Lección magistral de Greenspan a los estudiantes
Al acabar el instituto se dejó llevar por su pasión, la música, y formó parte de una banda. Hoy tiene batuta pero no es la Filarmónica la que sigue su dirección sino la política monetaria de la primera economía del mundo. Alan Greenspan, presidente de la Reserva Federal de EE UU, reconoció ayer, a través de videoconferencia desde la sede de la institución y ante un grupo de 150 estudiantes de instituto de Chicago, que, a su edad, él se veía en una banda 'como la de Glenn Miller o siendo un nuevo Benny Goodman'.
Y lo intentó. Pero tras varias giras por el país con su orquesta, ensayos de tres o cinco horas al día y pasar por la prestigiosa escuela Julliard de Nueva York, el que probablemente sea el segundo hombre más poderoso de EE UU se dio cuenta de que aunque como amateur no era malo, 'como profesional era mediocre', y lo dejó. Greenspan colgó los instrumentos para dedicarse a algo que le había llamado la atención lo suficiente como para dedicarle su tiempo de lectura entre ensayo y ensayo: las finanzas.
El presidente de la Reserva explicó que, como él, la mayor parte de los que le escuchaban en la conferencia, organizada por la Reserva Federal de Chicago, van 'a cambiar de profesión alguna vez, posiblemente muchas. Casi todos tendréis muchos trabajos', es decir, el fin del empleo fijo. Según el presidente de la Fed, la cultura de que se acaba de estudiar y uno se mantiene en el mismo puesto de trabajo para el que se preparó se ha acabado. 'Yo he tenido dos carreras y cuatro trabajos, uno como músico, otro como consultor privado y dos en el Gobierno'.
Por eso en el discurso que ofreció ayer aprovechó para dar consejos para tener éxito a pesar de los cambios a los que obligarán las nuevas tendencias en el mercado laboral. La clave es, según Greenspan, tener una sólida educación de base amplia y muy conceptual para adaptarse a los requerimientos de los nuevos empleos. El presidente de la Reserva recordó que hay que estar abierto a una formación continua, como si permanentemente se estuviera en la escuela, mantener la curiosidad abierta, como él hizo cuando se interesó por primera vez por las finanzas, y desarrollar buenas dotes de comunicación.
Para los que duden de que éste sea precisamente su punto flaco, dado lo enrevesado de algunas de sus declaraciones, el discurso de ayer resultó ser perfectamente claro para su audiencia, algo que da peso a la tesis de algunos economistas que creen que 'la falta de claridad de Greenspan es un requisito de su trabajo'.
Greenspan, que ahora tiene 78 años, recordaba a los estudiantes que cuando tenía 27 sintió la necesidad profesional de ampliar sus conocimientos financieros y económicos conseguidos en la Universidad de Nueva York y se abrió a lectura de filosofía, historia e incluso física y astronomía. Greenspan apuesta por un profesional renacentista como él, aunque la formación sea autodidacta, como dice que en parte fue la suya. El presidente recordó que por falta de tiempo tuvo que dejar sus estudios en la Universidad de Columbia para conseguir el doctorado, algo que consiguió muchos años más tarde. 'Aprender no necesita de formalidades. Cada uno se puede comprometer a ello por su cuenta'.
En su mensaje, habló de lo reconfortante que es la honestidad en el trabajo, algo que fue repetido por otra figura recientemente catapultada a la fama a través de la televisión. Bill Rancic, el ganador del reality show de Donald Trump, El Aprendiz. Rancic se unió a esta conferencia para recordar a los estudiantes que a los concursantes que más cojeaban en ese punto no les fue bien entre ellos y menos con el jefe Trump.