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Farmacia

La distribución busca fórmulas para evitar el comercio paralelo

La distribución farmacéutica está buscando fórmulas que eviten el comercio paralelo de medicamentos, una actividad que, según la patronal, supone pérdidas anuales de unos 2.000 millones de euros.

Según esta práctica, se importan medicamentos dentro de la UE a países con un precio más alto como el Reino Unido o Alemania desde países con el precio más bajo como España o Portugal. La patronal europea Efpia cifra en 2.000 millones de euros las pérdidas que ocasiona el comercio paralelo.

De acuerdo con el presidente de Safa -segunda distribuidora farmacéutica española con una facturación de 874 millones de euros en 2003 y dependiente de la multinacional Alliance Unichem-, Ramón Arnal, la solución al comercio paralelo de medicamentos ha de ser 'a la europea'.

Entre las posibles soluciones, Arnal menciona que desde un grupo de expertos europeos sobre medicamentos, el G10, que actúa bajo los auspicios de la Comisión Europea, se está trabajando en la posibilidad de crear un precio único para los fármacos en Europa, es decir, igual precio para un mismo medicamento en toda la UE.

Aplicar esta iniciativa es algo casi 'utópico', según palabras de Arnal, en cuanto que los gobiernos tendrían que renunciar a fijar ellos los precios en favor de la Administración comunitaria, además presenta dificultades como que no son los mismos medicamentos los que se financian públicamente, en cada país o los problemas derivados de la inflación y el IVA. La fuerte diferencia de precios en el mapa europeo es una de las claves que generan este comercio paralelo.

Otra alternativa que se baraja, según Arnal, es la de cambiar la legislación comunitaria.

Legalmente, el comercio paralelo de fármacos es algo lícito, en cuanto que el derecho a la libre circulación de mercancías, cualesquiera que sean sus características, es la esencia del Tratado de Roma de la UE y ha sido ratificado en varias sentencias de la Corte Europea de Justicia. 'La Unión Europea no lo considera exportaciones, sino comercio intracomunitario. Exportación es cuando sale de la UE', explica.

La modificación normativa también parece algo lejano, ya que la tendencia de los países del norte de la UE es la de fomentar las importaciones paralelas como fuente de ahorro. Un ejemplo es el de Alemania, que en su nueva reforma sanitaria obliga a los farmacéuticos a que el 5% de sus ventas procedan del comercio paralelo.

Las cifras

4.500 millones de unidades de medicamentos se comercializaron a través del comercio paralelo en Europa en el año 2002.140 millones de euros es la facturación total que mueve el mercado paralelo.2.000 millones pierde la industria farmacéutica en Europa por estas prácticas.

El perfil de una compañía importadora

La principal característica de una empresa que realiza importaciones paralelas de medicamentos es que se dedica exclusivamente a eso y no distribuye a la farmacia como los mayoristas tradicionales o full-liners.Estas firmas, que se sitúan en países de la UE donde los precios son más altos como Reino Unido, Alemania u Holanda, compran los medicamentos a países donde son más baratos como España, Grecia o Portugal y, de acuerdo a la normativa de cada país, cambian el cartonaje, etiquetado y prospecto al idioma del país importador y los venden a los mayoristas farmacéuticos de esa nación.Desde el lado de la exportación, las distribuidoras farmacéuticas son principalmente quienes exportan, aunque esa no es una de las partes principales de su negocio. 'No puede ser que unas sociedades no exporten y que otras sí, ya que si esto ocurre, las que no lo hacen no tienen capacidad de competir, ya que los márgenes que dejan las exportaciones paralelas son mucho mayores', explica el presidente del grupo Safa, Ramón Arnal.En este sentido, Arnal asegura que la postura de los distribuidores full-liners es la de ayudar a la Administración a atajar el problema, eso sí, siempre que se decida a hacerlo.

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