Los desequilibrios que lastran la recuperación
La expectación que despiertan los discursos de Alan Greenspan ante el Congreso de Estados Unidos son siempre acicates para el movimiento inmediato de los mercados, al alza o a la baja. El pasado miércoles sucedió lo primero, porque el discurso del presidente de la Reserva Federal estadounidense denotó optimismo, con una previsión del crecimiento económico de Estados Unidos de entre el 4,5% y el 5% para este año.
Sin embargo, Greenspan dejó caer algunos de los riesgos que amenazan la recuperación, la primera, por cierto, desde los años ochenta que sucede de manera sincronizada en todo el mundo. Pero los riesgos están ahí, y no pasan desapercibidos para los analistas y gestores del mercado, muchos de los cuales mantienen el sentimiento alcista para las Bolsas, pero con matices después de las fuertes subidas que han vivido.
'La depreciación del dólar es en estos momentos el mayor riesgo para Europa, aunque el mercado lo haya pasado por alto', afirma Iván Sanfélix, analista de Intermoney. Los expertos temen que un euro por encima de 1,30 dólares lastre la recuperación europea. 'El dólar débil perjudica a las compañías europeas, pero las exportaciones en Alemania, por ejemplo, han crecido, lo cual ha contrarrestado el efecto divisa', matiza Arlo Carrió, analista de Sabadell Banca Privada. Alan Greenspan, en su discurso, apoyó la debilidad del dólar como medida para combatir el déficit por cuenta corriente del país. El temor de los analistas no es tanto cuánto se deprecie el dólar, como la brusquedad con que lo haga. 'Aunque el camino sea la depreciación del dólar, es muy importante el ritmo al que lo hace', confirman los analistas de Deutsche Bank Private Wealth Management.
Una de las variables que se siguen con atención es el empleo de EE UU, estancado por debajo de una recuperación económica típica
El otro déficit, el público, es también motivo de preocupación para el mercado, dado que se encuentra en máximos históricos. Esta situación puede motivar subidas de tipos de interés, lo que dificultaría el desarrollo del sector privado. Greenspan se ha mostrado paciente, lo que confirma que el precio del dinero estadounidense se mantendrá en el 1% todavía algún tiempo. Tampoco en Europa se esperan de momento subidas de tipos, al menos mientras el dólar siga depreciándose o al revés, mientras el euro mantenga su escalada.
La preocupación se ha extendido esta semana al precio del petróleo, tras la decisión de la OPEP (Organización de Países Productores de Petróleo) de recortar su producción un millón de barriles diarios a partir del 1 de abril. 'Unos precios del petróleo altos en un plazo largo producen una reducción del crecimiento económico y presiones inflacionistas', explican en Deutsche Bank PWM. Merrill Lynch ha reaccionado a la decisión de la OPEP con una revisión al alza de sus estimaciones de precio de 28 a 32 dólares por barril para el primer trimestre del año. El banco de inversión prevé además un acusado aumento de la demanda.
'Esperamos que la demanda descienda a partir del segundo trimestre', sostiene Iván Sanfélix. 'En cualquier caso, la gravedad para Europa es menor por la debilidad del dólar.'
Son todos estos factores que pueden de alguna manera truncar el crecimiento global, pero no evitan el optimismo (moderado) de los analistas. En todo caso, una de las variables que más se están mirando con lupa es la del empleo estadounidense. 'La recuperación no generadora de empleo continúa en Estados Unidos', afirma el estratega estrella de Morgan Stanley, Stephen Roach, en su último informe. 'La cifra de empleo del sector privado en Estados Unidos sigue estando ocho millones por debajo de la senda de una recuperación típica', añade.
Fuera de las fronteras estadounidenses, la evolución de China es seguida con especial atención. Después de una década con un crecimiento continuado de dos dígitos, algunos expertos temen un sobrecalentamiento de su economía, así como las consecuencias globales en caso de que se ralentice, con el consiguiente descenso de una demanda de la que está se beneficiando todo el globo.
¿Son riesgos que pueden truncar la subida de las Bolsas? Los analistas reconocen que los mercados, especialmente el estadounidense, están muy caros con respecto a su media histórica. Las correcciones, dicen algunos, serían sanas para subidas posteriores amparadas en la mejora de la calidad de los beneficios de las compañías.
Mientras, de fondo, a nadie se le escapa el impacto que pudieran tener nuevos atentados terroristas, el rebrote de la neumonía atípica o la extensión masiva entre humanos de la gripe del pollo.