'El 11-M reforzó la democracia en España'
Las claves para luchar contra el terrorismo son la erradicación de la pobreza mediante la educación y el fomento de los valores democráticos. Este es el nítido mensaje que envía la ex presidenta irlandesa Mary Robinson
Es una mujer convincente y no ha tenido ningún problema en amonestar, cuando ha creído oportuno, a los gobernantes de Estados Unidos, Rusia o China desde su atalaya de Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, puesto que ocupó entre 1997 y 2001. Mary Robinson es una firme luchadora por la democracia en todo el mundo y conoce de cerca el terrorismo. Esta semana ha participado en la Conferencia sobre Democracia, Terrorismo y Seguridad celebrada en Madrid.
Pregunta Se cumple ahora un año de los atentados terroristas del 11 de marzo en Madrid, ¿Qué ha cambiado desde entonces?
Respuesta Estos atentados fueron muy significativos. Tuvimos el primer gran ataque el 11-S en Estados Unidos, que dividió al mundo. Pero después del 11-M el mundo se mostró más unido que nunca en contra del terrorismo. Cuando el atentado ocurrió en Madrid, el mundo quedó muy impresionado por la reacción de la sociedad española. Esto fue, en parte, porque tristemente, España tiene mucha experiencia con el terrorismo. Para EE UU, el 11-S fue el primer ataque a una sociedad que se consideraba invulnerable, por eso su respuesta fue más inmadura y más visceral.
P Esta normalidad, ¿podría transmitir al mundo que España es un país acostumbrado al terrorismo?
R No, se transmitió más una sensación de que fue un atentado en la capital de un país democrático y que reaccionó de una manera equilibrada: aplicando firmemente la justicia, defendiendo la seguridad de las personas y no siendo tolerantes con el terrorismo. Pero hubo un equilibrio, un reconocimiento de los valores democráticos. Por eso es muy importante que la Cumbre haya sido en Madrid, como homenaje a las víctimas y como manera de decir: vamos a aprender de esta ciudad.
P Sin embargo, tres días después del 11-M hubo un cambio inesperado de Gobierno en España y hubo quien interpretó esto como una cesión a la presión terrorista...
R Algunos medios de comunicación estadounidenses lo interpretaron así, no en Europa, pero ese no fue mi análisis. Yo tengo la sensación de que se trató de una reacción de la sociedad por llegar a saber la verdad. El hecho de que tanta gente joven reaccionara nadie puede obligar a los jóvenes a reaccionar, lo que ocurrió es que tenían sentían en el corazón algo muy fuerte. Yo creo que se trató más de reforzar la democracia, no fue sólo cosa de los partidos políticos, fue la gente. Fue un ejemplo de ejercicio de la democracia en una situación muy difícil, y (el cambio de gobierno) fue perfectamente comprensible en el contexto político que se vivía.
P La respuesta española al 11-M fue muy distinta a la de EE UU o Reino Unido, donde hicieron duras leyes antiterroristas que recortaban los derechos individuales. ¿Fue España un ejemplo a seguir en este sentido?
R Sí, por esa razón fue tan buena idea concentrar aquí a tantos expertos en terrorismo, por el sentido simbólico que tiene Madrid, que representa los valores que queremos promover. Ninguno de nosotros es ambiguo o tolerante con el terrorismo, sin olvidar la solidaridad con las víctimas y sus familias. Y esto deberá hacerse de forma equilibrada.
P ¿Cómo puede lograrse ese equilibrio entre la lucha firme y el respeto a los derechos individuales ?
R Ese equilibrio no quiere decir que no se tomen medidas especiales contra el terrorismo, pero hay algunas reglas de oro que los Gobiernos no pueden romper. Estas reglas básicas son no torturar, no privar a las personas de su libertad sin que medie ningún proceso judicial para ello, o durante periodos indefinidos y tampoco enviar a las personas capturadas a países donde sí se practica la tortura.
'El desarrollo es básico para luchar contra el terrorismo'
Mary Robinson acaba de llegar de Mozambique como presidenta de honor de Oxfam y habla entusiasmada de los procesos de extracción del azúcar puestos en marcha en este país. Asegura que 'el desarrollo es básico para combatir el terrorismo'.
¿Cuáles son los vínculos entre el terrorismo y la pobreza?
No hay un vínculo directo, pero si permites que mucha gente viva en la más absoluta pobreza, siendo conscientes de que hay un mundo mucho mejor y además sin posibilidad de salir de la miseria, entonces llega la frustración y el enfado de estas gentes, que se vuelven fácilmente manipulables. Es ahí donde se encuentra el caldo de cultivo.
¿Se puede luchar contra la pobreza en una sociedad como la islámica sin ir de la mano del capitalismo?
En un número importante de sociedades islámicas ya hay muchos socios empresariales de grandes compañías, hay cultura empresarial e incluso un protagonismo relativo de la mujer. Así que el capitalismo y la sociedad islámica ya no son una contradicción, son compatibles.
¿Quiénes tienen mayor capacidad para sacar al tercer mundo del subdesarrollo, los Gobiernos o las multinacionales?
Si seguimos hablando de las sociedades islámicas, son importantes ambos elementos, pero lo principal es fomentar las democracias, que no se pueden imponer desde el exterior. Debemos escuchar muy de cerca a estas sociedades y fomentar las buenas prácticas democráticas.
¿Cuáles son esas buenas prácticas?
Hay que ser más responsables con las necesidades reales de la población de estos países. Son gente extremadamente joven, con tasas de natalidad son muy elevadas, por lo que se necesita reforzar el empleo y para ello hace falta un clima de estabilidad, atractivo para la inversión, con mayor presencia de la mujer en todos los niveles y más focalizado en la educación y las tecnologías de la información. Las empresas tienen mucha responsabilidad en todo esto.