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Estudio

El hombre del saco era empresario

Una nueva aristocracia, generalmente absentista, vivía en la ciudad, lejos de sus propiedades y sin invertir el dinero necesario para conseguir mayor rentabilidad. Esta situación condenaba a las masas campesinas a vivir de jornales miserables'. Este texto, obtenido de uno de los manuales utilizado en la Enseñanza Media, es un ejemplo de cómo, según el Círculo de Empresarios, 'la figura del empresario, en lugar de aparecer como responsable del proceso de creación de riqueza y empleo, se presenta como responsable de la explotación de los trabajadores, del medio ambiente o de los consumidores'.

A partir de un trabajo del catedrático y ex secretario de Estado de Universidades Manuel Jesús González, el Círculo de Empresarios denuncia que 'en la educación primaria, secundaria y bachillerato no se transmiten los principios característicos de lo que es la libre empresa y el libre mercado'. Para el Círculo, esta situación 'pone en peligro la capacidad de iniciativa y de creatividad'.

La preocupación por la falta de vocaciones empresariales también ha tenido eco en la Unión Europea. Desde la Comisión se ha instado a los Estados a fomentar la cultura empresarial y acabar con las estadísticas que dibujan a los universitarios como aspirantes a funcionario con poco interés por los negocios.

Una de las iniciativas más recientes que en España tratan de responder a esta situación es la Ley Orgánica de Calidad de la Educación, que ha apostado por incluir el espíritu emprendedor en todos los ciclos educativos de la escuela. A tenor del estudio de González, esta intención deberá acompañarse de una revisión de los textos con los que se forman los escolares.

El estudio de González, recientemente publicado, se centra en los libros de texto de hasta 1999 de editoriales tan comunes para los escolares como SM, McGraw-Hill, Santillana, Anaya, Vicens Vives, Edelvives o Editex.

No a la moda

Algunos de los extractos de estos manuales recogen afirmaciones como 'la moda es una estrategia de los productores para orientar el consumo y la renovación de los artículos, aunque estén en buen uso'. Para González, algo debería decirse de los deseos de los consumidores y el trabajo del empresario por satisfacerlos.

O este otro, 'frente a las antiguas relaciones de paternalismo que unían a patronos y trabajadores, el capitalismo implica una relación crecientemente deshumanizada y despersonalizada entre capitalistas y obreros'.

A la hora de abordar los años de la industrialización, el autor señala que, además de explicar el trabajo infantil y las penosas condiciones de trabajo, los libros de texto también deberían recordar que 'el capitalismo mejoró sostenidamente el nivel de vida de la clase obrera'.

Entre las conclusiones que ofrece González, el 60% de los manuales de geografía mantienen un claro sustrato de hostilidad hacia el empresario y ninguno le defiende sin reservas.

En los libros de Historia, la proporción es similar, el 40% mantiene una postura hostil a la empresa y al capitalismo, un 30% no hace mención significativa y ninguno es abiertamente favorable a la libre empresa. A la vista de estos datos, si tras una reunión con su consejo de administración, al llegar a casa sus hijos le confunden con el hombre del saco ya sabe por qué. Eso, suponiendo que hayan atendido en clase.

Negocios e impuestos en la escuela

Las iniciativas tendentes a fomentar el espíritu emprendedor en las escuelas son cada vez más frecuentes. Uno de los ejemplos puede ser la fundación Junior Achievement. Creada en 1919 en Estados Unidos y constituida en España hace poco más de dos años, su objetivo es transmitir a los jóvenes de 5 a 21 años el espíritu emprendedor. Para ello ofrecen cursos gratuitos en colegios públicos y privados impartidos voluntariamente por empresarios que tratan de enseñar, desde su experiencia, cómo se crea una empresa y cómo funciona el mercado laboral.Otra propuesta similar, pero dentro del ámbito institucional es la intención del Ministerio de Hacienda, a través de la Agencia Tributaria, de formar a los escolares en la complicada tarea de hacer frente a los impuestos. Aunque el proyecto de llevar los tributos a la escuela no se ha desarrollado del todo, ya se han puesto en marcha algunas iniciativas. Aunando espíritu empresarial y, por tanto, creación de riqueza, parece buena idea fomentar el espíritu de redistribución de la misma.

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