Las grandes fortunas elevan su apuesta por la Bolsa
Las grandes fortunas españolas, un referente por sus contactos, su información y el alto grado de asesoramiento del que disfrutan, se han vuelto más atrevidas en sus estrategias de inversión.
Las grandes fortunas españolas, un referente por sus contactos, su información y el alto grado de asesoramiento del que disfrutan, se han vuelto más atrevidas en sus estrategias de inversión. Esta conclusión surge tras analizar la composición de las carteras de las sociedades de inversión de capital variable (Sicav), el vehículo de ahorro favorito de los ricos por su atractiva fiscalidad y la flexibilidad de su estilo de gestión.
La cartera de 15 de las mayores Sicav del mercado, entre las que se encuentran las sociedades de la familia Entrecanales, Amancio Ortega, los Del Pino, Alicia Koplowitz, Ram Bhawnani, Juan Abelló y los Serratosa, entre otros, arrancaron el año 2004 destinando una media del 39,22% de su patrimonio a activos de renta fija y el 60,78% a la renta variable. Al cierre del ejercicio (se trata de los datos más actualizados, que las sociedades han comunicado a la CNMV en las últimas semanas), el peso de la Bolsa había subido hasta el 65,5%.
Sin embargo, el cambio más importante atañe al fuerte incremento de la renta variable internacional entre las preferencias de los ricos. Mientras en el primer trimestre del pasado año las 15 carteras analizadas destinaban de media el 28,38% de su patrimonio a las acciones de compañías no españolas, este porcentaje se incrementó hasta el 37,68% a 31 de diciembre pasado. Las preferencias apuntan sobre todo hacia la renta variable europea.
'En 2005 esta tendencia debería mantenerse', comenta Rafael García de la Rasilla, presidente de Banif Gestión. 'Seguimos viendo la renta variable como un activo atractivo. Ofrece ahora mismo un yield rentabilidad del 3,5% mientras los tipos están al 2%. Además, en términos de PER número de veces que el beneficio por acción está recogido en la cotización las acciones están por debajo de la media de los tres últimos años. Por contra, la renta fija, aunque en una cartera diversificada hay que tener de todo, no nos parece muy interesante. El precio de los bonos caerá a medida que se descuenten subidas en los tipos a corto plazo', señala.
García de la Rasilla, que entre sus clientes tiene a Amancio Ortega, presidente de Inditex, con una de sus dos Sicav (Alazán, la más conservadora), señala que en 2005 los ricos seguirán también mirando cada vez más al exterior.
'En los últimos tres años la Bolsa española se ha comportado mucho mejor, apoyada en su mayor crecimiento y, sobre todo en 2004, en las buenas noticias de Latinoamérica. Si se cumple la previsión de recuperación en el área euro el resto de Europa tiene bastante potencial. No obstante, esto no quiere decir que no se vaya a estar en renta variable española. Por áreas geográficas, preferimos el viejo continente a Estados Unidos', explica el presidente de Banif Gestión.
El buen momento de los mercados financieros en 2004 ha servido para elevar aún más las cuentas de las grandes fortunas. El patrimonio conjunto de 68 Sicav, cuyos propietarios forman parte de la flor y nata del tejido empresarial del país, se situó al cierre del pasado ejercicio 2004 en 4.233 millones de euros, un 5,34% más que en ejercicio anterior.
Además, obtuvieron un resultado neto (diferencia entre el precio de compra de las acciones, bonos o letras y el de venta durante el año) de 223 millones de euros, lo que supone un incremento del 5,31% frente a los beneficios obtenidos.
La mejora del patrimonio de las Sicav analizadas es sensiblemente inferior al 17,3% que se revalorizó el Ibex 35 en 2004. Sin embargo hay que tener en cuenta que las carteras de estas sociedades suelen estar muy diversificadas y no sólo invierten en renta variable española. Además, el 5,34% de mejora del patrimonio cumple con creces el objetivo que le piden los ricos a estos instrumentos, según los expertos.
'El patrimonio de las grandes fortunas se puede dividir en tres categorías', señala Rafael Gascó, subdirector de Deutsche Bank Private Wealth Management. 'Por un lado están aquellas inversiones estables, que forman parte del patrimonio histórico de una familia, por ejemplo, la participación de los Del Pino en Ferrovial. Son inversiones a largo plazo', explica Gascó.
'En segundo lugar tenemos lo que se puede denominar como liquidez. Para esta parte del patrimonio el objetivo suele ser ganar dinero a la inflación. En esta categoría entran las Sicav. Las grandes fortunas buscan en ellas no perder dinero por el coste de la vida y, en función del perfil de riesgo, ganar entre dos y cuatro puntos básicos al IPC', según este experto.
'El tercer tipo de inversiones de los grandes patrimonios es el capital riesgo. Se trata de una apuesta más atrevida, con un horizonte temporal de medio y largo plazo, pero que busca obtener una rentabilidad superior a la obtenida con las Sicav', concluye Gascó.
El perfil de los ricos a la hora de sacar rendimiento a su dinero es parecido al de los pequeños ahorradores: los hay más agresivos, más conservadores, los que apuestan por valores de crecimiento, otros que sólo quieren compañías con alta rentabilidad por dividendo o los que buscan pequeñas empresas olvidadas por el mercado con un gran potencial de revalorización.
'Cada cliente es un mundo. Por eso en Banif dedicamos entre dos y tres meses antes de constituir la Sicav a estudiar su perfil. En función de los objetivos que desea obtener así configuramos la cartera', comenta García de la Rasilla.