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CincoSentidos

Una piscina limpia todo el año ahorra agua y dinero

La conservación hasta el próximo verano cuesta unos 200 euros

Un mes de abandono es suficiente para que la piscina, tabla de salvación en verano, se convierta en una charca durante las próximas tres estaciones. Ante la pregunta de cada fin de temporada sobre qué hacer con el agua, la respuesta habitual es la más cómoda: abandonarla.

Los expertos en el tratamiento de piscinas aseguran que esa opción es más cara e incluso deriva, a la larga, en mayor carga de trabajo. Además, el desinterés puede perjudicar la instalación por la acción del hielo, las hojas putrefactas y las algas.

Para quienes eligen el cuidado permanente, la atención no es tan exhaustiva como la estival y el mercado ofrece productos específicos de hibernación.

Filtragua, empresa con experiencia en instalación y mantenimiento, estima que salvar el agua cuando se ha olvidado por completo supera con creces los 400 euros, 'si es que aún puede hacerse algo'. En cuanto a los cuidados invernales 'apenas alcanzan los 200 euros, incluido el uso de la depuradora una hora diaria o tres filtrados completos al mes'. Al margen del bolsillo, una piscina cristalina mejora la estética del jardín, ahorra recursos y garantiza el chapuzón del año que viene pese a posibles sequías.

Este año ya se han producido restricciones para el llenado en Málaga y Huesca. En Madrid, donde el nivel de los embalses ha caído hasta el 43%, el Canal de Isabel II recomienda que las piscinas 'se cubran y se conecte la depuradora cada diez días'. De este modo su contenido durará varios años.

Los productos de mantenimiento más comunes son el cloro, alguicida, un controlador del PH, floculante y un producto antical (existen pastillas que aúnan los cinco componentes). En su aplicación resulta básico conocer las concentraciones de cada uno de los productos para evitar que la saturación de alguno, como el sulfato de cobre, dé al traste con el agua. En todo caso, los proveedores suelen recomendar las dosis según las características y cantidad de metros cúbicos a tratar.

Junto a la acción de la química, existe otra herramienta básica, el cobertor, que hace de barrera contra hojas, heladas, polvo, y evita la molesta tarea de limpiar fondos y paredes.

'Cuanto más sabes del agua más estricto te vuelves con su calidad', dicen en Filtragua, entre cuyos clientes son mayoría quienes conservan el agua limpia de sus piscinas durante todo el año: 'Alrededor del 90% la vigilan personalmente o nos contratan para que hagamos el trabajo'.

Lo peor, sin duda, es ignorar esta pieza clave del jardín, máxime cuando su cuidado para el posterior vaciado o para la reutilización, está al alcance de cualquiera.

Precaución mínima.

Son mayoría los particulares que se olvidarán de sus piscinas hasta que el calor regrese. Pero incluso para ellos existen consejos que evitan el deterioro de la instalación y facilitan la próxima limpieza.Heladas. Contra el hielo bastará con cubrir la superficie e introducir varios objetos flotantes, de plástico y ligeramente sumergidos, que eviten la formación de grandes placas y la presión contra las paredes. También es efectivo bajar el nivel del agua unos centímetros para que no dañe bordillos y skimmers.Limpieza. A quien planea vaciar la piscina en mayo o junio le facilitará la limpieza aplicar sulfato de cobre como alguicida, una dosis de cloro y mantener ese tratamiento cada cierto tiempo. Esta simple fórmula rebajará notablemente la pesadez de la limpieza y desinfección.Sistema de depuración. El filtro del agua y la bomba son dos piezas que requieren un lavado a conciencia al finalizar el verano. En cuanto a las paredes y fondos, si no se instala un cobertor deberán limpiarse un mínimo de una vez al mes para evitar la adherencia de algas.Cobertor. Elimina la caída de hojas y reduce la necesidad de productos químicos. Su precio depende de la superficie a tapar y del material. Un manto de fibra de polietileno, resistente a la luz solar, para un área de 7,5 metros de ancho por 15 de largo cuesta entre 700 y 900 euros. El sistema de protección encarece su precio entre tres y cuatro veces si el usuario decide incorporar un motor para la extensión y recogida.

Más allá de la venta de cloro

Numerosas tiendas de productos para piscinas se han convertido en empresas de servicios. Sus ofertas han evolucionado e incluyen el mantenimiento invernal como soporte del negocio fuera de temporada. La madrileña Servipool, por ejemplo, fideliza a sus clientes con el envío de informes y fotos de la piscina cuando el propietario vive en otra ciudad o fuera de España. Otros servicios son la desinfección de bordillos, control del estado de la maquinaria, revisiones del agua, etcétera.

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