Las telecomunicaciones cumplen un siglo y medio en España
A mediados del siglo XIX no había luz eléctrica en los hogares españoles, pero ya era posible enviar telegramas fuera del país. El primer mensaje internacional se cursó el 8 de noviembre de 1854 y es considerado, a día de hoy, como el germen de la sociedad de la información. En él se transmitió el discurso de la reina Isabel II en el Parlamento al abrir las Cortes constituyentes. Comenzaba el Bienio Liberal y los periódicos de París y Londres pudieron publicar, gracias a este invento, el día 9 las palabras de la reina al mismo tiempo que los diarios de Madrid.
El Congreso de los Diputados celebrará esta tarde la efeméride del nacimiento de las telecomunicaciones en España en un acto organizado por el Colegio Oficial de Ingenieros de Telecomunicaciones (COIT). Y es que el 22 de abril de 1855 se promulgó la ley que autorizaba al Gobierno a establecer un complejo sistema de líneas electrotelegráficas que enlazarían las principales ciudades españolas y a éstas con las capitales europeas.
'El precursor de los actuales mensajes de texto o del correo electrónico fue el brigadier José María Mathé, quien dirigió la puesta en marcha de la primera línea telegráfica eléctrica entre Madrid e Irún', explican desde el COIT. Fue de manera experimental, pero acabó comunicando los telégrafos españoles con los de Francia. Siglo y medio después serán el presidente de Telefónica de España, Julio Linares; el secretario de Estado de Telecomunicaciones, Francisco Ros; el presidente de Correos, José Damián Santiago, y el gobernador del Banco de España, Jaime Caruana, quienes representen a las telecomunicaciones españolas en el acto central en la Cámara baja con el decano del Colegio Oficial de Ingenieros de Telecomunicaciones, Enrique Gutiérrez Bueno, y unos 200 invitados.
El primer telegrama internacional cursado en España se envió desde las Cortes e incluía el discurso de Isabel II que abrió el Bienio Liberal, y fue enviado a periódicos de París y Londres
Desde el COIT se insiste en que hay puntos comunes entre el paleolítico de las comunicaciones y la actual cultura de redes. 'En ambas etapas se han dado cambios significativos en la sociedad como consecuencia del uso de la telecomunicación'. Olga Pérez, responsable del Foro Histórico del colegio, asegura que 'ha variado la tecnología, pero no la filosofía'. Y explica el paralelismo con anécdotas: 'El telegrama de Isabel II llegó hasta Irún, pero allí se sacó en papel para ser reenviado telegráficamente a París y Londres porque las redes no eran compatibles'. Europa fue consciente de que hacía falta un estándar para las transmisiones internacionales, una obsesión -la de los estándares- que impregna hoy la sociedad del conocimiento. Esta experta recuerda que en el siglo XIX se abarató el precio de los telegramas para aumentar su uso (de ocho a cuatro reales por diez palabras), igual que sucede ahora con las cuotas mensuales de acceso a internet. 'El índice de analfabetismo de entonces dio al traste con la medida y hoy vemos que el desconocimiento de las ventajas de los servicios que se dan sobre la red limita su popularidad'.
Como decía Einstein: 'El telégrafo es como un gato muy, muy largo. Le tiras del rabo en Nueva York y mueve su cabeza en Los Ángeles'. En los tiempos del ciberespacio, el telegrama sigue empleándose en miles de ocasiones. Se calcula que aún se envían diez millones al año sólo en España.