Miles de musulmanes chiitas piden el fin de la ocupación estadounidense
La mayoría musulmana chiita de Irak celebró ayer con una gran peregrinación de un millón de personas el fin de los 25 años de represión del régimen de Sadam Husein, pero muchos de los manifestantes demandaron la salida de las tropas de Estados Unidos del país.
El tono antiestadounidense del peregrinaje musulmán en la ciudad sagrada de Kerbala contrastó fuertemente con la cálida recepción que los kurdos en el norte del país le brindaron al gobernador de Washington, a cargo de las tareas de reconstrucción de Irak tras la devastación provocada por los bombardeos anglo-estadounidenses.
Garner elogió a sus anfitriones kurdos, feroces enemigos de Sadam, por haber creado lo que llamó un modelo de autonomía regional que debería ser imitado por el resto de Irak. Cabe recordar que la región que habitan los kurdos ha estado protegida durante una década por el poderío aéreo de Estados Unidos.
Pero, en Kerbala, decenas de miles de musulmanes chiitas desfilaban a esa misma hora golpeándose el pecho y flagelándose las espaldas hasta sangrar, en una peregrinación que durante mucho tiempo estuvo prohibida por Sadam Husein. Alrededor del 60% de la población iraquí es chiita.
'Sí, sí al Islam, no a Israel, no al colonialismo, no a la ocupación', cantaban algunos peregrinos, en otro indicio de las dificultades que afronta Garner en Irak.
Los marines estadounidenses estacionados a unos 50 kilómetros al noreste de Kerbala dijeron que planeaban mantenerse al margen de estas manifestaciones. 'Nuestra intención ahora mismo es mantenernos fuera del camino', dijo uno de sus oficiales, el mayor Michael Purcell.
Mientras tanto, en Bagdad, otra manifestación chiita se convirtió en una celebración cuando seguidores del clérigo Muhammad al Fartusi celebraron lo que llamaron su liberación tras ser detenido por las tropas estadounidenses. Los jubilosos partidarios del clérigo desfilaron por el centro de la ciudad. Las autoridades norteamericanas no dieron ninguna explicación sobre las razones de su arresto.
'Estamos contra la colonización y la ocupación, hemos terminado con un régimen opresivo y no queremos otro', dijo un seguidor de Fartusi, Ahmed Abdel-Zahra, de 27 años.
En Mosul, al norte de Bagdad, las tensiones entre kurdos y árabes se han intensificado y miles de soldados de EE UU fueron desplegados ayer para mantener el control sobre las facciones rivales armadas. 'La clave aquí es mostrar fuerza y propagar el mensaje de que el régimen iraquí terminó. Algunas personas no parecen haberlo entendido aún', dijo un militar norteamericano.