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Inmobiliario

La distribución saca partido a la venta de sedes y locales

Cortefiel y Aldeasa son las últimas cadenas de distribución que se han sumado a la moda de vender activos inmobiliarios para sacar el máximo partido al negocio principal. Carrefour, Eroski y la antigua Ahold han marcado una tendencia en la que unas veces se vende para quedarse como inquilino y otras para autofinanciar adquisiciones.

Los grupos de distribución están sacando partido a sus activos inmobiliarios. Las operaciones puestas en marcha para rentabilizar el patrimonio de las compañías son cada vez más numerosas y si, además, ha habido un cambio de propietario por medio, se han constituido en la mejor fórmula para financiar la propia adquisición. Cortefiel y Aldeasa son, en este sentido, los casos más recientes y más claros.

Los fondos de inversión que el pasado mes de julio adquirieron Cortefiel (CVC, PAI y Permira) ya explicaban en el folleto de opa su intención de vender activos inmobiliarios de la compañía. También señalaban su interés por permanecer en estos locales (sobre todo en las tiendas) en régimen de alquiler. Este último fin de semana fuentes de la compañía señalaron que la operación de venta y alquiler (sale & lease-back) ya se ha puesto en marcha y afecta a la sede de la empresa, unos terrenos en Aranjuez (Madrid) y varias tiendas y almacenes (ver Cinco Días del lunes).

Los nuevos propietarios de Aldeasa (Altadis y Autogrill) no se han quedado a la zaga y sólo seis meses después de comprar la compañía mediante una opa, ya han puesto en venta la sede, siete pisos que utilizaban como oficinas y dos grandes tiendas de 650 y 750 metros cuadrados. Todo ello, ubicado en pleno barrio de Salamanca, una de las zonas más caras de la capital. La idea, en este caso, es conseguir entre 55 y 60 millones de euros, una parte de los cuales se destinarán a sufragar los gastos de la adquisición.

La diferencia es que los nuevos gestores de Aldeasa no seguirán alquilados en sus actuales oficinas de la calle Ayala, sino que se trasladarán a un edificio más modesto y cercano al aeropuerto.

Los antecedentes de las actuaciones que ahora han puesto en marcha Aldeasa y Cortefiel se encuentran por doquier. El año pasado Carrefour, por ejemplo, vendió y alquiló luego tres edificios de oficinas a un grupo inversor a un precio de 77,15 millones de euros. Unos meses antes llegó a un acuerdo con la inmobiliaria francesa Klépierre, perteneciente al banco BNP Paribas, el 50% que tenía en Centros Shopping Gestión, la mayor promotora española de centros comerciales. Esta compañía fue creada en 2001 a partes iguales por Klépierre y la filial española de Carrefour para promover y gestionar los centros donde la cadena tuviera un híper.

Otro ejemplo, esta vez con cambio de propietario, es el que afectó a los inmuebles de Ahold (ahora Dinosol). La compañía de inversión inmobiliaria Redevco compró todos los activos de la antigua Ahold Supermercados cuando la compañía pasó a manos de Permira. En conjunto, se vendieron 72 locales, con 235.000 metros cuadrados, por 211 millones de euros que sirvieron para financiar la operación.

Promoción y posterior venta del centro comercial

Una de las prácticas que más se ha extendido entre los hipermercados es la promoción de centros comerciales en alianza con algún especialista. Eroski ha promovido este año cinco complejos por valor de 180 millones de euros. Sonae, Lar e ING Real Estate son sus socios en esta operación que incluye una segunda fase de desinversión por parte del grupo de distribución. En este sentido, Eroski vendió el pasado mes de abril a Sonae su participación en cuatro centros comerciales por un importe de 99,3 millones de euros. Un mes después realizó una operación similar con Lar Grosvenor y el fondo de inversión inmobiliario Foram (del grupo holandés Vastned Retail) para venderles el centro comercial Madrid Sur por 41,4 millones.

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