Controladores en el punto de mira
No es frecuente que una patronal ponga el punto de mira en un colectivo profesional para responsabilizarlo de algún problema en el sector. Pero eso es lo que acaba de hacer la potente asociación internacional de las aerolíneas, IATA, con los controladores aéreos españoles. Según esta asociación, los precios del control aéreo sobre el territorio peninsular español son excesivamente altos -los cuartos más caros de Europa, tras Suiza, Bélgica/Luxemburgo y Reino Unido-. Además, se han incrementado un 10% desde el año 2000, muy por encima del crecimiento medio europeo, que se sitúa en el 2,2%, mientras que los servicios, la eficiencia y la calidad no han mejorado en la misma proporción.
La patronal del sector va más allá y asegura que la principal causa de esos altos precios de control de la navegación, tanto en la Península como en Canarias, está en los elevados sueldos que cobran los controladores españoles. En su análisis, los sueldos son responsables del 70% de los costes. Esto, según las empresas, penaliza no sólo a la aviación, sino también al sector turístico español. Algo que sería preocupante.
El alza del crudo y la creciente competencia de las aerolíneas de bajo coste está obligando al sector aéreo recortar costes más que nunca. Pero que haya elegido a los controladores españoles como uno de sus objetivos produce cierta inquietud que conviene despejar.
Los controladores aéreos, unos 2.220 en España, son un sector decisivo por cuanto su actividad es crítica en el transporte aéreo. Y a veces no han dudado en emplear esa posición como arma de presión en las negociaciones laborales. Ante la dura acusación de la IATA, argumentan que los altos costes en España se deben a la inversión en instalaciones. Pero no pueden negar que sus condiciones laborales y salariales están a niveles estratosféricos frente a las de la gran mayoría de los trabajadores de cualificación similar. Todo indica que la actividad y condiciones de este colectivo necesitan un análisis a fondo.