La mitad del empleo depende del turismo en la Costa del Sol
El 48,5% de la población de la provincia de Málaga (631.000 personas) depende directa o indirectamente del sector turístico. Es el dato más relevante del estudio de opinión La percepción de los malagueños ante el desarrollo turístico, que presentó hace unos días la Sociedad de Planificación y Desarrollo de la Diputación malagueña. Casi la mitad de los 495 encuestados de 27 municipios, incluida la capital, contestaron afirmativamente a la pregunta: '¿Se verían afectados sus ingresos familiares ante un fuerte retroceso de la actividad turística?'. Los datos que maneja la Confederación de Empresarios de Andalucía (CEA) coinciden con este sondeo: un 35% de los ocupados de la zona depende directamente del turismo y otro 15% lo hace indirectamente.
La primera industria de la provincia muestra así un año más su importancia. El turismo genera el 19% del PIB provincial y el sector servicios en general aporta el 74% del valor añadido bruto de Málaga (datos de 2003). Pero lo destacado es que estas cifras no han dejado de crecer desde hace años.
Así, según datos del Observatorio Turístico Provincial, el número de empresas relacionadas con la actividad turística ha aumentado en más de 2.000 desde 1998 y llegó el año pasado a las 7.669, un 38% más. Las plazas hoteleras regladas también han aumentado en estos cinco últimos años en 27.000. Y el número personas empleadas en hoteles, transporte aéreo, agencias de viajes y actividades de ocio ha subido en 20.000 en el mismo periodo, hasta alcanzar las 66.000. Estos datos no incluyen la actividad de la economía sumergida, importante, pero de la que no existen datos fiables.
Preocupación y dependencia
'Tal y como está estructurado el tejido empresarial de Málaga, es difícil dejar de depender del turismo', contesta Miguel Sánchez, presidente del Consejo Empresarial de Turismo de la CEA, cuando se le pregunta por la necesidad de diversificar la actividad económica. Sánchez reconoce que sería bueno que existieran otros sectores económicos fuertes, pero afirma que, siendo realista, es casi seguro que cualquier industria que se asiente en Málaga pasará a sustentarse en el turismo. Esta fuerte dependencia de los 8,6 millones de visitantes que se esperan para este año (130.000 más que en 2003) es el motor económico pero también una espada de Damocles para la provincia.
Con todo, la dependencia de la provincia malagueña del turismo puede calibrarse de diferentes maneras según las categorías que se manejen y los sectores productivos que incluyamos en esas categorías. Así, según el Instituto Nacional de Estadística, sólo el 18,5% de la población ocupada trabaja en sectores relacionados con el turismo, entendido éste como actividad hotelera y de empresas de atención personal (agencias de viaje y de servicios al turista). El INE tampoco tiene en cuenta el porcentaje de población dependiente del turismo pero ocupada en la economía sumergida.
Turistas rentables
La preocupación de Málaga se centra ahora mismo en el aumento enorme que en los últimos años ha tenido el turismo residencial, que adquiere una segunda vivienda en la costa (sobre todo británicos) y pasa temporadas en ella. Esta modalidad representa ya el 50% del total del turismo en Málaga y es mucho menos rentable a largo plazo que la del turismo ocasional. Según datos del INE, en Baleares el turista residencial gasta un 22% menos de media que el visitante ocasional.