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CincoSentidos

Enseñar al cerebro con ejercicios musculares

Se conoce por gimnasia cerebral (traducción del anglosajón braingym), pero en realidad son movimientos de distintas partes del cuerpo que se conectan con partes del cerebro'. Así explica Carlota López-Peredo, experta en esta disciplina, en qué consiste la terapia y para qué sirve. 'Ataja problemas muy concretos que se derivan de aprendizajes mal desarrollados. Pero, en realidad, todo se aprende' aclara.

Aunque los primeros pacientes acudieron a su consulta (en el Instituto de Terapias Integrales y Enseñanzas Energéticas en Madrid) con deficiencias académicas, el abanico se ha ampliado. La casuística es amplia: pánico a conducir, dificultades para decir no, gente con poco entusiasmo vital, problemas de memoria o de psicomotricidad... Y niños con bajo rendimiento escolar.

La base de esta terapia es simple. Parte del principio, contrastado según López-Peredo, de que el cerebro y los músculos se comunican. 'El cuerpo sabe lo que le pasa y, sobre todo, lo que necesita para estar bien' declara. Problema: cómo conseguir que los músculos transmitan esta información y qué hacer para que el cuerpo solvente el problema por si solo.

Lo primero se realiza mediante 'verificación muscular'. El organismo sabe contestar; sólo hace falta enseñarle a expresarse mediante movimientos. Una vez que el cuerpo sabe decir sí y no, simplemente se le pregunta dónde está el conflicto. Y el cuerpo da las pistas.

Una vez detectado el problema, viene la terapia en sí. æpermil;sta se basa en el principio del cerebro trino, dividido en tres partes con tres funciones concretas. El reptiliano, dedicado a la mera supervivencia; el límbico, las emociones, donde está la memoria y la sensación de riesgo; y el neocórtex dividido en el hemisferio derecho e izquierdo donde están las funciones de la lógica y de lo creativo. La mayoría de los conflictos se deben a una mala coordinación de las tres partes del cerebro. La solución es enseñarle a equilibrarlas. Y al igual que los músculos sirven para detectar el problema, sirven igualmente para instruir al cerebro. Para ello se utilizan hasta 52 ejercicios musculares.

Dependiendo del problema que se desee atajar se necesitarán una o varias sesiones.

Organización con presencia en 80 países

La terapia surge en los años setenta en Estados Unidos de la mano de Paul E. Dennison, doctor en educación y sicólogo clínico, y su mujer Gail Dennison. Buscaban fórmulas para solucionar problemas de aprendizaje en niños, aunque descubrieron que el método eran igualmente útil para adultos.El matrimonio desarrolló lo que bautizaron como gimnasia cerebral, educación quinesiológica (Edu-K), o aprendizaje mediante movimientos. Aunque el sistema se usa en niños y adultos, tiene una mayor implantación entre los primeros a través de colegios públicos y privados de EE UU y Reino Unido.Según la página web de la organización (www.braingym.org), están presentes en 80 países a través de delegaciones. Aunque no han llegado a España, López-Peredo, que se ha formado en Londres y que ahora está ampliando sus estudios para acreditarse como formadora de futuros expertos, aspira a abrir la delegación española.

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