Las grandes superficies creen que el Gobierno recorta la libertad de empresa con su propuesta
La Asociación Nacional de Grandes Empresas de Distribución (ANGED) estima que la propuesta del Gobierno de reducir las aperturas mínimas del sector del comercio es "un claro recorte de la libertad de empresa y de la libertad de elección de los consumidores".
La patronal de las grandes superficies ha reaccionado así hoy a la propuesta del ministro de Industria, Turismo y Comercio, José Montilla, de reducir la aperturas mínimas de 90 a 72 horas semanales y de 12 a ocho festivos dentro de una regulación que entraría en vigor en 2005.
La propuesta presentada ayer en el Congreso recoge como ejes principales de la regulación comercial los aspectos centrales del borrador de la norma de horarios comerciales de la Generalitat catalana. Está previsto que la Ley de Horarios Comerciales elaborada por la Consellería catalana de Comercio, Turismo y Consumo, sea aprobada por el Gobierno catalán a finales de este mes, confirmaron fuentes del Govern. La norma contempla fijar en ocho días al año el total de festivos en que abrirán los establecimientos comerciales, frente a los 12 que establece la ley estatal, y en 72 las horas de actividad comercial a la semana.
"No sabemos a qué obedece esta limitación, nadie nos ha informado de que sea necesario cambiar la ley", continuaron las fuentes de ANGED, que representa compañías como Carrefour, Alcampo, Eroski y El Corte Inglés.
La patronal que dirige Javier Millán-Astray reclama a los Gobiernos central y autonómicos "diálogo, flexibilidad y voluntad de consenso" de cara al nuevo marco regulatorio liberalizador previsto para el año que viene, por el fin de la moratoria a la Ley de Ordenación del Comercio Minorista de 1996.
El PSOE prevé proteger al pequeño comercio
La portavoz de Sanidad y Consumo del Grupo Parlamentario Socialista, Isabel Pozuelo, ha defendido hoy la propuesta de horarios comerciales del Gobierno, que protege al pequeño y mediano comercio frente a las grandes superficies, y beneficia a los consumidores, que pierden calidad de vida con la liberalización comercial. Para la dirigente socialista, "el pretendido beneficio que supondría para los consumidores la libertad absoluta de horarios no es más que una falacia" que desembocaría en la destrucción del comercio de barrio y supondría a medio plazo "una importante pérdida de calidad de vida para los consumidores". Por su parte, el secretario general del PP, Mariano Rajoy, se ha referido a la previsión de déficit para 2004 del Gobierno, así como a su intención de modificar los horarios comerciales, asegurando que no son "buenos mensajes" para los sectores productivos y para la creación de empleo.