Pros y contras de la oferta de jubilación
Los planes de previsión asegurados se mantienen como alternativa a los de pensiones, aunque están sujetos al mismo límite fiscalPara invertir
Con sólo dos años de vida, los planes de previsión asegurados compiten contra un gigante, los de pensiones, ya sea en su modalidad individual o de empleo. Los planes de previsión, popularmente llamados PPA, son seguros de vida con los mismos incentivos de rebaja fiscal que los planes de pensiones y están destinados a complementar las prestaciones de la Seguridad Social al jubilarse.
El miedo a un recorte de sus incentivos fiscales puede aumentar las aportaciones este año. El motivo lo explica José Manuel Ortiz, abogado del despacho Cuatrecasas: 'Ante una eventual rebaja de los incentivos fiscales para los instrumentos de previsión social, muchos contribuyentes querrán agotar los límites máximos de aportación financiera para asegurarse cuanto antes la aplicación de las reducciones fiscales en la base imponible, reducciones que, en buena lógica legislativa, deberían respetarse por normas de Derecho transitorio'.
Tanto los planes de pensiones como las primas aportadas a un plan de previsión asegurado gozan de deducciones en la base imponible del IRPF hasta 8.000 euros anuales y 1.250 euros adicionales por cada año de edad a partir de los 52 y hasta los 65.
El dinero aportado en ambos productos financieros no podrá rescatarse hasta el retiro laboral, la invalidez o paro prolongado. Hasta la aparición de los planes de pensiones garantizados, la nota distintiva de los planes de previsión asegurados era que garantizaban al suscriptor el capital invertido y un tipo de interés fijo anual, una rentabilidad asegurada durante el tiempo contratado. Mientras, la rentabilidad de los planes de pensiones venía determinada por los mercados. Pero en los últimos dos años los PPA luchan con los planes de pensiones garantizados. El interés de los PPA lo publica Seguros y toma como referencia el tipo de la deuda a tres, cinco y diez años. Cuando el tipo garantizado en el PPA no es muy alto, la aseguradora puede añadir atractivo al producto con una cláusula de participación en beneficios, por la que el asegurado recibirá una parte de la rentabilidad obtenida por las inversiones realizadas. En los últimos meses, Seguros ha despejado varias dudas sobre la fiscalidad de los planes de previsión asegurados. Así, el límite financiero de aportación a los PPA es independiente del de los planes de pensiones, asegura José Manuel Ortiz, abogado de Cuatrecasas. Esto supone que se pueden aportar hasta 8.000 euros al plan y otros 8.000 euros al PPA. Sin embargo, el límite de reducción fiscal es conjunto para todos estos instrumentos de previsión social.
Seguros insiste que 'las compañías de seguros deben informar y advertir de la posible doble imposición que se puede producir en un futuro en el momento del abono de las prestaciones, en el supuesto de que el tomador hubiese hecho aportaciones que agotaran el límite máximo reducible fiscalmente en otro instrumento de previsión social'.
Cuando llega el retiro laboral...
La ventaja fiscal en las aportaciones no es más que el diferimiento en el pago del impuesto. Al jubilarse, el contribuyente tiene seis meses para decidir cómo y en qué momento desea percibir las prestaciones del plan (o planes) de pensiones y las de previsión asegurada. Si no lo hace, la legislación prevé multas de hasta el 1% de los derechos consolidados. Si tiene diez planes de pensiones, y percibe las prestaciones en forma de capital, para beneficiarse de la reducción fiscal sólo podrá hacerlo si cobra todos los planes el mismo año.Así, se beneficiaría de una reducción del 40% en la base imponible. El descuento fiscal es posible siempre que hayan transcurrido más de dos años desde la primera aportación, matiza Ortiz. Hay una excepción, y es la invalidez, que no requiere alcanzar los dos años. Si se percibe en forma de renta, es decir, ingresos periódicos, el 100% se suma a la base imposible, como regla general. Pero, si el contribuyente tiene planes de pensiones y planes de previsión asegurados, un año puede recibir las prestaciones del plan de pensiones en forma de capital y otro las del plan de previsión asegurado, también en capital. Y en ambos años podría recortar el 40% de las percepciones por su factura fiscal.