Tener un punto de locura es bueno para los negocios
La diversión no está reñida con la empresa, pero muchos creen que son incompatibles. Dos expertos aconsejan reír en el trabajo
D iversión. Es una palabra que muchos directivos dejan aparcada antes de entrar en la oficina, ya que entienden que este termino está reñido con los negocios. Un error. Es lo que considera la consultora Jackie Freiberg, que junto a su marido Kevin, ofreció una conferencia esta semana sobre los desafíos a la tradicional forma de hacer negocios, organizado por Esic, en colaboración con PricewaterhouseCoopers y Cinco Días. 'Hay que tener muchas agallas para que el trabajo sea divertido y que la gente ría mientras desempeña sus funciones', señaló la experta en temas de gestión y recursos humanos, quien puso el ejemplo del presidente de la compañía aérea Southwest, Herb Kelleher. æpermil;ste no tiene inconveniente en disfrazarse en ocasiones de Elvis Presley o de exigir a sus empleados que, en algún momento, den rienda suelta a su locura.
'Se trata de una compañía seria, que cuida el trato al cliente, la seguridad aérea y su negocio de una manera exquisita. Sin embargo, lo que no se toman en serio es a sí mismos', afirmó. Así por ejemplo, los pasajeros de la compañía cuando abren el compartimiento destinado al equipaje de mano de la aerolínea pueden encontrarse allí dentro a una azafata que les da la bienvenida. También en otra ocasión, recordó la ponente, Southwest fue acusada de utilizar la campaña publicitaria de otra compañía aérea rival. En lugar de ir a juicio, ambas organizaciones decidieron librar una peculiar batalla sobre un cuadrilátero, a la que acudieron cientos de personas. 'Fue una campaña buenísima y adquirieron muchísima más notoriedad que si se hubieran ido a un juicio. Y es que el presidente de esta compañía cree que el profesionalismo está subestimado', explicó Jackie Freiberg.
En otra ocasión, otra compañía se anunció a sí misma como la número uno en cuanto a satisfacción con el cliente. Southwest vio el anuncio y consideró que no era correcto y contraatacó con otro mensaje publicitario que decía: 'Después de mucho deliberar con el departamento legal de la compañía consideramos que Northwest Airlines es la número uno en satisfacción al cliente. Mentiroso, mentiroso, a Pinocho le va a crecer la nariz'.
Todo esto puede resultar como un cuento de niños, explicó Kevin Freiberg, 'y da risa cuando se hace entre pequeños'. El problema, prosiguió Jackie, es que la gente no entiende que se puede tener talento, ser competente y, además, ver el lado divertido de las cosas. 'El elemento de creatividad es algo útil para las empresas, ya que reducimos el nivel de absentismo. Llevar el sentido del humor al trabajo es una manera de retener el talento'.
Y es que la risa, añadió Jackie, es saludable, produce endorfinas y puede llegar a curar enfermedades. 'Hay distintas maneras de avivar el humor dentro de la organización y eso debe partir del directivo', afirmó. También es importante para desafiar la tradicional forma de hacer negocios jugar con un elemento fundamental dentro del liderazgo, tener coraje, 'agallas para trabajar con su equipo y crear una experiencia diferente dentro de la organización'.
Un dato que ofrecieron a los asistentes a la jornada dejó a más de uno perplejo: tan sólo el 26% de los empleados, según una encuesta de la consultora Gallup, están comprometidos con sus empresas. 'Esto quiere decir que la mayoría no tiene ningún tipo de apego a sus compañías'. Y del porcentaje de empleados no comprometidos, un 19% está activamente poco comprometido.
'Estas personas son un cáncer para la organización. Nosotros los llamamos pesos muertos, que pueden llegar a destruir una empresa porque son una obstrucción para los demás que si son leales', afirmó esta consultora, que aconsejó a los directivos realizar encuestas dentro de sus compañías sobre el grado de satisfacción y de compromiso de sus profesionales. 'Es la única forma de solucionar el problema porque la gente no quiere estar desmotivada, quieren que se les reconozca el talento', señaló Jackie Freiberg.
Muchos también se olvidan de la comunicación
Otro elemento de éxito es la comunicación, tanto interna como externa. Algo de lo que también muchos ejecutivos parecen olvidarse y no lo toman con un factor determinante dentro de la gestión de la compañía.Según una investigación elaborada por la consultoría de los Freiberg, la aerolínea Southwest derrocha talento, en parte, por su política de comunicación interna. 'Son buenos en contar historias. Todas las mañanas se reúnen para comentar lo que sucedió el día anterior. Y no hablan de negocios como si fuera de una forma tradicional y aburrida, lo hacen de manera simpática', relató a los presentes a la conferencia Jackie Freiberg.Los dos consultores lanzaron un mensaje a los ejecutivos: 'es necesario aprender a contar historias de manera diferente para que los empleados se sientan entusiasmados. Una de las recomendaciones fue crear un portal de internet interno divertido.Otra solución, así lo relató Kevin, es hacer como hace la aerolínea estadounidense, que ha inscrito en el ascensor de la compañía una inscripción dirigida a sus empleados sobre el valor de las comunicaciones. Ahí va otra: recopilar en los pasillos toda la historia de la organización (celebraciones, firmas de acuerdos, fotografías de los empleados), de manera que si alguien pone los pies allí conocerá de antemano todo lo que ha acontecido en los últimos años. En Southwest se muestran más de 20.000 imágenes de los 30 años de historia de la compañía.'Los nuevos fichajes pueden ver todo ese legado, esa herencia, y eso crea unos lazos fuertes porque la gente se da cuenta de que hay un patrimonio que proteger', señaló Kevin, quien se lamentó de que 'desgraciadamente muchas empresas no ven el valor de hacer esto'.