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Política monetaria y actividad económica

El BCE coloca los tipos en el 2,5% y anticipa nuevas subidas

La política monetaria de la zona euro 'aún es acomodaticia', señala el presidente del BCE

No hubo sorpresas. Tal como habían anticipado los mercados y la mayor parte de los analistas, el Banco Central Europeo elevó ayer un cuarto de punto los tipos de interés de referencia en la zona euro. Se trata de la segunda subida en tres meses, y deja el coste del dinero en el 2,5%, todavía dos puntos por debajo del de referencia en Estados Unidos. El presidente del BCE, Jean-Claude Trichet, explicó en la rueda de prensa posterior a la reunión del Consejo de Gobierno que la economía europea recobrará algo de pulso este año, como anticipan los indicadores de confianza, al tiempo que persistirán los riesgos al alza de los precios.

Trichet reiteró su habitual discurso relativo a que el BCE 'seguirá de cerca' las tensiones inflacionistas y está preparado para volver a subir los tipos 'cuando sea necesario para mantener la estabilidad de precios', que el organismo cifra en un tope del 2% de inflación. En la actualidad, la subida de precios de consumo en la eurozona está en el 2,4% interanual y el mencionado umbral ha sido superado todos los años desde la implantación del euro. El dirigente de la política monetaria de los Doce explicó que siguen existiendo riesgos al alza de la inflación. Entre ellos, destacó un nuevo incremento de los precios del petróleo, una mayor deriva de éstos a los precios de consumo, subidas adicionales de los precios administrados y los impuestos indirectos y, 'de forma más fundamental, elevaciones de salarios y precios superiores a lo esperado debido a los efectos de segunda ronda de las subidas pasadas del petróleo'.

Más subidas, pero no inmediatas

Las declaraciones de Trichet llevan a pensar que el BCE llevará a cabo alguna otra subida a lo largo del año, probablemente hasta dejar los tipos en el 3%. Sin embargo, el presidente del BCE evitó utilizar en su comparecencia el término 'vigilancia' sobre los precios, que había usado antes de las dos subidas. De ahí que no quepa esperar nuevas elevaciones inmediatas del precio del dinero, que podrían esperar, según la mayoría de los analistas, al inicio del verano.

Las reacciones políticas a la decisión no se han hecho esperar: El viceministro italiano de Industria, Adolfo Urso, consideró 'un error' la subida porque, a su juicio, 'en Europa no hay un peligro real de inflación'. 'Si acaso, hay un grave problema de crecimiento y el aumento del coste del dinero sustrae oxígeno a la recuperación', dijo el también responsable de Comercio Exterior.

Trichet no comparte este diagnóstico. Ayer explicó que, incluso con los tipos al 2,5%, la política monetaria es 'estimulante' para el crecimiento. 'No me cabe la menor duda', zanjó. El Consejo de Gobierno del BCE no cree que un movimiento de un cuarto de punto vaya a afectar seriamente a la inversión o el consumo. De hecho, el comportamiento de estas variables ha sido limitado en las grandes economías de la zona euro, incluso durante los tres años con tipos reales negativos. Tal como recalcó Trichet, la política monetaria de la eurozona 'sigue siendo acomodaticia', porque los tipos de interés, tanto en términos reales como nominales, siguen en niveles muy bajos. A una tasa nominal del 2,5% y con la inflación media de los Doce en el 2,4%, el coste real del dinero se sitúa en un exiguo 0,1%.

Pese a las reticencias de los países que no arrancan, en términos macroeconómicos hay otros que pueden salir beneficiados. Entre ellos, España, que tiene un consumo interno sobrecalentado, una inflación fuera de control y un déficit comercial que supone ya más del 8% del producto interior bruto. La moderada subida de tipos contribuirá a detener la escalada de los precios, lo que a su vez debe mejorar la competitividad de las exportaciones. De hecho, es probable que si la política monetaria estuviese en manos nacionales el precio del dinero estaría en un nivel superior al actual.

Revisión al alza de crecimiento e inflación para 2006

Trichet aprovechó la rueda de prensa posterior a la reunión del Consejo de Gobierno para anunciar las nuevas previsiones macroeconómicas del Banco Central Europeo para el año en curso y el siguiente. Siempre explicados en términos de horquillas, los valores medios esperados para el crecimiento y la inflación son ahora más altos que en de diciembre.Así, el producto interior bruto de la zona euro alcanzaría este año alrededor de un 2,1% de incremento, dos décimas más que en la anterior previsión. Los resultados positivos de los indicadores de confianza han llevado al BCE a elevar sus expectativas, que también alcanzan a 2007: el crecimiento sería entonces del 2,1% (una décima por encima del predicho hace dos meses).Más indicativas de futuros movimientos del BCE son sus expectativas de inflación: de acuerdo con el nuevo pronóstico, los precios de la zona euro subirían a alrededor del 2,2% tanto en 2006 como en 2007. La revisión al alza respecto a diciembre es de una y dos décimas, respectivamente. El organismo emisor es hoy más pesimista respecto a la evolución futura de los precios, cuyo control constituye su misión principal, lo que deja la puerta abierta a nuevas subidas de tipos en los próximos meses.Pese a las dos subidas realizadas desde diciembre, los tipos de interés de referencia en Europa se mantienen a dos puntos de los de Estados Unidos. La Reserva Federal viene desarrollando desde hace tres años una subida escalonada del precio del dinero, acompasándolo al fuerte tirón actual de su economía (el PIB deEE UU creció el año pasado un 3,5%, más de dos puntos por encima de la zona euro). La reciente sustitución de Alan Greenspan por Ben Bernanke no parece que vaya a variar la política de la Fed.

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