de forma rentable más que ser número uno en todos sus negocios

En un castellano bastante aceptable, Benoît Carpentier explica el impacto positivo que ha tenido la multimillonaria compra del gigante británico del yeso BPB no sólo para el primer fabricante mundial de vidrio, el francés Saint-Gobain, sino para su división española. El mayor distribuidor de materiales de construcción de Europa logrará ahorros de costes por 100 millones, pero la fusión también acarreará recortes de plantilla en BPB, avanza el ejecutivo galo. En España, integrar las divisiones de la empresa adquirida permitirá triplicar el crecimiento este año. Olvidados ya los tiempos en que Saint-Gobain era Cristalería Española y tenía nombre propio en Bolsa, el grupo encara el futuro con más compras, el desembarco en un nuevo negocio y la sombra de la caída de la construcción en 2007.

Tras la compra por parte del grupo de BPB por 5.700 millones el pasado mes de diciembre, ¿cuál es el impacto en España?

Con la integración de filiales de BPB, como Iberplaco producción de yeso y Distriplac distribución, la cifra de negocio llegará en torno a los 2.300 millones este año, un 21% más, lo que supone triplicar el crecimiento. Haremos también pequeñas adquisiciones que estamos estudiando, lo que ayudará a impulsar la facturación.

'Habrá recortes de plantilla en los servicios centrales de BPB en Londres, pero no en las filiales de España'

¿En qué áreas habrá más compras? En aras de la diversificación, ¿Saint-Gobain se plantea entrar en nuevos negocios como el cementero donde hay oportunidades, como la venta de Uniland?

En cuanto al grupo, hay que digerir la compra de BPB. En España, no habrá grandes compras sino operaciones para ampliar nuestra presencia territorial. Y no nos planteamos nuevos negocios; Uniland no nos interesa.

¿Qué aporta Iberplaco?

En negocio, unos 250 millones y Distriplac, en torno a 115 millones, pero consolidado suponen unos 300 millones.

¿Qué cambios de estructura trae la fusión con un gigante como BPB?

En España, Iberplaco seguirá en la parte industrial, pero colocaremos Distriplac dentro del área de distribución para buscar mayores sinergias. La política de Saint-Gobain es mantener una separación comercial entre la distribución y la fabricación, por lo que no hay ni condiciones preferentes ni cambios de proveedores como resultado de la adquisición. El impacto más claro es el ahorro de costes en las compras de material. A medio plazo estudiaremos el traslado de la sede de Iberplaco o la integración de funciones de apoyo en Saint-Gobain, como por ejemplo la informática y la tesorería. En el grupo, estamos estudiando las sinergias posibles entre las divisiones de placas de yeso y de aislamiento. Pero no hay una decisión tomada.

¿Han calculado las sinergias?

En España, no. Para el grupo, la compra supone unas sinergias de 100 millones, de las que el 40% se ingresará este año y el resto, el próximo.

¿Habrá duplicidades que obliguen a recortar plantilla?

Las filiales de BPB aportan 800 empleados y no se dan duplicidades. Son un complemento perfecto para nosotros. Entramos en un sector nuevo, con Iberplaco como número uno en yeso, aunque en placas de yeso con Uralita como líder. Para crecer en este mercado, prevemos inaugurar en septiembre una segunda fábrica de placas de yeso en San Martín de la Vega, en Madrid. En el grupo, es obvio que en los servicios centrales de Londres se dan duplicidades, pero no por países. Pero no se ha determinado la cifra de reducción.

Al conocer BPB, ¿se han encontrado con una empresa que necesita recorte de gastos?

En España, es una compañía bien gestionada. Aprovecharemos las economías de escala en la compra de materiales; va a ser el efecto que más rápidamente se va a ver.

La adquisición de BPB es la tercera en el Reino Unido en el sector de materiales de construcción, ¿gusta más este país para compras por su falta de blindajes?

Yo no diría eso. Para Saint-Gobain era la oportunidad de comprar el líder en placas de yeso. Pero si hubiera sido alemán, lo hubiera hecho igual.

Los constructores no ven en principio una ralentización de la actividad hasta 2007. ¿Cómo se va a afrontar desde el grupo?

Esperamos que 2006 sea un buen año, con bastante actividad. Por nuestro negocio, seremos de los últimos en notarlo en el sector. Pero la preocupación es 2007. Nos preocupa el endeudamiento no sólo de las familias, sino de los promotores inmobiliarios. Aunque esperamos un aterrizaje suave. Al margen, contamos con productos con potencial de crecimiento que se benefician del cambio en las técnicas de construcción en aislamiento y placas de yeso. Otro punto es la subida de los costes de energía (gas y gasóleo) que el año pasado fue superior al 20% y seguirán aumentando. Según nuestra previsión, el precio del gas se elevará un 60% en dos años. Otra de las áreas que más nos preocupa es el sector del automóvil, en el que somos proveedores de vidrio plano, tanto por la diminución del negocio en Europa como por la trascendencia de la política de distribución de modelos para el trabajo de las plantas españolas.

Cierre de una fábrica

Una de las decisiones que tomó Saint-Gobain en España el año pasado ha sido cerrar la filial de transformación de vidrio que tenía en Canarias, denominada La Veneciana Canarias. Esto ha supuesto eliminar 84 puestos de trabajo. El coste ha rondado los tres millones de euros y es, junto con el aumento de impuestos por menores reducciones, el factor que ha reducido un 3,3% el resultado neto del grupo en España.Tras este cierre, el gigante francés prevé este ejercicio la apertura de una nueva fábrica, pero en el negocio del yeso en el que acaba de entrar gracias a la compra de la británica BPB. Inaugurará la segunda planta productora de placas de yeso de Iberplaco (filial española de BPB) en San Martín de la Vega (Madrid). Las instalaciones darán empleo a 70 personas. Con esta planta busca afrontar mejor la creciente demanda que ahora tiene que cubrir con importaciones de filiales alemanas e italianas.

Imagen. 'No somos menos españoles que antes'

No hace tantos años que Saint-Gobain era Cristalería Española. Y lo era desde que en 1904 la firma francesa firmó un acuerdo con la fábrica de espejos La Veneciana, de la que surgiría luego la creación de Cristalería Española. Todo cambió en 1999 cuando Saint-Gobain decidió suprimir este nombre y cambiarlo por el de la matriz. Dos años después, lanzó una oferta por el 26% que no tenía en su filial española, el grupo galo y la sacó de Bolsa. El cambio de nombre primero y la exclusión del parqué después han alejado a Saint-Gobain de los focos de la actualidad empresarial española. Hasta la compra por parte del grupo de BPB.Da la sensación de que, tras estos cambios, Saint-Gobain tiene ahora menos peso en el panorama empresarial español. Al menos en imagen.Saint-Gobain no es menos español que en el pasado. Una prueba de ello es que recientemente dos directivos de nuestro equipo en España han pasado a ser responsables de unidades de negocio en el grupo. No somos menos españoles aunque excluyéramos de Bolsa la filial.¿Y hay alguna posibilidad de que Saint-Gobain saque su división española a cotizar de nuevo?No, no nos hemos planteado esa posibilidad.La filial en España ha sido punta de lanza para crecer en Latinoamérica hace años. ¿Qué expectativas surgen ahora para desarrollarse en países de la zona con menos riesgo como Chile?Seguiremos desarrollándonos en países emergentes. Ahora analizamos con interés el mercado de Europa del Este.Para entrar en estos mercados, ¿Saint-Gobain se plantea alianzas con las grandes constructoras españolas que ya tienen filiales en esos países?No, en principio el grupo se implanta directamente. Y en determinados casos a través de sus filiales en otros países. Ha sido el caso de la división española para desembarcar en México hace unos años. Nuestro objetivo en el grupo es el crecimiento rentable, por encima de la preocupación de liderar un negocio.

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