El dinero mira hacia el Este
Ocho países del antiguo bloque comunista (Polonia, República Checa, Hungría, Eslovaquia, Eslovenia, Letonia, Estonia y Lituania) más Chipre y Malta serán miembros de la Unión Europea a partir del próximo 1 de mayo. Las repercusiones que la adhesión tendrá sobre las economías y los mercados de los nuevos socios han acelerado el interés de los inversores por esta región. Así, en las cinco primeras semanas de 2004 los fondos de renta variable que invierten en la zona han recibido la mayor inyección de dinero nuevo de los últimos cuatro años (440 millones de dólares, mientras que en todo 2003 las aportaciones netas fueron de 728 millones), según un informe de la consultora Emerging Porfolio.com citado por Bloomberg.
'España y Portugal son los ejemplos más recientes de países que vieron la repercusión positiva en sus economías al incorporarse a la Unión Europea', explica Kees Verbaas, analista senior de inversión de Europa del Este de ABN Amro Asset Management. En ambos países, recuerda este experto, el PIB creció con gran vigor en los cinco años siguientes a la adhesión y la afluencia de capital extranjero fue considerable. 'Además, sus mercados de valores se comportaron excepcionalmente bien durante ese periodo. Por lo tanto, si la historia se repite, las economías y los mercados de valores de Europa del Este pueden tener algunos años más de auge', concluye Verbaas.
De momento, en 2004, y por cuarto año consecutivo, el crecimiento económico de los 10 nuevos miembros será mucho mayor (casi el doble) que el de los actuales países comunitarios. El Fondo Monetario Internacional (FMI) prevé que la Europa convergente crezca de media un 4,1% este año, frente al 2% de los Quince.
Finanzas y 'telecos' son los sectores favoritos de los gestores
Los tipos de interés bajarán y los beneficios de las empresas crecerán más que los de sus rivales del Oeste
Como anticipo de los beneficios que conlleva la pertenencia a la UE (incremento de los flujos de capital hacia la zona y del comercio con la Europa occidental), las Bolsas de los futuros socios llevan ya un largo periodo de bonanza. El índice MSCI Europa del Este se ha revalorizado en el último año (en dólares) un 72,18%, frente al 36,38% del Euro Stoxx 50. Con los fondos de inversión ocurre algo similar. La rentabilidad media durante los últimos tres años de los fondos comercializados en España que invierten en renta variable de los países convergentes es del 16,6%, mientras que los fondos de blue chips europeos pierden de media un 27,3% en el periodo.
Debido a que los mercados de los futuros socios comunitarios llevan descontando su entrada en la UE desde 2000, hay algunas voces que alertan sobre un posible exceso de valoración en los mismos, sobre todo cuando estas economías, consideradas todavía como emergentes, tienen aún por resolver importantes desajustes económicos en cuanto a déficit fiscales y deuda sobre porcentaje del PIB. En un informe fechado el pasado 15 de enero, el Institute of International Finance, advierte que, a pesar de las expectativas favorables de la economía global, existe un riesgo de que algunos de estos mercados emergentes coticen por delante de sus fundamentales subyacentes.
A pesar de ello, la mayor parte de los analistas muestran optimismo a medio plazo. 'Aunque el impacto de la ampliación será más simbólico que real, puesto que gran parte de los beneficios de ser miembros ya están siendo experimentados antes de la unión formal, en el corto plazo, sí es muy posible que la incorporación a la UE suponga un impulso para que los índices bursátiles continúen con el buen comportamiento mostrado en 2003', señala Gonzalo Aguirre, gestor de inversiones de Renta 4. Este experto apunta que la simple noticia de la adhesión, apoyada por el fuerte crecimiento de los beneficios empresariales, puede desencadenar un creciente interés de una nueva base de inversores dispuesta a probar fortuna con la inversión en estos países. Firmas como Schroders y BNP Paribas, por ejemplo, prevén crecimientos bursátiles en la región durante 2004 de entre el 15% y el 20%.
'Más a largo plazo, lo que realmente afectará a los mercados de la región será que las economías sean capaces de lograr una convergencia total en cuanto a inflación y a tipos de interés necesaria para la adopción del euro, prevista para 2008', explica Aguirre.
Los expertos coinciden en señalar que el cumplimiento de los criterios para entrar en la moneda única será el verdadero catalizador de estos mercados puesto que serviría para mitigar la sobrevaloración que presentan actualmente ciertas Bolsas del Este.
'La incorporación a la UE significa en primer lugar que los tipos de interés deben converger hacia los niveles de la UE', indica Claude Tiramani, gestor de BNP Paribas Asset Management especializado en la Europa convergente. Como resultado de la paridad en renta fija, la renta variable, según Tiramani, sería el siguiente activo en el proceso de convergencia. 'En otras palabras, las valoraciones aparejadas a las compañías cotizadas en estos mercados van ir aproximándose como mínimo a la de las empresas occidentales. Este proceso es una fuente de potencial ya que los resultados de las empresas del Este crecerán a un mayor ritmo que las de sus socios del Este lo que justificaría una prima en su valoración', concluye Tiramani.
Los fondos, el mejor vehículo
Las alternativas que tiene un inversor particular español para aprovechar la previsible bonanza de los mercados del Este son tres: invertir directamente en compañías locales, apostar por valores occidentales con exposición a la zona o utilizar fondos de inversión. Los expertos recomiendan esta última opción por su mayor diversificación y menores costes, así como porque muchas de las compañías de la zona son bastante ilíquidas y la cobertura que reciben por parte de los analistas es aún bastante escasa.
'La inversión en mercados emergentes debe considerarse en todo momento en una cartera diversificada a largo plazo, a pesar de la volatilidad que ha experimentado esta clase de activo', comenta Gonzalo Aguirre. Sin embargo, este experto advierte que aquellos inversores interesados en un fondo de Europa emergente deben fijarse bien dónde invierte 'porque la mayoría incluye a países como Rusia y Turquía, con gran potencial pero que aumentan la volatilidad del producto'.
Por países, los gestores y analistas, aunque reconocen que hay valores interesantes en otros países, recomiendan centrarse en los tres grandes de la zona (Polonia, República Checa y Hungría) porque son mercados con mayor capitalización y liquidez.
'Los países más atractivos son, primero Hungría y después Polonia, ya que el diferencial de los bonos estatales es de 400 y 300 puntos básicos respectivamente frente al bono alemán. Por lo tanto es bastante probable que los diferenciales se acorten y, como consecuencia de ello, aumente el potencial de la renta variable al incorporarse en los modelos de valoración unas tasas libres de riesgo muy inferiores a las actuales', señalan desde BNP Paribas.
'Fuera de las tres grandes economías de la zona, nosotros vemos que hay importantes oportunidades de inversión en Rumania está previsto que se incorpore junto con Bulgaria a la UE en 2007, particularmente en los bancos. También nos gustan los mercados de Estonia y Eslovenia, que pueden vivir un periodo interesante de consolidación empresarial mediante fusiones y adquisiciones', apuntan desde West AM.
En cuanto a los sectores más atractivos, gestores y analistas se decantan por finanzas y telecomunicaciones. Leila Kardouche, gestora del fondo Schroder ISF Emerging Europe, señala que la previsible caída de los tipos de interés en estos países estimulará el consumo, lo que implica un incremento en la concesión de créditos e hipotecas.
'Los bancos internacionales llevan ya un tiempo instalados en estos países y las instituciones financieras locales han conseguido en muchos casos mantener su cuota, conservando una posición privilegiada para aprovechar el auge del mercado crediticio', indica. Entre sus valores financieros favoritos, Kardouche señala a Komercni Bank (República Checa), Bank Pekado (Polonia) y OTP (Hungría).
'En telecomunicaciones, el proceso de liberalización ha servido para preparar a las empresas ante la llegada de la competencia del Oeste. Además, compañías como Matav (Hungría) y TPSA (Polonia) ya tienen como accionistas de referencia a grandes telecos occidentales (Deutsche Telekom y France Télécom, respectivamente)', señala Kardouche.
La inversión indirecta, una opción
El desconocimiento de los mercados del Este puede hacer que más de un inversor tenga reparos a la hora de entrar en la zona. Una alternativa para aprovechar las oportunidades que conllevará la adhesión a la UE es tomar posiciones en valores de Europa occidental con intereses en estos países.'Un ejemplo claro es el Erste Bank austriaco, que tiene negocios en la República Checa a través de su subsidiaria Ceska Sporitelna o el banco italiano Unicredito, que encabeza el sector bancario en Europa del Este', señala Raj Shant, gestor Mellon Continental.Jacob de Tush, analista de Merrill Lynch, plantea en un reciente informe una alternativa de inversión que consiste en utilizar derivados y buscar parejas de compañías comparables para aislar el factor de riesgo inherente a los mercados emergentes. Su estrategia plantea, por ejemplo, ir largo (apostar por una subida) en Société Générale, que tiene exposición a la zona, e ir corto (apostar por una bajada) en BNP, que no tiene allí interés alguno.Asimismo, De Tush señala que aunque son valores con un perfil de riesgo más elevado, las compañías con mayor exposición a las economías de los nuevos miembros de la UE son empresas de pequeña capitalización que distribuyen bienes de consumo a través de una red de franquicias como Foras, HK Ruokatalo, Bryggerigruppen y Plastivaloire. 'Estas empresas, además, pueden ser potencialmente atractivas para los grandes grupos occidentales que deseen desembarcar en la zona', añade.