Dónde invertir cuando los tipos de interés suben
Las viejas reglas de la economía y los mercados dictan que, cuando los tipos de interés suben, la Bolsa baja. Sin embargo, analistas y agentes económicos comparten la sensación de que con la reciente decisión de la Reserva Federal de poner fin al ciclo monetario bajista iniciado hace cuatro años y subir un cuartillo el tipo de interés, al 1,25%, las Bolsas adquirirán un tono más positivo del que mantenían hasta el momento.
Las viejas reglas de la economía y los mercados dictan que, cuando los tipos de interés suben, la Bolsa baja. Sin embargo, analistas y agentes económicos comparten la sensación de que con la reciente decisión de la Reserva Federal de poner fin al ciclo monetario bajista iniciado hace cuatro años y subir un cuartillo el tipo de interés, al 1,25%, las Bolsas adquirirán un tono más positivo del que mantenían hasta el momento. Y eso será así, sobre todo, porque la decisión estaba más que descontada y la factura que pueda pasar ya se la ha cobrado en los últimos meses, en los que los mercados han vivido una trayectoria muy incierta, marcada por la volatilidad y la falta de empuje.
La premeditada previsibilidad de Alan Greenspan, que se ha ajustado al guión tanto en la cuantía de la subida como en el discurso en el que constata que el cambio de marcha de la política monetaria será 'gradual', ha permitido a los mercados anticiparse a sus decisiones y ha dado tiempo a algunas empresas para sanearse y protegerse del previsible encarecimiento de la financiación.
Así que, en principio, cabe esperar que los mercados se tomen la subida como una muestra de confianza en que la economía se ha recuperado, sin riesgos excesivos de inflación, un escenario positivo para la inversión. Un analista de JP Morgan Fleming utiliza la metáfora del 'conejo deslumbrado' para describir la situación de los activos financieros en un momento como el actual, en el que se consolida al mismo tiempo la recuperación y se inicia el ciclo alcista de tipos. 'En estas situaciones -explica- los activos financieros se quedan como los conejos deslumbrados por los faros de un coche, no saben qué camino tomar y se quedan quietos'.
Pero con la decisión sobre la mesa parece iniciarse un rumbo más claro. 'El mensaje de recuperación compensará el efecto de la subida de tipos en un entorno en el que prima más que nada la fortaleza de la economía', asegura Jesús Sánchez Quiñones, de Renta 4. 'No va a haber efecto negativo sobre la renta variable. No podemos perder de vista que los tipos suben porque se afianza la recuperación. El atractivo de la Bolsa es incluso mayor', subraya Mercedes Camacho, de Safei.
Un informe de Ahorro Corporación insiste en la idea de que bajo determinadas circunstancias 'las subidas de tipos no siempre traen consigo un mal comportamiento bursátil' y que incluso pueden ser beneficiosas, sobre todo cuando se producen desde niveles muy bajos como los actuales. El análisis precisa que 'existe una relación no lineal entre tipos de interés y prima de riesgo bursátil' y que 'es a partir del segundo mes cuando las Bolsas comienzan a reflejar las bondades del descenso', por lo que recomienda la renta variable 'con mayor énfasis en las Bolsas europeas'.
En general, los expertos coinciden en que la Fed tendrá mucho cuidado en 'no pasarse de largo, porque prefiere que se vaya un poco la inflación a que se tuerza la mejora económica', según Antonio Villarroya, de Merrill Lynch. En su opinión, 'subirá como media un cuartillo en próximas reuniones de aquí a fin de año sin que sea necesario parar en el proceso electoral'. Otros expertos, sin embargo, creen que no habrá más alzas antes de las elecciones de noviembre, sino inmediatamente después.
Una subida pausada está, en todo caso, supeditada a otros condicionantes. El primero es que la inflación no fuerce a la Fed a ir más deprisa de lo que los mercados financieros desean. Firmas como Morgan Stanley, Goldman Sachs o Merrill Lynch, entre otras, afirman que con el alza de esta semana los tipos inician una carrera alcista que no terminará hasta fin de año, cuando pueden estar entre el 2,5% y el 3%, en todo caso aún lejos del 6,5% en que empezaron los descensos en 2001. Un endurecimiento mayor variaría radicalmente el panorama.
Además, ahora que la senda de los tipos está marcada y con ello, despejadas ciertas incertidumbres macroeconómicas, los beneficios de las compañías recuperan el protagonismo perdido en los últimos meses como factor determinante de la dirección de las Bolsas. 'Ahora será más fácil que los resultados de las compañías se relacionen de forma más directa con la valoración de sus acciones', asegura el analista de Renta 4.
Se frena el consumo
El segundo condicionante de que mejoren las valoraciones de los títulos es, por tanto, que los beneficios empresariales sigan arrojando buenas noticias, a pesar de que ahora tienen en contra el aumento de los costes financieros y cabe esperar un freno de la demanda de los consumidores. 'Aún no están muy claras cuáles van a ser las fuentes de crecimiento en la economía norteamericana. Hay más empleo, pero se agotan los estímulos fiscales y monetarios', explica Villarroya. No se acaban, por tanto, las incertidumbres. La semana que viene será buena para comprobar por dónde van muchas compañías norteamericanas, las primeras en presentar resultados.
El hecho es que la decisión de la Fed no cambia excesivamente el panorama para el inversor siempre y cuando los riesgos de la inflación sigan controlados, las subidas no sean más intensas de lo previsto y se confirme la solidez económica. Analistas y bancos de inversión mantienen su apuesta por la renta variable, mientras persisten los temores sobre la renta fija a largo plazo (la rentabilidad de los bonos va en sentido inverso al precio del título), que seguirá infraponderada en muchas carteras.
No obstante, conviene tener claro que no todos los sectores ni todas las compañías son igual de vulnerables al cambio de ciclo monetario y conviene ser selectivos. En líneas generales, hay que buscar compañías con poca deuda y balances saneados, más inmunes al encarecimiento de la financiación, y valores más vinculados al ciclo económico.
Plazos cortos para disminuir el riesgo
Malos tiempos para la renta fija. La teoría dice que cuando los tipos suben baja el atractivo de las acciones y aumenta el de los bonos. Pero dicho así resulta una verdad a medias. El inversor tiene que tener muy claro que la renta fija sólo es fija a vencimiento. Si lo que se quiere es vender antes de que el activo venza, la rentabilidad va siempre en sentido inverso al precio del título.Así, el riesgo asociado a la renta fija está muy ligado a la variación de los tipos y se ve aumentado por el plazo de la inversión. El riesgo es mayor cuanto mayor sea el vencimiento de la operación, y a la inversa, menor riesgo cuanto menor sea el plazo.Con estas premisas, los analistas tienen una visión bastante negativa sobre el futuro del mercado de bonos, sobre todo, a largo plazo. En todo caso, se inclinan por plazos cortos, como mucho de hasta dos años.'Por el momento preferimos los plazos de hasta seis meses, ya que aún es pronto para arañar atractivas rentabilidades', señala Delfina Pérez, jefa de análisis de Banif. 'Pero a medida que se confirmen las subidas de tipos de interés, la rentabilidad de los bonos será más atractiva', añade. El inversor estará, lógicamente, más dispuesto a pagar más por un título que le ofrece mayores posibilidades de ganancias seguras.A juicio de esta experta, niveles del 2% en los tipos oficiales de EE UU podrían llevar el bono estadounidense a 10 años hasta el 5%-5,25%, el nivel que podría servir ya como una buena señal para de entrada nuevamente en la renta fija.En todo caso, mientras no se confirme que los riesgos de inflación están controlados y se descarte que la Fed inicie una política más agresiva, la indefinición seguirá dominando el mercado de bonos, pendiente también de cómo vaya a evolucionar el dólar.En lo que respecta a la renta fija privada, las opiniones no son muy diferentes. 'Los bonos de empresa con plazos de hasta dos años no tendrían que dar muchos sustos. No pensamos lo mismo en plazos más largos, que para ser atractivos deberían presentar unos diferenciales respecto a los tipos de interés superiores', explica Anna Maymús, de Sabadell Banca Privada. Esta analista desaconseja especialmente los títulos del sector de automóvil debido a los problemas de balance que están presentando muchas empresas.Dentro de la renta fija privada hay alternativas pensadas para el cortísimo plazo, como los pagarés de empresa que todavía permiten arañar rentabilidades a las letras del Tesoro, aunque su compra tiene alguna que otra cortapisa fiscal.Los analistas tienen una visión negativa sobre el futuro del mercado de bonos
Valores baratos de empresas con poca deuda
En tiempos de cambio conviene ser más selectivo a la hora de decidir dónde colocar el dinero. En principio, son los activos de renta variable los que ofrecen mayor potencial de revalorización, pero no todos los sectores ni todas las compañías se ven igual de afectadas por una subida de tipos. 'Las empresas más endeudadas a tipo variable sufrirán más, pero lo cierto es que se parte de una situación excepcionalmente favorable', recuerda Sánchez Quiñones, de Renta 4.Tradicionalmente, los sectores más apalancados como las eléctricas, las autopistas, los valores industriales, las constructoras y las inmobiliarias -en España además coincide una ralentización del negocio de la vivienda- y algunas compañías de telecomunicaciones son los más perjudicados por las subidas de los tipos de interés, mientras que la distribución y los bancos se encuentran entre los más favorecidos, ya que tienen la posibilidad de mejorar sus márgenes.Para Merrill Lynch, los semiconductores, los sectores de minería, electrónica y computadoras son las que tradicionalmente mejor se comportan después de las subidas de tipos de la Fed, mientras que son sectores de consumo como el ocio, la construcción, el textil o el de los seguros los que más sufren.Esta situación, sin embargo, incorpora múltiples matices, a juzgar por las opiniones encontradas de las distintas casas de análisis. Al menos en Europa.'El mercado está más por la selección de valores', sostiene Rodrigo Piñeiro, de Espírito Santo. 'Apostamos por la Bolsa europea, que está más barata, antes que la estadounidense, donde el crecimiento de beneficios no será tan fuerte como se espera', añade.Una opinión similar mantiene Anna Maymús, de Sabadell Banca Privada, quien reconoce, además, que una subida de 0,25 puntos no tiene un gran impacto sectorial. No obstante, y dado que esperan correcciones en los mercados estadounidenses -'aunque a corto plazo podemos volver a ver los máximos de marzo'-, recomienda empezar a tomar posiciones en sectores defensivos como el consumo, la farmacia y algunas eléctricas. Los bancos de inversión recomiendan también la compra de acciones de compañías con recorrido al alza y elevada rentabilidad por dividendo.Una rotación de valores cíclicos a defensivos, por la infravaloración que presentan, es también el consejo de Delfina Pérez, jefa de análisis de Banif. 'Con el precio del dinero más caro conviene ser muy selectivo y apostar por las opciones más baratas del mercado'. Valores como Telefónica, Endesa y Repsol son algunas de las apuestas de esta experta. Red Eléctrica, Mapfre, Abengoa y Ferrovial son otras de las favoritas.Y es que no sólo la rapidez y cuantía de la subida de los tipos preocupa a los expertos. Los resultados empresariales de los próximos trimestres es otro foco de atención para las casas de análisis. En Banif estiman que aunque esperan un crecimiento del beneficios por acción (BPA) del 20,8% en los resultados empresariales del S&P 500, 'el riesgo está en las decepciones', explican.Afinar el tiro a la hora de invertir es la premisa principal en momentos como el actual en el que las casas de análisis no las tienen todas consigo a la hora de afirmar que la recuperación se ha afianzado. La cautela se impone cuando algunos expertos como Piñeiro, de Espírito Santo, y Arlo Carrió, de Sabadell Banca Privada, sostienen que la recuperación no es tan sólida como se podía pensar.Fruto de ello es que ambos expertos estiman que las subidas de tipos no serán tan agresivas como una parte del mercado espera. 'La recuperación económica no es tan fuerte como se creía, por lo que no habrá subidas tan rápidas, algo que por otra parte, favorecerá a las Bolsas', señala Piñeiro.Los expertos recomiendan ser muy selectivos en la elección de los títulos
Fuerzas contradictorias en el dólar
La subida de tipos EE UU puede facilitar cierto reequilibrio macroeconómico en la zona euro si se cumple el vaticinio de quienes anticipan una apreciación del dólar. Pero en el mercado de divisas no existen verdades absolutas y, aunque los diferenciales importan, no siempre son determinantes. En principio, la revalorización del billete verde aliviará al euro y ayudará al crecimiento de las economías europeas, como la alemana, que más dependen del exterior. Sin embargo, las fuerzas contradictorias de la economía norteamericana, que sufre los males endémicos del doble déficit comercial y fiscal, no permiten hacer una apuesta clara por los derroteros que iniciarán las divisas.Antonio Villarroya, de Merrill, cree que 'el dólar puede seguir cayendo para compensar el déficit corriente y que EE UU necesita que la Bolsa vaya bien para que entren flujos de dinero'. Mercedes Camacho, de Safei, señala que 'el dólar ganará terreno frente al euro' y que 'Estados Unidos irá mostrando síntomas de fortaleza que supondrán un atractivo para la entrada de capital'.En cuanto a la zona euro, es obvio que el BCE no parece tener ninguna prisa por seguir la estela de la Reserva Federal. La mayoría de los analistas creen que no habrá subida de tipos en Europa al menos hasta 2005. En todo caso, si el dólar se aprecia el BCE tendrá más margen para actuar si la inflación se dispara sin que el euro se aprecie demasiado.
Ventajas y desventajas para los bancos
Los valores bancarios han sido de los más castigados por las incertidumbres en el primer semestre del año y, en concreto, los títulos que peor comportamiento bursátil arrastran desde enero. En principio, el cambio de ciclo puede beneficiarles, al aliviar sus costreñidos márgenes de intermediación. Pero los analistas creen que hay que tener en cuenta otras muchas variables, como la posible desaceleración del negocio del crédito y su exposición a los países latinoamericanos, afectados por la subida en EE UU.
Los productos de ahorro recuperan brillo
Cuentas de alto interés e imposiciones a tipo fijo, en su mayor parte, y fondos de inversión, en menor medida, pueden empezar a recuperar parte del atractivo perdido. Otrora algunos de los productos financieros más contratados por los inversores, dada la alta rentabilidad que ofrecían, el nivel de los tipos ha relegado a cuentas y depósitos al último lugar de las preferencias de los inversores.Las remuneraciones no superan el 2% -salvo ofertas puntuales para captar cuota de mercado-, lo que en términos reales, teniendo en cuenta la inflación, suponen una pérdida para el inversor.Con la subida de tipos, sus perspectivas podrían empezar a mejorar. No obstante, aquellas imposiciones cuya rentabilidad está ligada a los índices del mercado hipotecario -por ejemplo, el euribor-, ya ofrecen mayores rentabilidades de las que ofrecían hace unas pocas semanas.Aunque aún es pronto, algunas entidades, del mismo modo que se adelantan en encarecer los productos de activo, podrían repercutir el ascenso en los de pasivo. Bien es cierto que todavía no lo han hecho y actualmente son los productos combinados -que prometen una remuneración fija para la mitad de la inversión y otra variable ligada a la evolución de la Bolsa o de un fondo de inversión- los que centran la oferta de bancos y cajas.Los fondos de inversión, los de renta fija, también podrían empezar a beneficiarse del alza de tipos -en mayor medida los que invierten en activos del mercado monetario (Fiamm) a corto plazo- y convertirse en una opción para la liquidez de la cartera.Las mayores inclinaciones de los expertos por la renta fija en sus plazos más cortos, debido al mayor partido que sacan de una posible alza de los tipos, hace que los Fiamm puedan verse beneficiados y por lo tanto, sean los preferidos de los expertos para los próximos meses.