El BCE exhorta a liberalizar mercados para animar a los consumidores
La tesis de que las reformas económicas deben acelerarse no se circunscribe sólo a la Comisión Europea. Según hizo público ayer el Banco Central Europeo (BCE) en su informe de abril, la laxitud con la que acometen algunos países estas reformas estructurales está retrayendo el consumo privado, y afectando a la economía en general. La autoridad monetaria con sede en Fráncfort incita a los Gobiernos de la UE a acelerar el ritmo de las reformas, garantizar la 'claridad sobre su contenido y calendario', y convencer a los ciudadanos de los beneficios que suponen para reforzar su confianza.
'Las reformas estructurales son necesarias para garantizar un crecimiento sostenido y un nivel de empleo elevado', reclama el BCE. Recuerda que, aunque persisten desequilibrios en terceros países como Estados Unidos (elevado déficit fiscal y comercial), es hacia dentro donde hay que dirigir las miradas, ya que las actuales políticas fiscales podrían no ser suficientes.
'Se insta a todos los Gobiernos afectados a que adopten medidas correctivas de forma oportuna y continuada', señala. A juicio del BCE, es esta renuencia la que frena el consumo privado, y no el clima de inseguridad posterior al 11-M, del que aún no hay datos suficientes para opinar.
No obstante, el informe dibuja un panorama optimista, con un crecimiento continuado, aunque muy gradual de la economía del área. Se debe vigilar también el agregado monetario M3, cuyo fuerte crecimiento en el último año y medio ha provocado que el nivel de liquidez en la zona euro sea superior al necesario.
La inflación, al alza
Aunque la inflación no subió en marzo (registró el 1,6%, idéntico porcentaje que en febrero), el BCE advierte que puede acelerarse en los próximos meses por un más que posible encarecimiento de las materias energéticas y el aumento de los impuestos indirectos.