La liquidez como medida de riesgo
El grado de liquidez del sistema financiero es una medida interesante para saber de qué pie cojea o podría cojear el mercado. Cuanto mayor es la liquidez más dinero hay en el sistema susceptible de canalizarse hacia unos u otros activos. Un informe reciente de Merrill Lynch se hace eco de la situación de la liquidez global, y no es precisamente optimista.
'Hablando en términos generales, tienden a ocurrir cosas malas cuando el crecimiento anual de la liquidez se decelera por debajo de los dos dígitos', sostienen los analistas del banco de inversión. Merrill elabora un índice de liquidez global que define como la suma de la base monetaria estadounidense (billetes, monedas y los depósitos de la banca comercial que hay en la Reserva Federal) más los activos del Tesoro que están depositados en la Reserva Federal para cuentas internacionales.
El índice que elabora Merrill con estos datos muestra una clara desaceleración del crecimiento de la liquidez global desde finales de 2004, tras un periodo prolongado de crecimiento desde comienzos de 2001.
El crecimiento interanual de la liquidez ha decrecido desde casi el 25% a finales de 2005 al entorno del 13% en la actualidad. Según Merrill, el crecimiento de la liquidez desde 2002 y la ralentización actual se deben a la actuación de los bancos centrales asiáticos para mantener sus divisas estables frente al dólar. A nadie se le escapa tampoco que el ciclo alcista que han iniciado los tipos de interés oficiales en Estados Unidos está destinado precisamente a constreñir la liquidez y evitar el calentamiento del sistema.
'El precio de las materias primas, los diferenciales de crédito estadounidenses y la renta variable global están ampliamente correlacionadas con la liquidez global', señalan los analistas de Merrill. 'Estaremos vigilando de cerca la evolución de la liquidez en las próximas semanas. Si mantiene este ritmo de deceleración, entonces, un poco más avanzado el año, el bajos nivel de liquidez será señal de peligro'. Aviso, pues, para navegantes e inversores.