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America Latina

El levantamiento del 'corralón' devalúa un 17% los depósitosEl real mantiene la fortalezaFuturo incierto para los emergentes

El último vestigio del ya célebre corralito acaba de ser desmantelado. A partir de esta semana y hasta el 23 de abril, los cerca de 500.000 argentinos que tienen unos 16.000 millones de pesos (5.150 millones de euros) atrapados podrán retirar sus fondos del denominado corralón. La apertura se hará en tres etapas escalonadas, dependiendo del tamaño de los depósitos.

En cualquier caso, el plazo máximo de recuperación es de 120 días para los depósitos que sean superiores a 100.000 pesos (32.210 euros).

Todos los ahorros serán devueltos en pesos, pesificados a 1,4 pesos por dólar e indexados a la inflación. Esto significa que quien retire un depósito originalmente en dólares recibirá 2,06 pesos por cada dólar depositado. La diferencia entre este valor y el dólar de mercado será compensada mediante un bono a 10 años en dólares emitido por el Gobierno. Dado que estos bonos cotizan actualmente al 50% de su valor nominal, un depositante recibiría actualmente unos 2,51 pesos por cada dólar depositado, es decir, asumiría una pérdida cercana al 17% sobre su depósito original.

La falta de alternativas atractivas de inversión ha hecho que el volumen de ahorros retirados haya sido muy bajo en los primeros días

El Ejecutivo estima que esta oferta es atractiva incluso para los ahorradores que pretenden recuperar su dinero vía acciones judiciales, puesto que los gastos jurídicos en estos casos rondan el 20%. En lo que respecta al impacto fiscal de esta medida, éste se ha visto disminuido debido a la caída en el volumen de depósitos atrapados en el sistema financiero. En el caso de que todos los ahorradores opten por esta alternativa, la deuda a asumir por el Gobierno sumaría unos 3.100 millones de dólares, cerca del 3% del PIB.

Es de esperar que ante la falta de alternativas de inversión atractivas, gran parte de los depósitos liberados se mantengan en el sistema financiero voluntariamente. De hecho, en los primeros días de vigor de esta medida, el número de retiros ha sido muy bajo, reflejando que no existe el temor de que los bancos sufran problemas de liquidez.

Con esta decisión se da un paso más en la normalización del sistema argentino, pero el proceso no ha terminado. Los bancos siguen siendo insolventes y la Administración deberá compensarlos por una serie de medidas que los descapitalizaron. Pero esta compensación no se hará por decreto presidencial, sino por el Congreso, dilatando su plazo.

Pese a que la apreciación de algunas divisas de la región muestra señales de agotamiento, el real sigue exhibiendo una destacada fortaleza y acumula un alza frente al dólar del 12% en el año. Esta semana, pese a la posibilidad de que la Corte Suprema obligara al Gobierno a asumir una deuda impositiva con las empresas, el real ganó un 2%, señal del renovado optimismo del mercado. El peso argentino comenzó a sentir el nerviosismo ante la proximidad de las elecciones presidenciales y cayó el 1,2%.

La deuda soberana emergente resultó ser el activo de mayor rentabilidad en el primer trimestre del año (el índice EMBI+ elaborado por JP Morgan ganó un 9%), superando los rendimientos de los instrumentos de las economías industrializadas. Este sorpresivo rally se ha caracterizado por dos factores. En primer lugar, las pobres perspectivas para las economías industrializadas llevaron a los inversores a buscar destinos algo menos expuestos a los vaivenes de la economía mundial.

Brasil se benefició especialmente de esta situación, puesto que la resolución de sus problemas internos le permitió mejorar sus perspectivas, independientemente del deterioro del contexto internacional. Los bonos soberanos brasileños han sido unos de los mayores ganadores en el año al apreciarse más de un 25%. Al mismo tiempo, las referencias más dependientes al ciclo mundial, como las asiáticas, las mexicanas o las chilenas han mostrado rendimientos sensiblemente inferiores al índice global de economías emergentes.

El segundo factor tras este rally ha sido el elevado precio del crudo. Esto ha permitido que referencias de países como Ecuador y Nigeria registren importantes ganancias en el año.

Con el conflicto armado en Irak casi resuelto, cabe preguntarse si se producirá una recomposición de carteras hacia otros activos. El fin de un factor de incertidumbre sobre el ciclo y la desaparición de la prima por riesgo geopolítico sobre el precio del crudo dejan al rally emergente del primer trimestre sin gran parte de sus argumentos, con la excepción, quizá, de las favorables noticias provenientes de Brasil.

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