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Contencioso

Primera denuncia judicial contra el acuerdo del Sovereign y el Santander

Los escollos para el acuerdo entre el Santander y su futuro socio estadounidense Sovereign aumentan. El principal accionista del banco de EE UU, el fondo Relational Investors, ha presentado ahora una demanda judicial.

El fondo de inversión Relational Investors no se da por vencido, e insiste en intentar bloquear el acuerdo establecido el pasado octubre entre el Santander y Sovereign. Ahora, ha decidido acudir a la Justicia neoyorquina para demandar a su banco y al Santander, para que se ofrezca a los accionistas del Sovereign una compensación por la toma de control de la entidad. En la práctica supone que, de prosperar la demanda, el banco español podría verse obligado a pagar a cada accionista que desee salir del Sovereign un mínimo de 27 dólares por título.

æpermil;sta es la cifra que el Santander acordó pagar por el 19,8% de las acciones del Sovereign, en una alianza que desató las iras del mayor accionista de la empresa, Relational Investors, y de otros inversores institucionales.

El lunes, este fondo de inversión, conocido por su activismo en favor de los derechos de los accionistas, presentó una demanda en la Corte del Distrito Sur de Nueva York contra el Sovereign y contra el Banco de Santander. En la demanda explica que la alianza entre los dos bancos supone, de hecho, una 'toma de control' por parte del Santander y que, por tanto, el resto de accionistas debería obtener una compensación económica justa.

Exige que el banco español pague a todos los accionistas 27 dólares por título

'La ley concede a los accionistas que se oponen a las condiciones coercitivas impuestas en el acuerdo, el derecho a recibir por sus acciones el verdadero valor justo', dijo en un comunicado el director de Relational Investor, Ralph V. Whitworth. El Santander, en un escueto comunicado, respondió que esta demanda 'no tiene ningún fundamento'.

Esta iniciativa legal supone un giro en la estrategia de Relational, que hasta ahora había limitado sus protestas a los organismos reguladores de los mercados de valores.

Hace unas semanas, se dirigió a la Bolsa de Nueva York para pedirle que tomara cartas en el asunto y exigiera al Sovereign que convocase una votación para que los accionistas pudieran tomar posiciones ante el acuerdo.

La campaña hecha por este accionista, con el apoyo de otros inversores institucionales, obligó al Santander y al Sovereign a modificar algunos puntos del acuerdo, pero no lograron que se celebrara la votación deseada. Por ese motivo, este fondo ha acudido ahora a la Justicia, con la esperanza de que los jueces entiendan que la entrada del grupo español con el 19,8%, supone en realidad una toma de control, calificación que sólo se otorga cuando la participación supera el 20%.

'Esta transacción concede al Santander (sólo o en concierto con otros) el poder de voto sobre el 20% o más del total de las acciones ordinarias del Sovereign, y, por tanto, constituye una toma de control', según las leyes de Pensilvania, asegura el fondo.

Por ello, cree que si se cierra la operación, el Santander debería pagar a los accionistas que deseen vender el 'valor justo' por sus títulos, lo que supone pagar una cifra que incluya no sólo la cotización de la acción, sino también la prima de control y los intereses generados. En su opinión, esta cantidad debe ser 'sustancialmente mayor' de los 27 dólares por título que ha acordado pagar el Santander en la ampliación de capital que realizará el Sovereign. El lunes, la cotización del banco estadounidense se situó en 21,34 dólares, un 26% menos que lo estipulado en el acuerdo.

El Sovereign pactó la venta del 19,8% de su capital al Santander por 2.000 millones de euros, unos fondos que el Sovereign destinará a la compra del banco regional Independence Community Bank.

No obstante, el grupo español se reserva la opción de aumentar su presencia al 24,9% a partir de julio de 2006, e incluso de comprarlo su totalidad en 2008.

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