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CincoSentidos

Arranca la temporada de esquí

Este puente abren las pistas españolas. Los 'snowboarders' son ya el 30% del total de los aficionados

Comienza la temporada de esquí y lo hace con las mejores previsiones. Después de que algunas estaciones arrancaron parcialmente el pasado fin de semana, la mayor parte de centros invernales peninsulares abren sus puertas estos días. La Asociación Turística de Estaciones de Esquí y de Montaña (Atudem), a la que están asociadas las 28 estaciones españolas de esquí alpino, prevé esta temporada un 14% más de visitantes que la anterior, entre otras razones porque durará tres semanas más, prolongándose hasta abril, coincidiendo con Semana Santa.

En conjunto, las estaciones españolas dedicarán esta temporada 2005-2006 un total de 73 millones de euros, destinados a mejoras de remontes, sistema de innivación, servicio de restauración y pistas. Por áreas ha sido en el Pirineo aragonés donde se ha invertido la mayor cantidad (29 millones), seguido del catalán (24, 2 millones) y de la Cordillera Cantábrica (11,8 millones).

El Pirineo catalán es, con 50.335 plazas, que representan el 35,9% de la oferta hotelera nacional para esquí, la zona con mayor capacidad. De estas plazas el 13,6% se encuentra en las mismas estaciones. Aragón dispone también de un elevado número de plazas hoteleras cercanas a los centros invernales con 45.693. España ofrece cerca de 1.000 kilómetros esquiables repartidos a lo largo de sus 889 pistas (136 verdes, 285 azules, 352 rojas y 116 negras), la mayoría de ellas en Cataluña donde existen 639 km, un total de 130 remontes, con una capacidad de 145.672 viajeros por hora, 1.806 cañones que sirven para innivar 47,6 km, además de 229 kilómetros de circuitos de esquí nórdico.

Las dos mejores ofertas siguen siendo las de Baqueira Beret y Sierra Nevada, ambas con los forfaits más caros, pero dos centros invernales de primera calidad tanto en sus instalaciones como en la oferta complementaria que permite disfrutar de otras actividades como el patinaje sobre hielo, piscina climatizada cercana a las pistas, así como restaurantes, bares de copas y discotecas. También en ambas se halla una excelente nieve, preparada diariamente.

El éxito del 'snowboard'

En los últimos años se ha producido una segmentación de practicantes según la edad. Los jóvenes se han apuntado a las nuevas formas de deslizarse, son los snowboarders, quienes con sus tablas surfean por las pendientes con su peculiar estilo y vestimenta. Aunque no existen estadísticas, tanto desde Atudem como desde la Associació Catalana d'Estacions de Muntanya (ACEM), calculan que su porcentaje se sitúa entre el 20 y 30% de los aficionados a la nieve. Algunas estaciones se han especializado en dar servicio a las nuevas fórmulas: 'El snowboarder de hoy es el esquiador de mañana', comenta un responsable de la estación leridana de Port Ainé, donde han acotado una amplia zona para la práctica del freestyle. Pese a los problemas económicos por la suspensión de pagos, Port Ainé es un referente para los que quieren disfrutar de su snowpark.

Dentro del mismo género hay que hacer una mención especial a Astún que en los últimos años ha aglutinado una buena parte de los snowboarders del país, gente joven con ganas de experimentar en medio de un atractivo paisaje, así como Masella, una de las estaciones más cercanas a Barcelona que el año pasado puso en funcionamiento un snowpark equipado con zona de saltos (big jumps), cajones, barandillas, etc.

Masella cuenta con el desnivel esquiable más importante del Pirineo oriental con casi 1.000 metros de bajada desde la Tosa (2.535) y el Pla de Masella (1.600). Otra de las ventajas es que se puede adquirir el forfait Alp 2500 que también permite utilizar las pistas de la histórica estación de La Molina. En conjunto, los precios de los forfaits se han incrementado un 4,2%.

Los de esquí alpino van desde los 13 euros de Leitariegos (Cordillera Cantábrica) y los 20 de Tavascan (Pirineo Catalán), hasta los 39 de Baqueira Beret (Valle de Arán) o a los 37 de Sierra Nevada (Sistema Penibético).

Una de las novedades de la temporada y que más puede beneficiar al esquiador es la puesta en marcha, por primera vez en España, de un forfait conjunto que ofrecen todas las estaciones alpinas de la demarcación de Gerona (La Molina, Masella, Vall de Núria, Vallter 2000 y Guils Fontanera), denominada Skigirona, que permitirá esquiar en todas ellas por 555 euros-temporada para los adultos y 440 para los niños. Una iniciativa que la temporada próxima podría extenderse a las de la provincia de Lérida como forma de hacer frente a las ofertas de las estaciones andorranas. Las instalaciones del país vecino, que han seguido el modelo de explotación de esquí en los Alpes, cuentan con importantes áreas esquiables como la que ofrece Grandvalira (Soldeu-El Tarter y Pas de la Casa), la de mayor superficie del Pirineo con casi 200 kilómetros, así como Vallnord (Pal Arinsal y Ordino Arcalís) y las estaciones del Pirineo francés.

En Grandvalira han invertido 12 millones de euros para poner en marcha cuatro remontes, entre los que destaca el nuevo telesilla de seis plazas del Estany que abre el acceso de este dominio esquiable a Francia, además de un nuevo parking gratuito para 350 vehículos.

La prioridad de las estaciones de esquí esta temporada será fomentar la seguridad. Eslóganes como El esquí mejor con casco o Con casco como los campeones, podrán verse en todas las instalaciones. El casco obligatorio para menores de 14 años se implantó la temporada pasada, aunque su utilización es recomendable también para los adultos. Las federaciones recomiendan otros elementos como protectores de muñecas para snowboarders o de sí la columna para los esquiadores, especialmente si son niños.

Normas básicas para esquiar seguro

 

1. Respeto a los demás. El esquiador o snowboarder debe comportarse de manera que no ponga en peligro o perjudique a los demás.

2.Control de la velocidad. El usuario debe esquiar de forma controlada. Debe adaptar su velocidad y forma de esquiar o deslizarse en snowboard a su habilidad personal y a las condiciones generales del terreno, nieve y tiempo, así como a la densidad del tráfico en las pistas.

 

3. Elección de la ruta. El esquiador o snowboarder que viene de atrás debe elegir su camino de forma que no ponga en peligro al esquiador o snowboarder de delante

4. Adelantamiento. El adelantamiento puede efectuarse por arriba o por abajo, derecha o izquierda, pero siempre de manera que se deje espacio suficiente para prevenir las evoluciones voluntarias o involuntarias del esquiador o snowboarder que se va a a adelantar.

5. Entrar en la pista. Todo practicante que se incorpora a una pista o reanuda su marcha después de detenerse, debe mirar arriba y abajo de la pista para asegurarse que puede hacerlo sin provocar peligro para él o para los demás.

6. Parar en la pista. Todo esquiador o snowboarder debe evitar estacionarse sin necesidad en los pasos estrechos o sin visibilidad de las pistas. En caso de caída en uno de esos lugares, debe apartarse y dejar libre el camino lo antes posible.

7.Subir y bajar a pie. El esquiador o snowboarder que suba o baje a pie debe hacerlo por el lateral de la pista.

 

8. Respeto del balizaje y la señalización. Todos deben respetar las indicaciones que existan en las pistas.

9. Prestación de ayuda. Ante un accidente, todos tienen la responsabilidad de prestar socorro.

10. Identificación. Todos los esquiadores o snowboarders que sean testigos de un accidente, sean o no responsables del mismo, deben identificarse e intercambiar nombres y direcciones.

Atención al equipo para combatir el frío

Las prendas deben garantizar una protección óptima contra el frío, el viento y la nieve a la vez que deben dejar transpirar a la piel. Materiales como el coolmax, el thermostat, el goretex o el windstopper cumplen con los requisitos. Las bajas temperaturas, las altas velocidades o el efecto nocivo de la luz solar son elementos de los que hay que protegerse. Desde las tablas de esquí o snow al último de los accesorios tienen la función de garantizar la integridad física y minimizar los riesgos.Pero además de ser consciente de los peligros, el esquiador debe conocer bien sus cualidades y sus limitaciones, qué tipo de esquí desea practicar y estar informado de las posibilidades que ofrece el mercado.La elección de una tabla depende de diversos factores. Primero, del esquí que se quiere practicar, las características físicas y el nivel técnico. Debe ser ligera, resistente, estable, con agarre en los cantos, capaz de distribuir adecuadamente la potencia del esquiador y con la anchura idónea.Las tablas más adecuados para el que se inicia son los carving pin tail, cómodos, fáciles de usar y estables. Para el experto, que busca el máximo rendimiento, existen diversas opciones como los free ride, que con una mayor anchura de patín están especialmente diseñados para el esquí fuera de pista, o los race carve, que permiten altas velocidades y son parecidos a los de competición. Por otra parte están las tablas polivalentes que facilitan disfrutar del esquí en todas las condiciones debido a su gran estabilidad y seguridad sobre la nieve.Otro factor a tener en cuenta son los seguros. Se puede contratar cuando se saca un forfait, bien en la misma estación a un precio de 2,5 euros por día de media, o a través de las distintas compañías aseguradoras que ofrecen sus tarjetas blancas. Una póliza cubre de sorpresas como el hacer frente a los gastos que conlleva un rescate en pistas, la asistencia médica de urgencia, el traslado sanitario urgente a un centro hospitalario, la responsabilidad civil, etcétera.

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