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Guerra en Irak

La guerra obliga a la UE a reducir su previsión de crecimiento hasta el 1%

La zona euro padecerá en 2003 'su tercer año consecutivo de crecimiento decepcionante', según las previsiones publicadas ayer por la Comisión Europea. La guerra contra Irak, entre otros factores, ha obligado de nuevo a Bruselas a reducir drásticamente, hasta el 1%, su pronóstico de crecimiento para este año. España crecerá el doble que la zona euro, pero Bruselas lamenta su falta de productividad y la vulnerabilidad de su sistema público de pensiones.

La primavera pasada la CE auguraba a la zona euro un crecimiento del producto interior bruto del 2,9%, y seis meses después lo redujo al 1,8%. La cifra de ayer, de nuevo revisada a la baja, aún puede resultar demasiado optimista, según reconoce la CE, si la incertidumbre geopolítica se prolonga más allá del verano. Por tanto, la Comisión Europea ha recortado a prácticamente una tercera parte la estimación de crecimiento para la zona euro en un solo año, en el que ciertamente han cambiado mucho las cosas, especialmente por la incertidumbre añadida por la guerra.

Las nuevas previsiones se basan 'en la suposición de que las tensiones geopolíticas relacionadas con la guerra de Irak habrán desaparecido a mediados de año'. Dentro de dos meses, según este cálculo, 'aumentará la confianza y se normalizarán las relaciones internacionales'. La CE también confía en que el precio medio del barril del petróleo se sitúe este año en los 27,5 dólares (frente a los 31 dólares del primer trimestre) y descienda a una media de 23,5 dólares en 2004.

El año pasado, la apuesta de la recuperación se basaba en un crecimiento de la demanda interna que debía compensar la debilidad de las exportaciones. El consumo privado, sin embargo, no se intensificó, según admite la CE, y apenas aumentó un 0,7% en la zona euro frente al 1,8% en 2001. La Comisión espera que este año crezca el 1,2% en la zona euro (cinco décimas menos que la previsión de hace seis meses).

En contra de ese cálculo juega una desconfianza de los consumidores que se sitúa a niveles desconocidos desde 1992, cuando la Unión se encontraba en la antesala de una recesión. La capacidad de consumo de los particulares se ha reducido esta vez por la primera burbuja bursátil que ha sufrido el incipiente capitalismo popular europeo.

La caída ha sido del 60% desde la primavera de 2000 y la CE no duda en afirmar que 'la rapidez y la magnitud de esa corrección es comparable al crash de 1929'.

Bruselas relaciona la crisis actual con factores menos pasajeros que la actual guerra contra Irak, como la falta de flexibilidad en los mercados laborales y de bienes y servicios.

De hecho, sus recomendaciones de política macroeconómica para los próximos años, aprobadas ayer, apenas alude al impacto de la guerra. 'Es bastante sorprendente que ese documento no mencione para nada un evento que podría tener graves consecuencias para la economía europea', lamentó Hans Werner Müler, secretario general de la patronal de pequeñas y medianas empresas.

Pero la Comisión insiste en que 'es poco probable que se produzca una recesión en el conjunto de la UE'. 'Solamente en Alemania', señala, 'se prevé una contracción del PIB en el segundo trimestre'. La economía alemana solamente supone el 30% del PIB de la zona euro.

Menos ocupación

El estancamiento económico se puede cobrar, de todos modos, '100.000 puestos de trabajo en la zona euro', la primera caída en el mercado laboral desde 1994. Entre 2002 y 2004, el número de parados puede aumentar en 1,4 millones.

La salud de las finanzas públicas se perfila como otra de las víctimas del bache actual. Italia puede añadirse en 2004 a la lista de países -Alemania, Francia y Portugal- que ya han violado el Pacto de Estabilidad con un déficit público superior al 3%.

La Comisión Europea estima que las cuentas públicas irán también hacia un mayor deterioro en Estados Unidos, con una previsión de déficit fiscal del 4,5% del PIB.

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